Los que ya peinamos alguna que otra cana todavía recordamos que en la Avenida de Europa de Benidorm, la principal vía de entrada a la ciudad, existían hace mucho, mucho tiempo unos campos de fútbol de aquellos en los que cualquier caída suponía llegar bien ‘lijado’ a casa. Nada de césped o hierba artificial. Gravilla pura y dura. De la de toda la vida.
Aquello desapareció para dar cabida a un Centro Cultural del que, durante demasiados años, sólo hemos visto una inmensa mole de ladrillo y hormigón inacabada. Un monstruo que, por buscarle alguna utilidad cultural, podría verse como una exposición brutal de la explosión de la burbuja del ladrillo y, con ella, del sueño (irreal, como todos los sueños) de aquella España del cambio de siglo en la que todo era posible.
Ahora, en el arranque de la tercera década de este siglo, parece que, al menos en parte, Benidorm contará con una infraestructura cultural a la altura de sus necesidades. “Las obras para finalizar la primera fase del Centro Cultural se retomaron recientemente”, confirma Lourdes Caselles, concejala de Urbanismo en el ayuntamiento de Benidorm.
La primera fase de las obras permitirá abrir al público algo menos de la mitad de sus instalaciones
Lugar para la música
La propia Caselles reconoce que esa primera fase de la construcción “se podría cuantificar en algo menos de la mitad del total inicialmente proyectado. Cuando se termine esta fase, tendremos en marcha las instalaciones más urgentes y quedará por afrontar la siguiente fase”, algo que para lo que Caselles y su equipo siguen trabajando con la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunitat Valenciana, encargada de este proyecto.
Caselles confirma, en ese mismo sentido, que “la finalización de esta primera fase de las obras permitirá poner en marcha el Conservatorio de Música, el Conservatorio de Danza y la sala pequeña, con cabida para 539 butacas”. Para más adelante, por lo tanto, quedarán otras estancias como una sala grande e infraestructuras como el aparcamiento.
Sea como fuere, el esperadísimo Centro Cultural de Benidorm, aquel que enterró las tardes de fútbol de varias generaciones de benidormenses y que se convirtió en símbolo de una época, comienza a ver la luz al final del túnel y pronto podrá, al fin, destinarse al uso que hace tiempo tendría que haber tenido.
«Podremos llevar allí los conservatorios de música y danza y tener un nuevo espacio donde poder celebrar eventos» / J.J. Pérez
Confianza en cumplir plazos
Una de las personas que, seguramente, con más ansia espera la llegada de abrir por primera vez las puertas del Centro Cultural es Jaime Jesús Pérez, concejal de Cultura de Benidorm. Será a él y a su equipo a quien les corresponda la labor de dotar de actividad a esta infraestructura. “Confiamos en que la Generalitat Valenciana cumpla con lo previsto y se terminen unas obras que para nosotros son muy importantes”, reconoce.
“Para la ciudad de Benidorm será un paso muy importante poder llevar allí los dos conservatorios de música y danza y tener un nuevo espacio donde poder celebrar eventos, conciertos o congresos”, reconoce Pérez.
«Nunca nos hemos visto en la situación de no acoger algún evento por falta de espacios» / J.J. Pérez
El edil de Cultura, pese a todo, no considera que Benidorm esté carente de espacios donde desarrollar actividades. “Nunca nos hemos visto en la situación de no acoger algún evento por falta de espacios. Benidorm siempre se ha sabido adecuar a todos los eventos. Tanto a los conciertos de verano, que son multitudinarios, como a otros para una cantidad menor de gente que se pueden hacer en la Calle Gambo, el Parque de l’Aigüera o el Castillo”.
Cultura en la calle
Tal y como recuerda Pérez, Benidorm ha ido sumando en los últimos años un buen número de espacios expositivos “como la Boca del Calvari, el Espai d’Art del ayuntamiento, l’Hort de Colón… Además, hemos creado el Benidorm Expone, que permite sacar exposiciones a la calle, algo que está muy bien porque acerca mucho al vecino y al visitante a la propia exposición”.
El diseño de la programación cultural de Benidorm, como gran potencia turística, no puede ser comparado con el de ningún otro municipio de la zona. Cuestionado sobre cómo se maneja la dualidad entre el interés del turista y del vecino en ese sentido, Pérez explica que “nuestro objetivo es programar para el turista y para el vecino, independientemente de la época del año en la que nos encontremos. Al final, el turismo está desestacionalizado y tenemos turismo todo el año”.
“Por ello, buscamos siempre programar para colmar las expectativas de los turistas y los vecinos”, elabora el concejal. “Es cierto que hay espectáculos o conciertos que pueden tener un carácter más llamativo para el turista, pero también puedes encontrarte, un domingo por la mañana, a la Unión Musica tocando en la calle”.
Grandes eventos y pequeños recintos
Muchos benidormenses conocen la ampliación del graderío del Estado Municipal Guillermo Amor como ‘la grada Rolling’ porque se construyó expresamente para que aquel recinto pudiera albergar a más espectadores con motivo de la banda de Mick Jagger a la capital del turismo.
La apuesta decidida por los grandes eventos, que llegaron a contar por aquel entonces con una concejalía propia, ha sido sustituida por una estrategia en la que actividades multitudinarias como el Low Festival conviven con propuestas más recogidas en perfecta armonía.
“Para nosotros, todas las propuestas tienen la misma importancia, es decir, la máxima”, asegura Jaime Jesús Pérez. “Cada asociación tiene el derecho a poder disfrutar de un espacio para realizar sus actividades y el Ayuntamiento los pone a su disposición para que celebren sus conciertos o espectáculos. En ese sentido, le damos la máxima prioridad a todos los eventos sin importar su tamaño”.