‘Brexit means brexit’ exclamó Theresa May al presentar su candidatura para suceder a David Cameron como Primer Ministro, allá por julio de 2016. Han pasado más de dos años desde entonces, y lo cierto es que todavía nadie parece saber realmente qué significa ‘Brexit’.
La hora, eso sí, ha llegado. El 30 de marzo de 2019 caduca el plazo máximo que la Unión Europea (UE) otorgó a Reino Unido para aprobar un acuerdo de salida. Sin embargo, entrados ya en el último mes, May aún no ha conseguido que la propuesta firmada con Bruselas reciba el visto bueno del Parlamento británico.
Más de 2.000.000 de turistas británicos vienen a la Costa Blanca cada año, 67.000 inmigrantes afincados en nuestra provincia proceden de este país y se calcula que nuestras exportaciones con Reino Unido nos generan unos 275 millones de euros. Todo ello, está más en el aire que nunca. Se respira incertidumbre, preocupación y sobre todo, desinformación.
Caos total en Reino Unido
Fue la derrota más dura de un gobierno en el Westminster desde los años 40. Theresa May llevó al parlamento el acuerdo que había firmado con la Unión Europea, pero fue rechazado por 432 votos contra 202. Inmediatamente los laboristas presentaron una moción de censura contra May, que tampoco fue aprobada.
Así, el Reino Unido se encuentra instalado en una especie de limbo en el que no se descarta casi ningún escenario. En el caso más que probable de que May no consiga hacer cambiar el sentido de su voto a más de 100 diputados antes del día 30, Reino Unido estaría fuera de la Unión sin ningún tipo de legislación vigente más allá de lo que rige el Derecho Internacional común.
Habría entonces un vacío legal en el que no quedarían muy claros los derechos de sus ciudadanos en los países de la Unión, los de los europeos que residen en el Reino Unido, el marco legislativo de las empresas que negocien con este país, los documentos que precisen los turistas, el estatus de Gibraltar, etc.
Llegados a ese punto, la UE podría conceder una prórroga a Reino Unido para darle más tiempo a aprobar el acuerdo, convocar elecciones o incluso celebrar un segundo referéndum. Pero todo esto ya es una hipótesis. “Pase lo que pase, mi país ya es un caos” nos asegura Margaret Hales, residente británica en Benitachell y representante de la organización ECREU (Expat citizens Right in EU) en Alicante.
Los británicos residentes en España podrán votar o presentarse en las próximas elecciones municipales de mayo
Agreement
En nuestra provincia el británico es el inmigrante más numeroso de todos, por encima de los marroquís, rumanos, argelinos, rusos, alemanes, etc. Concretamente estamos hablando de unas 68.000 personas. La mayoría son jubilados, aunque aproximadamente un 15 % tienen su empleo aquí. Aunque no cuentan como empadronados, también son muchos los que tienen una segunda residencia en la Costa Blanca para las vacaciones. Asimismo, no podemos olvidarnos de los ERASMUS y demás estudiantes.
El acuerdo firmado entre Reino Unido y la Unión Europea es muy favorable sobre todo para los residentes, pues en la práctica les mantiene casi todos sus derechos como ciudadanos comunitarios de forma vitalicia.
Si se aprobase el ‘brexit agreement’, todos aquellos británicos empadronados en Alicante antes del 30 de marzo podrán seguir residiendo, trabajando o estudiando exactamente igual. Pagarán los mismos impuestos, seguirán accediendo a la Sanidad española y tendrán las mismas condiciones para solicitar el permiso de residencia.
El único cambio trascendental es que perderán su derecho a libre circulación en la UE, teniendo que presentar pasaportes o visados en regla, lo cual podría afectar especialmente a los trabajadores.
Estos privilegios incluso se mantendrían también a los futuros hijos que pudieran tener, ya fueran nacidos en España o en Reino Unido. Pero claro, todo esto depende de que el Westminster aprobara el acuerdo este mes, algo que ahora mismo parece ciencia ficción.
