Bajo las profundas aguas que rodean las Galápagos, esas islas que inspiraron algunas de las ideas más brillantes de Charles Darwin, las autoridades del parque nacional del archipiélago ecuatoriano han anunciado el hallazgo de hasta 30 nuevas especies de organismos no conocidos por la ciencia, hasta ahora.
Y es que esta pequeña porción del planeta Tierra aún sigue revelando nuevos descubrimientos biológicos y muchas sorpresas científicas.
Las aguas de la Reserva Marina de Galápagos acogen nuevos corales de colores vívidos y esponjas extrañas o incluso un pequeño puñado de crustáceos inusuales.
Durante un crucero de 10 días a bordo del buque de investigación EV Nautilus, los investigadores de la Fundación Charles Darwin utilizaron vehículos operados a distancia (ROV) para explorar el entorno de aguas profundas entre profundidades de 290 y 3373 metros. El equipo recolectó 90 especímenes biológicos que fueron preservados y enviados a expertos de todo el mundo para su análisis.
De los 90 especímenes recuperados, encontraron 30 especies y cinco géneros que no estaban descritos y eran nuevos para la ciencia. Esto incluye cuatro especies de langostas, una especie de coral copa gigante, 10 corales de bambú, tres octocorales, 11 esponjas y una estrella de mar quebradiza.
“Este hallazgo confirma que Galápagos es un laboratorio vivo con procesos biológicos y ecológicos en progreso y aún por explorar, lo que lo convierte en un sitio excepcional que se merece todos nuestros esfuerzos para ser conservado”, comentó Paulo Proaño, Ministro de Medio Ambiente y Agua de Ecuador.
Las amenazas
A pesar de su importancia para la biodiversidad, estos montes submarinos son vulnerables a la pesca de arrastre y otras actividades humanas destructivas. Afortunadamente, los montes submarinos dentro de la Reserva Marina de Galápagos están protegidos contra tales prácticas, pero este hallazgo nos muestra que debemos hacer más hincapié en preservar este hábitat.
Sarah Romero