Cada tarde a las 16 horas comienza la subasta en la Lonja de Santa Pola, uno de los grandes puntos neurálgicos de compra-venta de pescado en el Mediterráneo español.
Hasta hace muy poco estas subastas solían llevar horas y horas. Tanto pescadores como pescaderos se quejaban amargamente de las condiciones precarias de estas instalaciones, y de cómo se eternizaba el proceso hasta incluso entrada la noche.
Todo eso cambió desde hace apenas un año gracias a un Fondo Europeo Marítimo de un millón de euros por el cual se pudo reformar el edificio de la Lonja. Entre otras obras, este dinero de la UE se invirtió en instalar una nueva doble cinta que ha permitido realizar las subastas en la mitad de tiempo.
Deterioro de las Casetas
Sin embargo, esta eficiente modernización de la Lonja contrasta enormemente con el deterioro que presentan las emblemáticas Casetas de Pescado (o Casetes del Peix) que están ubicadas a apenas unos pocos metros de distancia en el propio Puerto, frente a la Plaza de la Constitución.
De lunes a sábado los pescaderos abren sus pequeños cubículos a las seis de la tarde, tras comprar sus piezas frescas en la Lonja, y permanecen abiertos hasta cerca de las diez de la noche. Este año han visto caer drásticamente sus ventas por la epidemia y la consecuente ausencia de turismo, y por si fuera poco se enfrentan a un futuro incierto en el que no saben ni siquiera si podrán seguir ejerciendo su trabajo. Uno de los mayores símbolos de la Santa Pola pesquera, que ahora corre peligro de desaparecer.
«Ya Generalitat invierte en el Puerto de Santa Pola menos del 10% de lo que le corresponde por ley» R. José (C’s)
Abandono de las administraciones
“Las casetas se construyeron en el 86, pero ya décadas antes había puestos improvisados de pescado en el mismo lugar. La mayoría de los comerciantes somos los mismos de siempre, yo heredé el negocio de mi padre y ahora lo llevó con varios familiares. Esto es algo de todísima la vida” nos cuenta Antonio Molina, uno de los pescaderos.
La titularidad de estas casetas (al igual que del resto del Puerto) recae en la conselleria de Obras Pública de la Generalitat Valenciana, mientras que la concesión pertenece al Ayuntamiento. Una dualidad que ha llevado a que durante todas estas décadas ninguna de ambas administraciones se haya responsabilizado del mantenimiento de estas instalaciones, que con el paso del tiempo obviamente han ido padeciendo cada vez un mayor desgaste.
«Todos los alcaldes nos prometen soluciones, y llevamos 3 décadas de abandono» A. Molina (pescadero)
“A lo largo de todos estos años nos hemos reunido con todos los alcaldes. Promesas, promesas y más promesas. No sé cuantos planes de reformas nos han enseñado ya. Siempre suelen venir justo antes de elecciones, cada cuatro años la misma historia. Le echan la culpa de todo al anterior alcalde, pero luego tampoco hacen nada” se lamenta Antonio.
“Desgraciadamente el Ayuntamiento y la Generalitat llevan décadas pasándose la pelota mutuamente y nadie ha querido ponerle el cascabel al gato. Mientras tanto los puestos han quedado en condiciones cada vez más insalubres. Algunos incluso han ido cerrando” nos aduce Ramón José, portavoz municipal de Ciudadanos.
Deficiencias
Ahora mismo, de las 25 casetas existentes, hay tres vacías. Éstas son las que presentan un mayor estado de abandono. Azulejos rotos, pintura desgastada, cemento carcomido…
Además el desagüe común tiene un defecto de forma y se atasca frecuentemente. “Al estar al lado de la playa aquí entra mucha arena. Algunos bañistas incluso vienen a lavarse los pies sobre el conducto con una botella de agua. También se meten cigarros, papeles, ramas… Al final se acaba formando un tapón, porque solo hay un único tubo de salida para todas las casetas” nos explica Antonio Molina.
Otro problema reseñable es que las casetas son tan pequeñas, que los comerciantes ni siquiera pueden meter aquí una cámara frigorífica para conservar su género (algo obligatorio según las normas de Sanidad). “Algunos vendedores tenemos la cámara en casa, y quien no pues se apaña poniendo hielo en su propio vehículo personal. Así vamos tirando” nos explica el pescadero santapolero.
