Entrevista > Aida Mira / Diseñadora gráfica (Benidorm, 11-julio-2002)
Con apenas una tableta gráfica y muchas ideas en la cabeza, una joven alteana ha logrado dejar su huella en uno de los símbolos deportivos de su ciudad: el autobús del deporte de Altea. El diseño, titulado ‘Colores del alma’, se impuso en el concurso convocado por el Ayuntamiento, en el que se pedía una propuesta inclusiva que representara los valores de igualdad y diversidad.
Inspirada en los colores que identifican al municipio, la creadora quiso transmitir que lo importante no es el aspecto exterior de las personas, sino la pasión y el compromiso que cada uno aporta a través del deporte. Su sorpresa al recibir la noticia fue tan grande como la emoción de imaginar su obra recorriendo las calles alteanas en un vehículo de gran tamaño. Un reconocimiento que llega mientras trabaja también en otro gran proyecto personal: su propio manga
¿Por qué decidiste participar en ese concurso para poner imagen al autobús del deporte de Altea?
Me lo propuso mi padre, que trabaja en la empresa del autobús que se va a rotular. Fue todo totalmente anónimo, o sea que ser la hija de un trabajador no influyó en ser la ganadora.
¿Cómo fue el proceso de crear el diseño?
Mi padre es muy insistente. Al principio siempre le decía “ya lo haré cuando pueda”, pero conforme empezó mi cabeza a funcionar y a tener 20.000 ideas, fue coger la tableta gráfica y empezar a hacer un montón de bocetos a ver cuál me cuadraba más.
«Lo importante no es el color de la piel, sino el del uniforme de tu equipo»
Y el diseño definitivo se denomina ‘Colores del alma’.
En las bases del concurso pedían que fuese un diseño inclusivo, para cuanta más gente, mejor. Quería representar que lo importante no es ni el color de la piel, ni la forma de los cuerpos, sino los colores por los que juegas, los del uniforme de tu equipo.
He hecho baile durante seis años y para mí era un honor bailar con la camiseta de mi estudio. Pensé que eso era lo importante y por ahí me decanté. Lo importante es eso: el color del interior, no del exterior.
Los colores que has usado son el azul y el blanco.
Cuando pienso en Altea recuerdo mucho las calles blancas. Además, esas casas blancas con tonos azules, la cúpula de Altea, es algo muy representativo. Pensar en Altea es pensar en blanco y azul, es inevitable.
¿Cuánto de este diseño final había desde el principio?
Lo que más claro tenía era la presencia de ese jugador o jugadora de fútbol. El resto fue fluyendo: “quiero poner aquí a este jugador, voy a hacer las pelotas de todos los deportes de color blanco…” y luego coincidió que si ponía la cúpula de fondo, me coincidía con una de las pelotas de balonmano y dije ‘¡guau, pues queda perfecto!’.
«Cuando me llamaron para decirme que gané, casi me pongo a llorar en el trabajo»
¿Cuál fue el mayor reto del proceso?
El delineado, porque me gusta mucho experimentar y me puse a perfilar el dibujo con un tipo de pincel que, por así decirlo, no rellenaba los colores base. Es decir, si tú haces un círculo y luego rellenas ese círculo, te pasa como cuando pintábamos en el en el ordenador con el ratón, que clicabas y se rellenaba todo el dibujo. La verdad que me dio un par de dolores de cabeza.
¿Qué ha significado que hayan elegido tu diseño?
Honestamente, estaba trabajando y estaba súper enfadada, porque trabajo de cara al público y me había tocado un cliente muy pesado. De repente me llaman y lo cogí bastante enfadada. Cuando me dijeron que había ganado el concurso casi me pongo a llorar en el trabajo, gritando yo sola.
Lo primero que hice fue llamar a mi madre, se lo conté todo como una loca. Lo viví con mucha emoción. Creo que fue tan intenso porque supuso un cambio de emoción muy drástico.
Con esa noticia te cambió el humor para todo el día, ¿no?
Sí, ya estuve todo el día contenta. Y luego también fue muy guay porque ahí fue cuando fui consciente de que mi diseño va a estar en un autobús muy grande, muy largo. Nunca antes he visto mi dibujo tan grande.
«Trabajo desde hace cinco años en mi propio manga, un proyecto muy personal»
¿Te han dicho ya alguna fecha en la que está previsto que el autobús recorra las calles?
No, la verdad es que todavía no me han dado fecha. Sí que es verdad que hago unas pequeñas trampitas porque como mi padre trabaja en la empresa me va chivando cosas. Pero de momento no sé nada.
Más allá de lo que ya has comentado y relacionándolo ahora con el deporte, ¿qué esperas que pueda transmitir tu creación a la gente que vea el autobús?
Quiero transmitir que cualquiera puede hacer lo que quiera si es lo que le gusta. Como decía, hice seis años de baile y siempre me dio pena que no hubiera ningún chico en clase por aquella imagen de que bailar era para chicas. Quiero que la gente haga lo que le guste: si te gusta bailar, que bailes; si te gusta la gimnasia rítmica, la hagas, voleibol…
¿Qué proyectos tienes ahora?
Estoy trabajando en un proyecto desde hace cinco años y mi propio manga, ya que ha sido un mundo que me ha salvado, con el que me han llegado tantos mensajes y he aprendido tantas cosas. Hace cinco años me animé a empezar mi propia historia y sigo trabajando en ello, porque es más duro de lo que creía. Esto es un trabajo de equipo y yo soy mi propio equipo ahora mismo.
Tengo la suerte de tener ya la portada y un poco la base de la historia, pero está siendo tedioso. Gracias a que cuento con el apoyo de mucha gente y eso me consuela.