Entrevista > Joaquín Giménez / Magistrado emérito del Tribunal Supremo (Jacarilla -Alicante-, 8-septiembre-1945)
Este pasado mes hemos vivido una situación insólita y preocupante por el lugar en el que deja a la Justicia en el pensamiento ciudadano. La suspensión, y posterior rectificación, de una sentencia del Supremo en favor del consumidor y contraria a los intereses de las instituciones financieras, ha dejado en entredicho todo un sistema.
Sobre el funcionamiento del Supremo sabe mucho el magistrado Joaquín Giménez, y por lo tanto hemos acudido a él para conocer su opinión sobre lo acontecido.
¿Qué opinión tienes sobre lo que ha ocurrido en el Supremo?
Respecto al tema del sujeto pasivo del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, es la crisis más torpemente gestionada que yo le recuerdo al Tribunal Supremo en cualquiera de sus salas. Esto afecta a la Sala Tercera, y desde luego se acredita la absoluta incompetencia del Presidente de la Sala para seguir siéndolo.
En principio dijo que se había enterado por los periódicos, lo cual me extraña porque diría muy poco de su conocimiento sobre los asuntos de la Sala, sobre todo cuando él firmó la admisión del recurso.
La Sala Tercera está dividida en secciones y esto fue a la sección de impuestos, pero ya estaba en el ambiente el tema de que había una jurisprudencia y si era conveniente o no cambiarla, por lo tanto no podía ser una sorpresa. Si por el contrario, sí que lo sabía y no lo dio importancia, el sorprenderse por la reacción económica, que no social, es más que significativo. En cualquiera de los dos casos mi conclusión es la misma: ha demostrado tener una torpeza inaudita.
¿Cómo puede ser que alegase eso?
Quiero recordar que el propio Presidente del Tribunal Supremo hizo referencia a que la Segunda Sección había actuado con total lealtad, como es lógico, ya que estas cosas no se hacen a oscuras; había una serie de asuntos y los resolvieron. Lo que pasa es que el propio nombramiento de este hombre como Presidente de la Sala fue conflictivo, porque debe ser primus inter pares (primero entre iguales), es decir, debe tener una autoridad entre los compañeros que conforman la Sala pero no posee un imperio, y en este caso creo que no procedía.
También es cierto que el propio nombramiento fue muy cuestionado, ya que por primera vez el anterior presidente, al que se la había agotado el mandato por el transcurso de los años, no ha sido renovado y ahora está en la sala como magistrado; digamos que era una especie de piedra en el zapato que tenía el Presidente del Tribunal Supremo.
¿Esto daña gravemente la credibilidad del sistema judicial?
Comprendo que estos no son argumentos muy rigurosos, pero precisamente por eso es una crisis que ha dejado en mal lugar a la Sala Tercera del Tribunal Supremo. Y digo a la Sala Tercera porque hay que matizar que en la cúspide de la pirámide judicial está el Tribunal Supremo, que tiene cinco salas.
La justicia es mucho más que eso, pero si desde la cúspide se gestiona de una manera tan catastrófica una crisis como esta, esto degrada un poco la imagen de todo el poder judicial, como ya lo ha hecho, pero hay que poner de alguna manera las cosas en su punto justo.
Pero para quién no está dentro lo ve como un todo y se generaliza, eso parece que es normal y ocurre con todo, también con el periodismo, por ejemplo.
Es que el titular siempre es que la justicia está por los suelos. Quiero recordar que los jueces han dictado sentencias en temas de corrupción, de violencia de género, de cláusulas suelo, de hipotecas, etc. Han actuado y yo creo que el sistema judicial es la última esperanza de un ciudadano en una sociedad democrática.
«El sistema judicial es la última esperanza de un ciudadano en una sociedad democrática»
Han solucionado, pero tardando mucho y dejando a mucha gente por el camino…
Uno de los medios para conseguir una cierta ineficacia de la justicia es no dotarla de los medios suficientes. Basta simplemente con comparar las oficinas judiciales de muchos pueblos y capitales de provincias. Hay edificios judiciales que todavía son oficinas siniestras si las comparamos con las de otros servicios, como por ejemplo Hacienda, donde hay un sistema informático maravilloso y donde todo es luminosidad, mármol, acero y cristal.
«Uno de los medios para conseguir una cierta ineficacia de la justicia es no dotarla de los medios suficientes»
Entonces claro, a veces uno, siendo un poco malvado, piensa si lo que el poder espera de la justicia es un determinado grado de ineficacia, sobre todo en los temas más importantes y que pueden inquietar al poder político y económico.
¿Cómo se puede aceptar lo que parece una intromisión del poder económico directamente en el poder judicial?
Si tú has colonizado una situación, el colonizador responde en sintonía, que para eso está donde está. Cuando el propio Presidente de la Sala Tercera te dice que se han perdido seis mil millones de euros en un día en la bolsa, ¿dónde está ese dinero perdido? La verdad es que fue muy catastrófica toda la gestión de esta crisis.
¿Y cómo se va a poder solucionar esto?
La gestión ha sido fatal, la decisión que tomaron era la peor de las posibles y la más inesperada. Decía el Presidente del Tribunal Supremo que la ley es confusa, pues claro, como todas las leyes, si fueran perfectas no habría sistema judicial.
Ahora bien, que la jurisprudencia es evolutiva es evidente, de hecho tiene que serlo. El tema es que el cambio no sea gratuito, sino que sea razonado y en base a qué razones está justificado. Creo que el cambio que se hizo en esas tres sentencias primeras responde a una reflexión serena, razonada y contundente, y la vuelta atrás es un borrón de tinta muy gordo en la página.
