Se nos viene encima una sesión maratoniana de democracia en Alicante. Este 28 de abril se celebran las elecciones generales de España y las autonómicas de la Comunidad Valenciana. Un mes más tarde, el 26 de mayo, votaremos las municipales y europeas.
Aunque la democracia española pueda albergar aún muchas deficiencias, lo cierto es que actualmente está reconocida como una de las 20 mejores del mundo según el Democracy Index, que considera a España como “una democracia plena”.
Eso sí, esto de poder elegir a nuestros representantes era algo impensable en otras épocas. ¿Cuándo empezamos los alicantinos a votar?
Lucentum
Para encontrar las primeras muestras de democracia en nuestra tierra, tenemos que irnos a la Antigua Roma. Aún siendo esto de votar un invento griego, los romanos lo copiaron en parte y así llegó a la antigua Hispania.
No disponemos de ningún tipo de registro o acta electoral de aquella época, pero hace unos años apareció una lápida en Lucentum de un tal Marco Popilio Ónico. En ella dice (se puede visitar en el MARQ) que financió unas termas. Normalmente estas obras públicas solían ser construirlas por los políticos, para ganarse la simpatía de los ciudadanos. Por tanto, me gusta considerar al buen Marco como nuestro primer alcalde electo.
El primer alcalde alicantino democráticamente electo fue Eleuterio Maisonnave
Elecciones para los ricos
A partir de aquí tenemos un periodo de oscuridad democrática que durará dos milenios. Las primeras elecciones oficiales que se celebran en España no llegarán hasta las famosas Cortes de Cádiz convocadas en 1810, en las que apenas pudieron ser partícipes los propios gaditanos al estar el país en medio de una guerra contra la Francia de Napoleón.
Alicante tendrá que esperar un poco más, hasta 1820. Se suceden entonces una serie de ´elecciones` cerradas tan solo a los ciudadanos varones más ricos del país, y acompañadas de innumerables golpes de estado.
No fue hasta 1869 que Alicante pudo elegir a su primer alcalde votado por sufragio universal masculino. Fue el republicano Eleuterio Maisonnave (sí, el de la avenida Maisonnave) que además llegaría a ser también ministro durante la Primera República.
Los pucherazos
Al caer la República entramos en un periodo de cinco décadas en el que todas las votaciones eran descaradamente amañadas para que siempre fueran ganadas por los partidos monárquicos (Partido Conservador y Partido Liberal), mientras que los republicanos y carlistas no tenían ninguna oportunidad real.
Con la llegada del siglo XX los liberales consiguen hacerse fuertes y ganan todas las votaciones en Alicante. Algunos de los alcaldes más famosos de esta época fueron José Gadea o Federico Soto (también con sus correspondientes avenidas). Sin olvidar tampoco al liberal José Canalejas, elegido diputado por Alcoy, quien llegó a ser presidente del gobierno.
Los republicanos alicantinos, aunque este sistema de pucherazos nunca les permitió llegar al poder, acabaron superando a los conservadores y convirtiéndose en primera fuerza de la oposición en el Ayuntamiento. En 1910 incluso consiguieron una sorprendente victoria, cuando el republicano José María Esquerdo fue el candidato más votado en la ciudad para las generales.
Joaquín Chapaprieta ha sido el único presidente del gobierno español elegido por Alicante, fue durante la Segunda República
Segunda República
La dictadura de Primo de Rivera supone el fin de esta pseudo-democracia, hasta que en 1931 se convocan las primeras elecciones municipales auténticamente libres del siglo XX. En Alicante los republicanos arrasan obteniendo 29 concejales contra 10 monárquicos. Lorenzo Carbonell es investido alcalde.
Así comenzó la caótica Segunda República en la que nunca más se volvieron a convocar elecciones municipales, pero sí hasta tres generales en cinco años. En los comicios de 1933 pudieron votar por primera vez las mujeres, con victoria de la izquierda en la ciudad pero de la derecha en la provincia. Como curiosidad, también fue nuestra primera y única elección que se organizó a doble vuelta.
Precisamente uno de los diputados alicantinos electos, el torrevejense Joaquín Chapaprieta, llegó a ser presidente del gobierno por unos meses. Ésta es la primera y última vez que un diputado votado por la ciudad de Alicante ha presidido España.
Durante el Franquismo fue electa Ana Ballenilla, la primera mujer diputada por Alicante
Las ‘elecciones’ del Franquismo
La Dictadura Franquista acabó con cualquier conato de democracia durante sus primeros años. Eso sí, desde 1948 permitió algo parecido a unas elecciones municipales, en las que se podía elegir a un tercio del pleno municipal pero solo entre candidatos afines al régimen.
Curiosamente fue durante el Franquismo cuando Alicante eligió ‘democráticamente’ a su primera mujer diputada de la historia. Fue en 1967 (primeras elecciones generales celebradas en España desde 1936), siendo la más votada en nuestra provincia la candidata alicantina Ana Ballenilla.
Final feliz
En la Transición al fin consolidamos la democracia que nunca debimos perder. Desde 1976 los alicantinos hemos votado hasta en 43 ocasiones (contando también los referéndums de la Constitución, la OTAN y la Constitución Europea, en los que siempre venció el Sí). En 1983 celebramos por primera vez unas elecciones autonómicas y en 1987 en unas europeas, ambas ganadas por el PSOE.
El Partido Popular ha sido el gran dominador de la ciudad de Alicante en los últimos tiempos, pues desde 1993 ha ganado hasta 25 elecciones consecutivas. Sus candidatos Luis Díaz Alperi y Sonia Castedo tienen el honor de haber sido el alcalde más votado y la primera mujer elegida alcaldesa de la historia de Alicante respectivamente.
Ahora nos llegan cuatro nuevos comicios más, el pasado queda atrás, y todos los partidos buscan escribir una nueva página en la historia política alicantina. Gane quien gane, conviene siempre recordar que la democracia es un bien que costó siglos conseguir y al que nunca hay que dar por hecho, sino seguir tratando de mejorarla y reforzarla cada día.