La Fundación Española de la Tartamudez (TTM) define la tartamudez como una alteración de la fluencia del habla, caracterizada por frecuentes repeticiones o prolongaciones de sonidos, sílabas o palabras, en la que el individuo sabe lo que quiere decir, pero al mismo tiempo el discurso queda interrumpido involuntariamente.
Afecta a un 1% de la población mundial adulta y a un 5% de la población infantil, o lo que es lo mismo, más de 800.000 personas en toda España. Gracias a las investigaciones en el campo de la neurociencia realizadas en 1990, se puede afirmar que la tartamudez tiene una base neurológica que puede llegar a conducir, como consecuencia de la misma, a miedos, ansiedades, inseguridades y baja autoestima en el individuo.
Afecta a una de cada 100 personas de la población mundial adulta
Detección precoz
En un mundo donde la comunicación condiciona nuestras experiencias desde la propia infancia, la tartamudez puede llegar a ocasionar graves consecuencias en el menor de edad si no se gestiona de una manera eficaz.
Por ello, el mejor momento para actuar siempre será cuanto antes porque aún no han aparecido conductas secundarias como las muletillas, fuerza, evitación, ansiedad, etc. “Es muy frecuente que en el colegio los alumnos con tartamudez lleguen a negar saber una respuesta ante un determinado problema por temor a exponerse”, señala la vicepresidenta de la Fundación Española de la Tartamudez, Yolanda Sala Pastor.
«Hay que crear una red de logopedas especializados» Y. Sala (vicepresidenta)
Formación específica
Por este motivo, ante la aparición de esos primeros saltos o bloqueos en el niño, los expertos recomiendan acudir a un logopeda especialista en tartamudez, porque “a los cinco años de edad todavía aún no está automatizado el patrón del habla y con un trabajo específico con el profesional e incorporando a la familia en la gestión diaria se pueden llegar a reducir las difluencias” señala.
Sin embargo, uno de los problemas a los que se enfrentan es la falta de formación en materia de tartamudez. “Ponemos de manifiesto la necesidad de reivindicar una nueva concepción y tratamiento de la misma. Aprovechamos esta ventana para reclamar a los profesionales la necesidad de una nueva forma de relacionarse con la tartamudez, desde el conocimiento y la especialización. Estamos orgullosos de los grandes profesionales con los que contamos en Alicante y Murcia, pero hay mucho que hacer para crear una red de logopedas especializados que cubran las necesidades de nuestras familias” añade.
Exclusión laboral
En el caso de los adultos “el objetivo nunca puede ser el tartamudeo cero, sino que vamos a centrarnos en comunicar de una manera cómoda y sin sentimientos negativos asociados” dado que, sino, “esto nos puede llevar a encerrarnos en una cárcel limitante dominada por la ansiedad anticipatoria” pudiendo desembocar, a su vez, en uno de los grandes hándicaps a los que se enfrenta el colectivo desde hace años: la exclusión social y laboral.
Según la Fundación Española de la Tartamudez, hasta en un 80% de los casos se les rechaza en un proceso laboral. “Nos encontramos con casos en el que ante mejor currículum, se nos descarta de la entrevista personal, no por falta de méritos, sino por los prejuicios del entrevistador”.
Ante esta difícil situación, la campaña de este año de la TTM girará en torno a la inserción laboral, para “comprometer el tejido empresarial y dejar de tener que demostrar constantemente nuestra valía como trabajadores. Somos más que el tiempo que tardamos en hablar” critica Yolanda Sala Pastor.
Solicitan que la tartamudez pase a estar considerada como una discapacidad
Lucha activa
Para terminar con las barreras en materia de inserción laboral, desde la TTM solicitan que la tartamudez pase a estar considerada como una discapacidad, ya que únicamente por tartamudez no se alcanza el 33%, porcentaje mínimo para poder acogerse a sus adaptaciones. “La tartamudez nos puede condicionar en el desempeño de nuestra carrera profesional, a la hora de acceder a puestos de trabajo en la administración pública, alcanzar una progresión curricular…” defiende Sala Pastor.
Por ello, el 22 de octubre, con motivo del Día Internacional de la Tartamudez, saldrán a la calle con el objetivo de mejorar la calidad de vida de todo el colectivo y favorecer la inclusión y participación como ciudadanos con pleno derecho.
Curiosidades históricas
La tartamudez es tan antigua como la aparición del habla. Desde la antigüedad se le han atribuido diversos orígenes y tratamientos.
Algunos casos son el de Aristóteles, quien llegó a la conclusión de que las personas tartamudeaban porque pensaban más rápido de lo que podían hablar; el físico Febricus Hildanus cortaba el frenillo de la lengua, ya que partía de la hipótesis de que el anormal grosor del frenillo impedía que la lengua se dirigiera adecuadamente hacia el paladar o los dientes; y Bluemel planteó que era un defecto auditivo.