La respuesta del Gobierno ha sido la modificación de ley para aclarar la actuación desde ahora. ¿Eso les va realmente a preocupar a los bancos?
Es una manifestación del cabreo que le ha supuesto al Gobierno, porque la argumentación del quiebro de recuperar la vieja jurisprudencia, cuando ya hay tres sentencias…
Hace unos días decía el Alcalde de Rivas-Vaciamadrid, en una entrevista, que el Gobierno se justifica por tener seguridad jurídica e igualdad en la ley, y añadía: “Yo tengo seis recursos de la Fundación Municipal de la Vivienda, en tres me han dado la razón y en tres me la han quitado”. ¿Esto es seguridad jurídica? Porque tres fueron los que motivaron el cambio de jurisprudencia y los otros tres, junto con los que vengan a posteriori, son los que vuelven a la jurisprudencia inicial de que el pago lo tiene que hacer el ciudadano. Desde el Gobierno creo que, ante esta situación, se sigue la tangencial de abusar del decreto ley.
¿Es el decreto ley una figura para utilizar en casos así?
Luego hay que ratificarlo y no creo que haya problema en ello, pero es una fórmula que se utiliza con excesiva frecuencia y sin mucha justificación.
Podemos pedía que se legislara con carácter retroactivo y así obligar a los bancos a devolver lo anterior. Si eso se hiciera y luego Europa dijese que no es correcto, ¿qué pasaría?
No lo sé, porque es un tema técnico del que tampoco tengo una idea muy clara, pero sí recuerdo que la Sala Primera, respecto al tema de las cláusulas suelo, dijo que el efecto retroactivo lo era hasta un determinado punto. Fueron a Luxemburgo y les dijeron que no, que el efecto retroactivo es todo. Esto evidentemente va a terminar en Luxemburgo, porque el ejecutivo, como respuesta tajante a la vuelta que hizo el Supremo, sacó ese decreto ley sin efecto retroactivo ni nada. Esto puede ir a Luxemburgo y ya veremos lo que dicen.
En el debate de la Sala Tercera se planteó una solución intermedia, que unió a los dos extremos, como ocurre siempre: se mantienen pero sin efecto retroactivo. Se perdió por 17 a 11, creo recordar, siendo los 17 quienes querían volver a la situación anterior. Pero vamos, yo creo que ahí fue el Presidente quien impidió ya el tema, porque a este hombre no le gustan los plenos, pero resulta que en una sala los plenos tienen que ser algo cotidiano, así que si no te gustan…
Lo rematamos en los días posteriores, cuando se ´anuncia` quien va a ser el nuevo Presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sin que se hayan elegido ni los vocales, que a su vez los verdaderos encargados de elegirle.
Totalmente. Hay un artículo que explica cómo se elige el Consejo General del Poder Judicial. Hay que partir de una evidencia, que es que ningún ejecutivo quiere un poder judicial realmente fuerte y con medios, simplemente lo tolera y trata de pastorearlo, por así decirlo.
«Ningún ejecutivo quiere un poder judicial realmente fuerte y con medios, simplemente lo tolera y trata de pastorearlo»
Yo siempre he dicho que la legitimidad de un juez no está en su origen democrático, ya que puedes tener un origen democrático y estar en las antípodas de los valores constitucionales, valores que curiosamente no forman parte del IBEX ni se juegan en la Bolsa. La verdadera legitimidad de un juez, y la que se le debe exigir, es una legitimidad de ejercicio, del día a día, pero este discurso siempre cae en el olvido porque no interesa.
Es cierto que el Consejo no dicta sentencias, por eso se llama Consejo General del Poder Judicial, porque no tiene el poder de jurisdicción, pero sí tiene un poder muy importante, que es el de nombrar a la cúpula judicial.
«El CGPJ no dicta sentencias, pero nombra la cúpula del poder judicial»
¿Ésta ha sido una tónica habitual?
El cambio cualitativo fue el nombramiento, durante el Gobierno de Zapatero, de Carlos Dívar como Presidente del Tribunal Supremo. A la víspera de que se reunieran los vocales, el Presidente del Gobierno se descuelga y dice: “Ya estamos de acuerdo, el presidente va a ser este y el vicepresidente va a ser este”.
En el siguiente Consejo pasó exactamente lo mismo, pero fueron dos días antes. Ahora hemos dado un gran paso adelante, y antes de que se nombre a los vocales ya se sabía a quién tenían que nombrar esos vocales. Yo ya he dicho que este es un sistema de padrinos y apadrinados, pero claro, esto ya es un ´estrambote` porque el apadrinado lo es antes de que nazca el ahijado.
«Es un sistema de padrinos y apadrinados»
La verdad es que es un tema en el que vamos cuesta abajo, y por eso siempre digo que la ley de bronce del Consejo es que cada uno ha hecho bueno al anterior. Ha habido alguna excepción, pero fundamentalmente la situación es de un divorcio absoluto entre la carrera judicial y el Consejo General del Poder Judicial, pero eso a los políticos no les interesa.
«La ley de bronce del CGPJ es que cada uno ha hecho bueno al anterior»
¿Crees que se ha valorado que el ciudadano deje de confiar en el sistema judicial?
Lo que hay que decirle es que la Justicia está ejercida no por el Consejo, sino por los jueces; que el Consejo es un órgano político y que está en un proceso de degradación importante, y esto lo está acreditando. Las asociaciones judiciales y de fiscales no se han mordido la lengua en censurar agriamente ese pacto que supone un salto cualitativo.
El Consejo de Europa ya ha dicho que esta forma degrada el sistema judicial español y que la elección tiene que ser por jueces y entre jueces.