«Somos invisibles para el gobierno británico. Solo España se está preocupando de nosotros» M. Hales (ECREU)
No agreement
Por tanto pongámonos en el peor de los casos. ¿Qué pasaría si May no consigue aprobar el acuerdo, ni tampoco la Comisión Europea le concede una prórroga?
Aquí cada país tendría que establecer sus propias condiciones, es decir, negociar por su cuenta con Reino Unido. “Es increíble, pero el gobierno español parece mucho más concienciado que el británico en ayudarnos. Nos están dejando tirados, somos invisibles para Londres” se queja Margaret.
Igual opinión tiene Joe Eilkington, concejal socialista por San Fulgencio. “Estoy muy triste de que dejemos de ser ciudadanos europeos, pero al mismo tiempo tranquilo porque hay muy buena voluntad por parte del gobierno español para no dejarnos tirados” nos asegura.
Joe sabe que podrá presentarse a las próximas municipales del 26 de mayo, porque una de las pocas cuestiones que han confirmado ambos gobiernos es que los británicos mantendrán su sufragio activo y pasivo en España.
Jubilados, trabajadores y estudiantes británicos
Ahora bien, el resto de cuestiones no están tan claras. “Aquí hay muchos aspectos en juego. La sanidad, la residencia, el comercio, los impuestos, etc. Todo esto requiere que se firmen acuerdos bilaterales entre Reino Unido y España que no se pueden negociar en un fin de semana y dejarlos listos para el 1 de abril. Las negociaciones se demorarían meses” avisa Francisco Llopis, director del Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (INECA).
Algo que preocupa especialmente a los pensionistas británicos es el mantenimiento de sus permisos de residencia no lucrativa, es decir, lo que se exige a un extranjero no comunitario para vivir en España sin trabajar. Según nuestra legislación, el interesado tiene que demostrar que percibe unos ingresos anuales superiores a 26.000 euros. Si ya de por si algunos británicos no llegan actualmente a esa cifra, más difícil aún lo tendrán si la libra continúa depreciándose.
Situación irregular
Por otra parte, los más de 10.000 trabajadores británicos que viven en Alicante podrían encontrarse en situación irregular a partir del 30 de marzo. En principio el gobierno español ha anunciado la creación de un ‘Plan de Contingencia’, que mantendría sus derechos de residencia y Seguridad Social por un plazo a determinar. Aún así, las empresas difícilmente podrán incorporar más, pues todos precisarán de un Certificado de Registro UE con fecha anterior al 29 de marzo.
Para todos, existe la norma general de que todos los extranjeros que llevan más de cinco años residiendo legalmente en España pueden solicitar la residencia definitiva.
En el caso de los estudiantes, aquí el misterio es aún mayor ya que quien sufraga el 80 % de las becas ERASMUS no es España sino la UE. Ahora mismo solo están garantizadas las del presente curso académico. Algunas universidades españolas están negociando convenios particulares por su cuenta con universidades británicas, mientras que otras directamente han eliminado las plazas de entrada y salida a dicho país.
Alicantinos en Reino Unido
En cuanto a los alicantinos y españoles que residen en Reino Unido, su estabilidad también va a depender en gran grado de que May consiga aprobar el acuerdo en el Westminster.
De hacerlo, serían considerados aún como ciudadanos comunitarios con los mismos derechos que cualquier británico hasta 2020. Durante todo este tiempo tendrán que solicitar el estatus de inmigración, incluso si ya lo habían hecho antes. Es probable, eso sí, que el gobierno británico suba la tarifa de este trámite ante un posible aluvión de demandas.
Al igual que en España, la ley británica ampara que se pueda solicitar la residencia fija si se lleva más de cinco años residiendo legalmente en Reino Unido.
