Un nombre que se ha perdido en la memoria de muchos, y que bien podría tener una calle dedicada en su pueblo natal, es el del médico Joaquín Candela Ardid. Nacido en Crevillent y convertido en uno de los profesionales de la medicina referentes de Alicante en la primera mitad del siglo XX, aunque él destacara todavía más por otra faceta: la musical.
Fue un 22 de septiembre de 1886 cuando Joaquín veía sus primeras luces en una familia de comerciantes. Siendo todavía niño sus padres decidieron mudarse a Madrid, para abrir una tienda de productos textiles crevillentinos, tales como alfombras, cortinas, manteles, etc.
Su familia se mudó a Madrid para abrir una tienda de alfombras y textiles crevillentinos
Estudios de Medicina y Música
A Joaquín Candela le dio por decantarse hacia la rama de la Medicina, y estudió en la Universidad Complutense de Madrid. Aquí se hizo amigo entre otros de Gregorio Marañón, entonces compañero suyo de clase.
Al tiempo que estudiaba para convertirse en médico, el joven crevillentino también sentía una gran devoción por componer piezas musicales. Así pues, decidió matricularse en el Real Conservatorio de Madrid. El hecho de residir en la capital de España le permitió poder acudir a un gran número de zarzuelas y obras de teatro que sin duda avivaron su mente. En 1906 tuvo su primera gran oportunidad, cuando le encargaron escribir la música para una obra homenaje a Miguel de Cervantes.
Lo cierto es que Candela siempre resultó ser un gran estudiante en todas las materias que emprendió. En Medicina se licenció con honores y se especializó en oftalmología. Respecto a la música, se decantó por la composición y el violín.
Médico en Alicante
Aún logrando todos estos éxitos académicos y su vida en la gran ciudad, nunca perdió el contacto con su pueblo natal. Prueba de ello es que fue uno de los impulsores de la construcción del Teatro Chapí en 1914.
De hecho, años después se casaría con la crevillentina Carmen Magro. Establecieron su residencia familiar en la calle Bailén de Alicante, donde Joaquín Candela también tenía su consulta médica. Además ejercía en el Instituto Antitracomatoso de la misma ciudad.
Los niños no tardaron en llegar, aunque por desgracia los dos primeros nacieron con problemas de salud y fallecieron aún siendo bebés. Afortunadamente, luego vinieron cuatro más completamente sanos y fuertes: Carmen, Joaquín, María Luz y María Isabel. La familia tuvo que buscarse un hogar más amplio, por lo que se trasladaron a la Rambla.
Joaquín Candela se convirtió en uno de los médicos más reconocidos de Alicante, y también a nivel provincial. Llegó a ser concejal de Sanidad en el Ayuntamiento de Alicante durante cuatro años durante la Dictadura de Primo de Rivera. Incluso en los últimos compases de su vida, se destacó por su lucha ante las enfermedades que surgieron durante la Guerra Civil y la Posguerra debido a la ausencia de alimentos y las precarias condiciones de la época.
Joaquín Candela está considerado como uno de los inventores de la musicoterapia
Músico en toda España
Sin embargo, aquello que le dio fama más allá fuera de las fronteras de nuestra provincia fue su música. Algunas zarzuelas escritas por Candela Ardid llegaron a los teatros de Madrid, Barcelona o Valencia.
Su obra cumbre fue ‘Luis el bufanda o el Caballero del alto plumero’, una parodia humorística de la zarzuela ‘Luisa Fernanda’ de Federico Moreno Torroba, que se estrenó con gran éxito en el Teatro Nuevo de Barcelona en 1944. Antes de este gran éxito, Joaquín ya había triunfado con otras zarzuelas como ‘Sor Angélica’, ‘El clown bebé’, ‘La cruz del chantal’ o ‘La ruta de don Quijote.
Además también escribió pasadobles, como uno denominado ‘Las mulillas’ que le valió para ganar el primer puesto del concurso musical de las Hogueras de San Juan de 1946. Ese fue su último gran logro musical, pues fallecería apenas unos meses después.
Fue un médico pionero en utilizar terapias musicales con sus pacientes
La vida de Joaquín Candela Ardid fue una continua combinación de música y medicina. Incluso supo conjugar sus dos grandes pasiones, pues fue uno de los médicos pioneros en utilizar terapias musicales con sus pacientes. Llegó incluso a publicar un libro científico al respecto, ‘La música como medio curativo de las enfermedades nerviosas’, en el cual aparece por primera vez escrito el término ‘musicoterapia’.
Ya que actualmente no tiene ningún homenaje ni recordatorio, ni en Crevillent ni en Alicante, quizás la mejor manera para recordarle sea justo así, usando la música como remedio para los problemas de la vida.