Entrevista > Francisco Panalés / Máster en igualdad de género y miembro de ECULGE (Murcia, 17-enero-1972)
El grupo de investigación de economía, cultura y género de la Universidad Miguel Hernández (ECULGE), plantea sus estudios con perspectiva de género de forma interdisciplinar combinando las perspectivas jurídica, tecnológica, económica y antropológica, y analizando las relaciones sociales entre ambos sexos.
En este grupo colabora Francisco Canales, organizador del primer congreso de hombres frente al machismo que reunió en Elche a asociaciones de hombres por la igualdad de diferentes zonas del territorio nacional, dispuestos a promover la transformación de la sociedad hacia la igualdad, superando el esquema sexo-género que genera tanta desigualdad y sufrimiento, además de decenas de asesinatos al año.
Son hombres de todas las edades y a todos los une el cuestionamiento de la masculinidad tradicional y de los estereotipos de género asociados a ella. Condenan las múltiples expresiones de las violencias machistas, y consideran que la violencia de género es la punta de una pirámide de violencias que debe debilitarse desde la base.
¿Cómo se organizan estas asociaciones y grupos de hombres por la igualdad?
Generalmente en torno a dos líneas muy claras de trabajo: una más hacia el interior, todo un trabajo personal de deconstrucción de la propia masculinidad a través de un proceso grupal en el que se abordan los diferentes aspectos que tienen que ver con ella, al estilo de los grupos de autoconciencia del feminismo radical de los setenta.
Otra, más relacionada con el activismo y la incidencia política, por medio de campañas y otras actuaciones de sensibilización social. Y todo desde un sentimiento de alianza con el feminismo.
Últimamente empiezan a oírse voces, desde ciertos sectores políticos, contrarias a la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. ¿Qué le parece esto?
Da la sensación de que vivimos un momento de ruptura con peligro de regresión. Muchos de los consensos construidos además sobre bases empíricas, empiezan a ser alegremente cuestionados tirando de pueriles eslóganes.
Pretender colocar patas arriba la Ley Orgánica de Violencia de Género, la cual fue aprobada por unanimidad de todos los partidos políticos en diciembre de 2004 y ratificada posteriormente por el Tribunal Constitucional, y me parece un despropósito que rezuma ignorancia jurídica y suena a música de reacción patriarcal, amén del oportuno interés electoralista.
«Hay que empezar a invertir en programas que trabajen con varones que tienen problemas con la violencia a un nivel de detección precoz»
¿Se puede hacer algo contra ello?
Contra esto, ver abarrotadas de mujeres y hombres las avenidas de la inmensa mayoría de ciudades de España con motivo de las manifestaciones del 8 de marzo, nos da un aliento de esperanza.
Por otro lado sí que soy partidario de empezar a invertir en programas que trabajen con varones que tienen problemas con la violencia a un nivel de detección precoz, y no esperar a que estén cumpliendo condena en prisión para impartirles un cursillo.
«Es necesario fomentar modelos de masculinidad y feminidad igualitarios e incentivar productos culturales bajo este paradigma»
¿Qué medidas cree que serían las más interesantes para propiciar un mayor avance hacia la igualdad efectiva de mujeres y hombres?
Los permisos de maternidad y paternidad, iguales e intransferibles, y las listas cremallera para los procesos electorales, me parecen dos medidas de calado. Es necesario fomentar modelos de masculinidad y feminidad igualitarios e incentivar productos culturales bajo este paradigma.
«Empiezan a salir a la luz nuevos casos de manadas que parecen un copia y pega»
¿Cuál es su visión ante casos tan mediáticos como el de la ´manada`?
Pues en primer lugar, desde mi punto de vista, urge actualizar nuestro ordenamiento jurídico al haberse mostrado inadecuado y no actualizado para enjuiciar los hechos. Recordemos que en 1995 se produjo un cambio en el Código Penal, pues se interpretaba la violación como un delito contra ´la honestidad de la mujer`, y se borró el término ´violación` al llevar aparejado ´mujer violada`, considerado por aquel entonces estigmantizante por los estudios victimológicos. Aparecieron en su lugar las ´agresiones` y ´abusos` sexuales.
Por otro lado, señalar que no es una sola ´manada`, no es sólo el caso este de los chicos de los Sanfermines, empiezan a salir a la luz nuevos casos que parecen un copia y pega, por lo que no nos encontramos ante un hecho aislado sino tal vez ante una cierta tendencia.
¿Considera algún otro tema relevante para que ocurran estas agresiones?
A esto yo uniría el aumento del consumo de prostitución entre los más jóvenes, que curiosamente coincide con un momento histórico donde contamos con mayor libertad sexual. Y es que no puedo dejar de preguntarme si ambos hechos tienen puntos en común.
En mi opinión, el avance de las mujeres y la cultura de la igualdad han provocado que algunos hombres hayan sentido tambaleado su pedestal patriarcal, y buscan situaciones que les hagan experimentar el poder hacia las mujeres que consideran que les corresponde.
¿Qué despertó su inquietud por trabajar en el ámbito de la igualdad de género y las masculinidades igualitarias?
En 2008 me llamaron para trabajar en un programa de prevención de violencia de género denominado ´Conocer para cambiar la mirada`. Una de las actuaciones consistía en desarrollar talleres en institutos de educación secundaria.
Evidentemente íbamos allí a sensibilizar al alumnado, aunque la consecuencia más directa para mí fue que finalmente me acabé sensibilizando yo. Descubrí como reproducía los denominados ´micromachismos` sin ser consciente de ello, al tiempo que tomaba conciencia del enorme impacto y consecuencias que la socialización de género ejerce en nuestras vidas.
A partir de aquí, tanto a nivel personal primero, conectándome con asociaciones de hombres por la igualdad y leyendo sobre masculinidades, como desde una vertiente profesional después cursando un máster en igualdad y género, me fui progresivamente acercando a este campo.