La película cambia completamente ante la posibilidad del ‘No agreement’. El coordinador de Brexit en el Parlamento Europeo, Guy Verhofstadt, ha advertido que muchos derechos de estos ciudadanos se pueden ir al limbo, lo cual les haría especialmente vulnerables a sufrir discriminaciones laborales. Aunque nadie en Reino Unido se plantea realizar deportaciones en masa, si podrían perder sus permisos si estos ciudadanos abandonasen voluntariamente Reino Unido de manera temporal.
El gabinete May asegura estar trabajando para que nada de esto suceda, aunque de momento solo ha garantizado plenos derechos a los ciudadanos irlandeses (por la existencia de acuerdos ya firmados entre los países de la Commonwealth).
La provincia de Alicante perdió 150 millones de euros en 2018 a consecuencia del Brexit
El Brexit y la economía alicantina
Ahora bien, el Brexit no solo afecta a los británicos o a los residentes en Reino Unido. De todos es sabido que las estrechas relaciones que tenemos con esta nación es uno de los principales motores económicos de la provincia de Alicante.
Por esto en INECA están tratando de cuantificar exactamente cuál será el impacto que sufra la Costa Blanca a partir del 30 de marzo. “El sector turístico, el inmobiliario, el agrícola y el industrial se van a ver perjudicados, incluso aunque haya acuerdo. Un divorcio puede ser por las buenas o a las bravas, pero siempre va a ser un divorcio” nos asegura Francisco Llopis.
De hecho, según su último estudio publicado el Brexit ya ha producido un impacto negativo para la provincia por valor de unos 150 millones de euros en pérdidas solo durante el año 2018. Todo ello, aún teniendo en cuenta que la salida del país británico todavía no se ha producido.
«El sector agrícola alicantino saldría especialmente perjudicado de un Brexit duro» F. Llopis (INECA)
Exportaciones
Antes del referéndum celebrado en 2016, eran más de 700 empresas alicantinas las que exportaban productos directamente al Reino Unido. Ahora son 619. “En realidad hay más afectadas, porque algunas practican un comercio indirecto con el exterior. Por ejemplo, si una industria de Ibi vende plásticos a otra sociedad española que a su vez vende a Inglaterra, también puede haber sufrido una bajada de ventas” apunta Llopis.
El calzado, las frutas y las hortalizas constituyen el 60 % de las exportaciones alicantinas al país británico. “La agricultura es especialmente sensible al Brexit, porque son productos perecederos. Si no hay acuerdo, puede ocurrir que los camiones necesiten más tiempo para cruzar las fronteras británicas, y el género llegará menos fresco y apetecible. El calzado no tiene este problema” nos explica el director del estudio.
Actualmente las exportaciones a Reino Unido generan unos 275 millones de euros anuales a nuestra provincia.
Sector inmobiliario y turismo
En el terreno inmobiliario, Alicante vendió el pasado año un 10% menos de viviendas a ciudadanos británicos que en 2015. Esto ha supuesto una bajada de unos 50 millones de euros.
Curiosamente, en el ámbito turístico la caída ha sido menos drástica. Los británicos siguen siendo los visitantes extranjeros que más vienen a la Costa Blanca, incluso después del quiebre de la compañía aérea Monarch, que ofrecía varias rutas entre Reino Unido y el Aeropuerto del Altet que ya no existen.
“Yo no creo que nunca dejen de venir, las razones por las que eligen Alicante continuarán existiendo. Después del Brexit seguiremos teniendo sol, playas y buena gastronomía. Ahora bien, el gasto medio de cada turista británico sí puede menguar. Su moneda sigue cayendo y la economía británica no pasa por su mejor momento. Si vienen con 1.000 libras, ya no las van a poder cambiar por tantos euros como antes” nos apunta Francisco Llopis.
De hecho, En 2017 los turistas británicos dejaron casi 1.500 millones de euros en la Costa Blanca, mientras que este último año no ha llegado a 1.350 millones.
Turismo sanitario
El futuro del turismo sanitario sí que se antoja todo un misterio. Durante años los británicos se han aprovechado continuamente de la superior cobertura sanitaria gratuita que ofrece la Seguridad Social española respecto a su país. El gobierno español consentía este fenómeno, en parte obligado por las leyes europeas, y también porque percibía una compensación económica desde Downing Street.
