Entrevista > Salvador Ferrández / Poeta y deportista (Crevillent, 9-agosto-1974)
Dejó los estudios siendo joven para ayudar en la economía familiar. Desde hace 25 años trabaja en la industria del baño. Ahora está felizmente casado y admite que su gran debilidad son sus tres hijas: Paula, Carla y Victoria.
Aún con todas estas obligaciones laborales y familiares, Salvador Ferrández Ramírez ha tenido tiempo para ser futbolista, ganar diversas competiciones de atletismo y escribir dos libros de poemas. Difícilmente encontrarán un crevillentí que aproveche mejor las 24 horas del día que él.
Empezando por el deporte, tu carrera comenzó con el fútbol. ¿Dónde jugaste?
He militado en varios equipos, siempre en Tercera División y Regional Preferente. Jugaba de mediocentro defensivo.
En atletismo, entre otros logros, ha sido campeón por equipos con la Selección Española en el europeo de la competición por montaña
Y luego cuando te retiras del fútbol, pasas al atletismo.
Sí, aquí tengo un palmarés bastante extenso. He sido cuatro veces campeón provincial y tres veces autonómico de campo a través, la última vez en 2017. Antes en 2012 había sido quinto en el campeonato de España, en Granollers. También he ganado varias carreras populares de la Comunidad Valenciana y Murcia.
Respecto a la competición en montaña, en 2016 fui el tercer clasificado en el campeonato nacional, y quinto en 2017. En el Campeonato de Europa celebrado en Barcelona he sido quinto a nivel individual y campeón por equipos como parte de la Selección Española.
«Trabajo diez horas diarias, entreno otras dos, dedicó tiempo a mis hijas y luego escribo por la noche»
Lo que más me impresiona es que todos estos éxitos en atletismo los consigues ya con treinta y muchos años, o incluso superando los cuarenta. ¿Cuál es tu secreto para competir tan bien a tu edad?
Un sacrificio enorme. Saco tiempo de donde no lo tengo. Trabajo una jornada laboral de diez horas, y durante seis días a la semana dedicó dos horas diarias a entrenar. Es un orgullo muy grande para mí haber conseguido todos estos títulos aún sin ser profesional.
Aunque en realidad cuando subo al pódium, siento que debería acompañarme mi mujer Laura porque es ella quien se encarga de todo mientras yo estoy fuera. Sin ese compromiso mutuo, sería imposible haber alcanzado tantos éxitos.
Y por si fuera poco, también has publicado dos libros de poemas.
Sí, el primero se titula ‘Alma etérea’ y yo mismo lo edité en enero de 2018, tras ser galardonado con el segundo premio en el I Certamen Internacional de Poesía Maribel Sansano con Ámbito Cultural.
El segundo se llama ‘Amores a la carta’ y fue publicado por la editorial ACEN a finales del pasado año. Además algunos poemas y microrrelatos míos han sido seleccionados en el III Concurso Internacional de Versos Compartidos de Uruguay.
«Mis poemas son fruto de una necesidad de soltar algo que llevaba dentro desde siempre»
Eres un poeta relativamente reciente. ¿De dónde te ha venido esta vocación?
En realidad, aunque no haya publicado poemas hasta 2018 los llevaba dentro desde siempre. Son de estas cosas que exteriorizas cuando pasa la vida y sientes que debes hacerlo. Ha sido más bien una necesidad, el final de una búsqueda incesante para encontrar la manera de vaciarme interiormente, soltar amarras y saltar del precipicio de los sentimientos sin miedo a la caída.
He encontrado una forma de reflejar mi propio yo en el espejo de las palabras. Esas que nunca se dicen en voz alta. La poesía me miró a los ojos y yo le devolví la mirada. Desde entonces somos cómplices de los secretos que se esconden en lo que escribo. Creo que ahora somos una fusión de algo, que sinceramente aún no se que es, pero la necesitamos. Mucho más yo, pues la poesía es universal y yo solo soy un aprendiz de poeta.
Siempre me ha intrigado cómo los poetas conseguís que os venga la inspiración. ¿Hay algún truco efectivo para llamar a las musas?
No lo hay. Incluso cuando estoy en el trabajo voy siempre con un papel y lápiz, porque a veces me vienen de repente y como no las aproveche en el momento luego las pierdo para siempre. Las musas son como una estrella fugaz, tienes que estar muy atento para verlas. En ocasiones es solo una frase, o incluso una palabra, y sobre ello estructuro todo el poema. La inspiración tiene muchas caras.
«Escribo con sencillez, que no con simpleza»
Para quien no te haya leído todavía, ¿cómo definirías tu estilo?
Me hacen mucho esta pregunta, y la verdad es que no creo tener un estilo concreto. Escribo sobre lo que siento, lo que me fluye por la cabeza. Muchas veces es un lastre o una carga del que necesito desprenderme en ese momento.