Gestión sin poder de actuación
Ya en el pasado mandato, cuando todavía era alcaldesa la socialista Yolanda Seva, el Ayuntamiento anunció un proyecto conjunto con el Grupo de Acción Local de Pesca Bahía de Santa Pola (GALP) para reformar estas históricas casetas. Sin embargo dicha iniciativa quedó supeditada a la consecución de fondos europeos, que finalmente no se obtuvieron.
Ahora, según nos explica la actual alcaldesa popular Loreto Serrano, el municipio de Santa Pola ni siquiera tiene ya potestad para realizar las obras aunque tuviera el dinero necesario. “Hace ya un par de años que venció la concesión. Lo que hizo entonces la Generalitat fue darnos una especie de prórroga provisional en precario, es decir, el Ayuntamiento mantiene la gestión pero no se pueden efectuar ninguna reforma” nos explica.
«Las Casetas son indispensables porque ayudan al sector pesquero, crean empleo y son un atractivo turístico» L. Serrano (alcaldesa PP)
¿Derribo definitivo?
La Conselleria de Obras Públicas todavía no ha manifestado públicamente cuáles son sus intenciones para cuando termine esta extraña “prórroga en precario” en 2021, pero muchos temen que la intención sea derribar definitivamente estas casetas.
La Generalitat no quiere que las Casetas continúen en el mismo lugar L. Serrano (alcaldesa PP)
“Antes de la llegada de la pandemia yo me reuní con la Conselleria para tratar este tema, y me dijeron que no quieren mantener los puestos en su actual ubicación. Yo les pedí una alternativa, porque estas casetas son muy necesarias tanto para el sector pesquero como crear empleo y atraer turismo. Sin embargo, desde entonces aún no me han contestado” nos asegura la alcaldesa Serrano.
“Ya en alguna reunión con el Ayuntamiento nos han insinuado que tal vez nos puedan ubicar en otro sitio. Yo lo veo muy complicado, porque todo el Puerto está bastante ocupado. Nosotros lo que queremos es quedarnos en este mismo lugar, porque es donde hemos estado toda la vida. Además aquí cumplimos una función muy importante reteniendo la arena en la playa” nos comenta el pescadero Antonio Molina.
Según el proyecto elaborado por el Ayuntamiento, la reforma de las Casetas costaría unos 150.000 euros
Nuevo proyecto
En el pasado pleno de junio, todos los partidos políticos que forman el pleno municipal de Santa Pola (PP, PSOE, C’s, Compromís y Vox), votaron a favor de una declaración institucional conjunta dirigida a la Generalitat. En este documento se aboga por mantener la ubicación actual de las casetas y solicitar una nueva concesión para poder rehabilitarlas por completo.
De hecho el equipo de gobierno municipal ya ha presentado una Memoria Valorada ante la Dirección General de Salud Pública en la cual se valora el coste de las obras en 150.000 euros.
“La mejor solución que tienen estas casetas es derribarlas y volver a construirlas, más grandes y anchas. El proyecto que nos ha presentado la alcaldesa parece que va en esa línea. Ojalá que se convierta en realidad, aunque nos han engañado tantas veces que ya nos cuesta confiar en un político” nos indica Antonio Molina.
«Lo que le faltaba al sector pesquero es que encima le quitemos los puestos de venta al público» R. José (C’s)
Vías legales
Así pues, parece que la clave fundamental para que este pretendido proyecto vea la luz radica en que el Ayuntamiento consiga renovar la concesión. “Tenemos dos caminos posibles. El primero es obtener una nueva gestión por 15 años, lo cual nos permitiría reconstruir completamente los puestos obteniendo financiación a través del GALP. La segunda opción que hemos planteado, por si la Generalitat pusiera problemas a la anterior, es que nos concedan una autorización administrativa de mínimo cinco años por la que también podríamos realizar las reformas” nos apunta Loreto Serrano.