Sin embargo, si los hijos de la Gran Bretaña pierden su tarjeta sanitaria europea, todo esto queda en el aire.
Los beneficiados del Brexit
En total INECA calcula que las relaciones con el Reino Unido generaron unos 2.187 millones de euros el pasado año que, como antes decíamos, fueron unos 150 millones menos que en el curso anterior.
Ahora bien, Llopis también nos avisa que hay algunos sectores o profesionales que pueden sacar tajada de todo esto. “Siempre que se produce un gran cambio, alguien consigue obtener beneficios de ello. Por ejemplo, ahora entrarán en vigor nuevas regulaciones y normativas. Muchos asesores jurídicos y especialistas en la materia podrán beneficiarse”.
Igualmente, si el número de certificados y permisos exigidos aumenta, también harán falta más trabajadores en la Administración. “Tarde o temprano el gobierno tendrá que crear nuevas plazas para las oficinas de extranjería o para las aduanas” añade el director de INECA.
El 12 de marzo Theresa May volverá a intentar que el Westminster apruebe el acuerdo con Bruselas
Muchas preguntas en el aire
En definitiva, muchas preguntas y pocas respuestas claras. El próximo 12 de marzo Theresa May volverá a someter a votación el acuerdo con la UE en el Westminster. Si el parlamento lo rechaza (lo más probable), al día siguiente se votará solicitar oficialmente una prórroga a Bruselas.
Aún así, el plan de Theresa May deja varias preguntas en el aire. ¿De cuánto tiempo sería esta prórroga? ¿Durante este tiempo se intentará negociar otro acuerdo, insistir con el mismo o convocar otro referéndum? ¿El referéndum sería sobre el acuerdo, o sobre el mismo Brexit? ¿Qué pasa si la Unión Europea no concede esta prórroga?
Doble nacionalidad
Por si no hubiera ya poca leña en el fuego, cabe recordar que la mayoría de los británicos ‘alicantinos’ no dominan demasiado bien el idioma español. Esto les dificulta aún más enfrentarse a laberintos y odiseas burocráticas.
Algunos incluso están pidiendo que el gobierno español les conceda la doble nacionalidad, un privilegio que actualmente España solo reconoce a ciudadanos procedentes de países que antaño fueron territorio español: Iberoamérica, Portugal, Guinea, Filipinas, Guinea y Andorra.
Este mecanismo solucionaría de cuajo todos los problemas y preocupaciones de muchos británicos afincados en nuestras tierras, aunque quizás pudiera parecer un tanto discriminatorio hacia los inmigrantes de otras nacionalidades que no pueden acceder a él a pesar de ser más numerosos, como los marroquís o rumanos.
«Muchos de mis compatriotas están volviendo a Reino Unido, por si acaso» J. Eilkington (concejal de San Fulgencio)
Posible retorno
“Yo no estoy excesivamente preocupado, pero sé que muchos compatriotas míos van a volverse a Reino Unido, por si acaso. Sinceramente ni creo que haya acuerdo ni le veo sentido a otro referéndum. Lo mejor que podríamos hacer es volver a convocar elecciones” opina el concejal de San Fulgencio, Joe Eilkington.
“La mayoría de los británicos que conozco quisiéramos quedarnos aquí para siempre. Consideramos que Alicante ya es nuestra casa. Yo pensaba que viviría tranquila en Benitachell el resto de mi vida. Esto ha sido una sorpresa horrible que nos está amargando la jubilación” se lamenta Margaret Hales.
La representante de ECREU está convencida que si el Brexit duro se confirma, muchos británicos emprenderán el camino a casa. “Retornar es una decisión muy difícil en la que juegan muchos factores. El dinero, las condiciones de vida, la salud, la familia… Cada hogar tendrá que enfrentarse a este duro dilema”.