Sí te diría que todo lo que escribo tiene un punto en común, son situaciones cotidianas reales como la vida misma. A veces incluso con nombres y apellidos escondidos en las letras de los poemas. Seguramente por eso muchos lectores se sienten identificados con mis poemas. Aunque todos somos diferentes, lo cierto es que la vida nos suele poner en situaciones similares. Por eso escribo con sencillez, que no con simpleza.
Mis poemas no son para catedráticos, sino para gente de a pie. Es una escritura callejera y urbana, de bares de copas y de tiendas en épocas de rebajas. Intento que no se tenga que leer dos veces para entender su significado.
¿Importa mucho el estado emocional?
Desde luego mi estado emocional juega una importante baza. Aquellas preocupaciones que laten en mi vida dejan huella en mis poemas. Al final esto me reconforta, y me ayuda a buscar paz interior. Quizás mi estilo se pueda definir como intimista. También me rebelo contra las injusticias, y me gusta reivindicar algunos aspectos de la sociedad. Pienso que las palabras se las lleva el viento, pero que todo lo escrito puede dejar constancia para las generaciones venideras.
Quizás la poesía actual peque de estar un poco desconectada con el público en general.
Estoy de acuerdo. Afortunadamente las nuevas generaciones de poetas ya se están adaptando más a todo tipo de lectores. Por ejemplo me gusta mucho Marwan, Elvira Sastre, Ojeda, etc. Todo ellos están haciendo algo muy bueno por la poesía y están alcanzado bastante éxito con un estilo más urbano y cercano a la gente.
Mucha gente joven concibe la poesía como un sinónimo de aburrimiento, cuando no tiene porque ser así. La poesía abarca muchos géneros y muchas formas de escribirla, y puede hacer disfrutar a lectores de todos los gustos.
¿Estás preparando ahora un nuevo poemario?
Ahora mismo estoy en una fase lectora. Quiero leer mucho más, es una asignatura pendiente y de aquí surgen muchas ideas. Una vez que empiezas a publicar te invaden las ganas de escribir y escribir, pero no quiero hacerlo de cualquier manera. Siempre intento priorizar la calidad sobre la cantidad. Claro que tengo cosas escritas, pero quiero darme tiempo.
Necesito preguntártelo. ¿De dónde sacas el tiempo para compaginar trabajo, familia, deporte y escritura?
La verdad es que no lo sé (risas). Normalmente empiezo a escribir sobre las once de la noche, cuando las nenas se acuestan. Me pueden dar las tres o las cuatro de la mañana. El problema es que al día siguiente tengo que estar en pie a las seis para trabajar. Siempre digo que mis poemarios han sido a base de luz del flexo, la Luna acompañando en la ventana y cabezazos a la mesa cuando ya no podía aguantar más.
Salvador ha publicado ya dos poemarios: ‘Alma etérea’ y ‘Amores a la carta’
¿Dónde podemos conseguir tus poemarios?
Mi primer libro ‘Alma etérea’ es un poco complicado adquirirlo, porque tuve que autoeditarlo. De la poesía actual viven cuatro, y es muy difícil publicar grandes tiradas. Yo tengo aún varios ejemplares en casa, quien quiera puede pedírmelos a mi dirección de email salvadorferrandez.9@gmail.com o buscarme en Facebook.
El segundo libro ‘Amores a la carta’ sí fue publicado por la editorial ACEN, y quien quiera puede comprarlo en su página web. Cuesta 3,95 € en eBook y 13,95 € en papel.
«En Crevillent tenemos una cultura muy envidiable, pero debería haber más estructura y ayuda para la asociaciones»
En general, ¿qué te parece la vida cultural en Crevillent?
Somos un pueblo multicultural. Casi cualquier disciplina goza de muy buena salud, pues nuestras tradiciones están muy arraigadas. Tenemos muchos referentes dentro y fuera de nuestras fronteras que hacen que Crevillent sea conocido nacional e internacionalmente. Por ejemplo en canto, bandas de música, pintores, corales, escritores, grupos de teatro, artesanos de todo tipo, etc. Por no hablar de nuestras tan famosas fiestas.
Creo que gozamos de una diversidad en cultura muy buena, por encima de lo habitual, para un pueblo de unos 30.000 habitantes. Tenemos algo especial que hace que salgan artistas casi de cualquier rincón.
Quizás sí sufrimos una falta notable de estructuras y ayudas a las asociaciones culturales. Creo que nuestros gobernantes deben concienciarse más en que una cultura saneada solo se puede conseguir aportando los medios necesarios, más cuando es tan extensa y prolífera como la que existe en Crevillent. Todos debemos de arrimar un poquito más el hombro, porque la cultura es muy necesaria.