El Consistorio santapolero incluso ha planteado al Consell una posible modificación de la Ley autonómica de Acompañamiento de Presupuestos, que podría facilitar el camino. “Nuestra idea es sacar los puestos a licitación, lo cual puede chocar con esta ley. En realidad es una norma pensada sobre todo para que las grandes empresas no puedan subarrendar espacios públicos en su propio beneficio económico. Por eso creemos que no debería aplicarse a los ayuntamientos, pues nosotros no tenemos ningún interés empresarial y solo pretendemos salvar las casetas en beneficio de nuestro pueblo” nos explica la alcaldesa.
“Creo que la clave es que todos los grupos políticos municipales estamos unidos en esta causa. La venta al público supone el 50% de los beneficios del sector pesquero. Ya han sufrido muchísimo últimamente con la pandemia, la caída del turismo, la bajada de la hostelería y las nuevas normativas que limitan los días y las zonas en las que pueden faenar. Muchos barcos pequeños van a desaparecer. Perder las casetas sería ya la última estocada para ellos” opina Ramón García, portavoz de Ciudadanos.
Obras menores
Aún a pesar de toda esta incertidumbre sobre su futuro y la caída de sus ingresos, recientemente los vendedores de las casetas se han aventurado a realizar varias obras menores de mejoras por su cuenta cuya necesidad ya percibían como casi extrema. “Ahora mismo no podemos invertir 40.000 euros en reformas porque no sabemos si la Generalitat nos va a derribar los puestos al año que viene. Así que simplemente estamos haciendo un pequeño lavado de cara. Repintar paredes, poner toldos para que el sol no pegue tanto al pescado y poco más” nos indica Antonio Molina.
“Hemos autorizado estas pequeñas obras desde el Ayuntamiento porque básicamente lo que están haciendo es adecuarlo a las normas sanitarias. Ahora mismo, por ley, no podemos dejarles hacer mucho más. Lo único que nos queda es esperar a que la Generalitat mueva ficha. Seguiremos insistiendo” promete la alcaldesa Loreto Serrano.
Falta de mantenimiento en el Puerto
Aunque quizás sea uno de los puntos más estimados por mucha gente del municipio, lo cierto es que las Casetas de Pescado no son ni mucho menos el único lugar del Puerto de Santa Pola que brilla por su falta de mantenimiento. De hecho recientemente el grupo Ciudadanos elevó una moción en el pleno municipal solicitando que la Generalitat cumpla con la Ley de Puertos, por la cual está obligada a invertir un 40% de los beneficios portuarios en las propias instalaciones marítimas.
“Es vergonzoso cómo se está ninguneando a Santa Pola desde el Consell. En 2019 deberían haber invertido hacia un millón de euros, y apenas se gastaron unos 60.000 euros” nos indica Ramón José.
Según denuncia la formación naranja, esta infrafinanciación no es ni mucho menos nueva sino que ya viene de bastante tiempo atrás. “La Ley de Puertos se aprobó en 2014 y nunca se ha cumplido en Santa Pola. El mantenimiento es mínimo, hasta el punto de que cuando algo se rompe normalmente le toca pagarlo a la Cofradía. Los tinglados de las redes están oxidados y la pintura de las instalaciones descolorida. Yo incluso he visto pescar por las noches sin luces en las farolas” nos asegura el portavoz de C’s.
Por esto la moción presentada solicita la constitución de un Consejo del Puerto de Santa Pola, a similitud de otras ciudades como Alicante o Denia, para que la gestión no recaiga únicamente en la Generalitat sino que también participen en ella el Ayuntamiento y el propio gremio de pescadores.
Barco-museo
Por otro lado, otro tema que también queda todavía pendiente en el Puerto es qué ocurrirá con el Barco-Museo Esteban González. Cerrado al público desde el pasado mes de diciembre debido a la falta de personal, desde entonces tan solo ha recibido alguna excursión escolar y poco más. Una situación que ha sido denunciada por algunos grupos de la oposición como Compromís, que acusó al equipo de gobierno de poner en riesgo el futuro del propio museo.
“Nuestra intención es recuperarlo y estamos en ello. Queremos hacer una oferta genérica para tener personal, pero aún no sabemos cuándo lo podremos reabrir” nos indica la alcaldesa Loreto Serrano.