Entrevista > Emma Castejón / Actriz teatral (Sevilla, 12-marzo-1943)
El teatro amateur muchas veces no posee del valor y reconocimiento que merece, injusticia que no sucede en nuestra localidad, donde disfrutamos de varios grupos, ampliamente conocidos, ‘Nuevo resurgir’, ‘KtarsisTeatro’ y ‘Rayuela’.
En todos ellos colabora Emma Castejón, vecina de Santa Pola desde 2012. “Nací en Sevilla, pero me crie en Asturias, antes de instalarnos en Madrid”, nos aclara; después, ya casada, se trasladó a Elche, “la ciudad natal de mi marido, médico de profesión”.
Fue tras enviudar cuando decidió fijar su residencia en nuestro municipio, en Playa Lisa. Gran apasionada de la escena -fue profesora de piano-, conoció a Gonzalo Fernández, director teatral, en 2019 y desde entonces no ha parado de actuar: “¡me faltan horas!”, dice sonriente.
¿Cuándo entró el teatro en tu vida?
A mí siempre me agradó y recuerdo participar en diversas funciones que realizábamos en Asturias. Además, estudié piano y, una vez mis hijos fueron mayores, retomé la carrera musical, ahora como docente; en total estuve quince años dando clase en el Conservatorio de Orihuela.
Una vez jubilada, a los 76 años, me cuestionaba ¿qué voy a hacer ahora?, porque la opción de pasarme las tardes viendo la televisión no me acababa de gustar. Me introduje en alguna asociación e hice mis primeros pinitos en la interpretación.
«Gonzalo (Fernández) es un hombre de teatro, se nota al momento, y estando con él te sientes arropada»
Y se cruzó en tu camino Gonzalo Fernández.
Exacto, en 2019, mientras hacíamos la obra ‘Mujeres como yo’. Creamos seguidamente ‘KtarsisTeatro’, moderado por Pilar Piñeiro, y continuamos preparando funciones. Gonzalo es un hombre de teatro, se nota a primera vista; es lo que más me fascina de él, porque te hace sentir arropada. Posee una visión que pocos tienen.
Al mismo tiempo conocí a Emilia Belmonte, presidenta de ‘Nuevo resurgir’ -grupo fundado en 1986-, y también me uní a ese grupo de mujeres.
¿Hasta qué punto te ha cambiado la vida?
¡Del todo!, al pertenecer no a una compañía, sino a tres. Además, con las obras de ‘Rayuela’ llevamos a cabo bolos por diferentes puntos de la provincia. Ahora toda mi vida es teatro, casi me faltan horas.
¿Tu memoria es de superdotada?
Mi duda al inicio era si podría aprenderme un texto, pero lo logré: dicen que a medida que vas ejercitando la memoria, ésta mejora. En una de las obras de ‘Rayuela’, ‘Por el ojo de la cerradura’ tengo un monólogo ¡de cinco páginas!
«Lo que más me cuesta es hacer el ‘payaso’ en escena, no la profesión -que respeto-, por mi sentido del ridículo»
¿Subirte al escenario qué significa?
Es curioso, porque he tenido que tocar en numerosas ocasiones en el conservatorio y ahí me ponía nerviosa. En cambio, en el teatro siento paz, me relaja. Desconozco la razón, pero es así.
Como actriz, ¿te atreves con todo?
Lo que más me cuesta es hacer el ‘payaso’ en escena, no la profesión, muy respetable. Sí puedo desarrollar papeles cómicos o dramáticos, pero no la ‘payasa’ por mi sentido del ridículo. Siento vergüenza y no estoy cómoda.
Sin ir más lejos, en la última obra, ‘Aquí no paga nada’, de Darío Fo, tengo mucha contra escena, momentos que están hablando de mí y debo actuar mediante un lenguaje no verbal, normalmente cómico. Si dice una barbaridad tengo que mirarla con cara de “pero ¡qué dices!” Eso se me da muy bien.
¿Qué significa cada una de las compañías?
En ‘Nuevo resurgir’ estoy muy a gusto junto a mis compañeras. Hablo en femenino porque el grupo carece de hombres (ríe), quizás no son tan valientes como nosotras en ese sentido.
Además, al veranear tantos años en Playa Lisa, lejos del centro de Santa Pola, no conocía a mucha gente. Ahora me reconocen por la calle y me encanta que me conozcan, aumenta sensiblemente el ego.
Ya en ‘KtarsisTeatro’ tenemos un abanico de edades más abierto, siendo otra forma más dinámica de afrontar el teatro, mientras ‘Rayuela’ es otro nivel, donde asimismo ejerzo de técnico de luces, tarea que he tenido que aprender.
«Si no fuera por el teatro pasaría muchas horas en casa, sin hacer nada, y de este modo me mantengo activa»
¿Cuáles de tus obras destacarías?
Con ‘Nuevo resurgir’ hemos hecho bastantes, comenzando por ‘Los habladores’ o ‘Esperando la carroza’. De ‘KtarsisTeatro’ resaltaría las obras infantiles, como ‘El círculo de tiza’ o ‘Aquí no hay derecho’, y con ‘Rayuela’ la mencionada ‘Por el ojo de la cerradura’.
Junto al próximo estreno.
Estamos ya preparando ‘Las Dos en Punto’, la historia real de dos hermanas, Maruja y Coralia Fandiño, popularmente conocidas como las dos Marías de Santiago de Compostela. A modo de anécdota hago de la más joven (Coralia), porque su carácter -en opinión de Gonzalo- es más acorde a mí.
Por último, ¿podemos decir que el teatro te ha rejuvenecido?
Sin duda. Si no fuera así pasaría un sinfín de horas en casa, sin hacer nada, y el teatro me obliga a estar activa, a mantener la cabeza más despejada.