Entrevista > Isabel Ortuño / Exjugadora de balonmano (Elda, 16-marzo-1982)
Ha ganado una Champions League, tres ligas españolas, dos copas de la Reina, una liga danesa y una copa danesa. Ha disputado 103 partidos con la Selección Española y anotado 288 goles. Es la única deportista eldense que ha sido olímpica hasta la fecha. Algunos todavía la definen como la mejor lateral zurda que ha tenido el balonmano femenino español en toda su historia. Una plaza y un monolito llevan su nombre en su pueblo natal.
Isabel Ortuño Torrico es una leyenda viva del balonmano. Retirada ya hace algunos años de las canchas, ahora se dedica a entrenar en la cantera del CB Elda Prestigio. A pocos días de empezar la pretemporada, nos concede esta entrevista para rememorar su gloriosa carrera y compartir sus sensaciones de cara a esta campaña deportiva tan incierta.
¿Cómo te metiste en esto del balonmano?
Fue a los siete años en el equipo de mi colegio, el Juan Rico y Amat. Quien realmente me enganchó al balonmano fue mi primer entrenador Juan Francisco Machado. Yo solía jugar con las chicas que eran un año más mayores.
Quizás si hubieses nacido en otra localidad sin tanta tradición de balonmano nunca habríamos descubierto a una gran jugadora
Pues seguramente. En mi colegio se respiraba un gran ambiente de balonmano, era el deporte principal. Muchas veces eso depende incluso de los propios gustos de la dirección del centro.
¿Siempre jugaste de lateral?
De pequeña iba por todos los lados de la cancha (risas), pero cuando ya teníamos algo de uso de razón y nos posicionamos pues me puse en el lateral. En Dinamarca llegué a jugar alguna vez de extremo.
¿Recuerdas tu debut en el Elda Prestigio a nivel senior?
Llegué a la cantera en octavo de EGB, pero sinceramente no recuerdo mi primer partido oficial en la Liga. Tengo muy mala memoria para estas cosas. Debía tener unos 15 años.
¿Y en la Selección Española?
Ese sí. Fue un partido contra Holanda en Madrid, que me salió redondo. Todo el mundo estaba flipando conmigo, incluida yo misma. Tenía 16 años en aquel momento.
Por aquel entonces ganáis la primera Liga de la historia del club. Todo un hito deportivo para Elda.
Teníamos un gran equipo, con varias jugadoras de fuera y un grande como era Ángel Sandoval que nos entrenaba muy en serio. Aunque recuerdo aquel título con sensación agridulce, porque me lesioné y me tocó verlo desde la grada.
¿Qué partidos recuerdas con más cariño en el Elda Prestigio?
Hay muchísimos. Por ejemplo, uno en Volgogrado (Rusia) que jugué muy bien, o por supuesto el último, antes de irme a Dinamarca, en el que ganamos la Liga contra el Itxaco.
«La afición de Elda siempre ha apoyado mucho al balonmano femenino y se volcó con nosotras»
Hasta entonces Elda no estaba acostumbrada a ganar títulos deportivos, y menuda fiebre por el balonmano femenino generasteis.
Sí, había muchísima afición. Recuerdo cómo la vieja Poli se ponía a reventar, y luego cuando estrenamos el Ciudad de Elda (Florentino Ibáñez) en una Copa de la Reina también se llenó hasta las gradas superiores.
Elda siempre ha correspondido mucho a este deporte. La afición no se empezó a desilusionar hasta que el club pegó el bajonazo económico y descendió administrativamente.
Te vas con solo 22 años a Dinamarca, considerada la mejor liga del mundo. Por aquella época no era muy normal que jugadoras españolas ficharan por equipos extranjeros.
Nada normal, yo fui la primera (risas). Todo fue un poco surrealista, yo era una niña que nunca había salido de mi casa y me costó creerme que el Viborg danés estuviera realmente interesado por mí.
La primera vez que intentó ficharme fue el año anterior, pero yo ya me había comprometido con el Elda Prestigio a continuar un año más. Dejé pasar por delante un tren sin saber si iba a volver a presentarse a mi puerta, pero al verano siguiente me llamaron otra vez.
«En Dinamarca las jugadoras de balonmano salen en las portadas de las revistas del corazón»
Supongo que el balonmano en Dinamarca estaba mucho más profesionalizado que en España.
Absolutamente. Por aquel entonces era el deporte rey en Dinamarca, por encima incluso del balonmano masculino. Ten en cuenta que acababan de ser campeonas olímpicas en Atenas 2004. Recuerdo que mis compañeras salían constantemente en las revistas danesas del corazón.
¿Tú también tenías paparazzis siguiéndote?
No, no (risas). Yo era la niña españolita que pasaba un tanto desapercibida al lado de aquellas grandes ídolos nacionales.
Y cuando una niña españolita de 23 años gana la Champions League… ¿qué más le queda ya por hacer en el balonmano?
Poco, desde luego. Pero aquella Champions fue muy especial tanto para las jóvenes como para las más veteranas, porque el año anterior habíamos caído en semifinales por penaltis y teníamos todas esa espinita. Éramos un equipo muy fuerte, con algunas de las mejores jugadoras del mundo.
Entonces, ¿por qué abandonas aquel equipazo para volverte a España?
Pues mira, después de tres temporadas yo estaba muy a gusto en Dinamarca y cuando el Viborg me ofreció renovar por otros dos años iba a aceptar. Sin embargo mi padre quería tenerme más cerca de casa, y además mi novio encontró trabajo en España. Al final la familia siempre tira. Y en aquella época las vídeollamadas de Skype eran un desastre, se cortaban cada dos minutos (risas).
El Sagunto llevaba un tiempo interesado en contratarme y tenía un buen proyecto deportivo que me acabó convenciendo.
«En el Mar Alicante me sentí más importante que nunca, tirando del carro en el equipo»
De Sagunto pasas al Mar Alicante, donde te conviertes en la auténtica líder del equipo.
Ni mucho menos era yo sola, el Mar Alicante hizo varios fichajes de calidad y formamos una plantilla muy buena. Aunque sí que es cierto que quizás fue el momento de mi carrera donde yo me he sentido más importante, con la sensación de tirar del carro.
Es que tú metías la mitad de los goles. Recuerdo que las defensas te miraban con terror…
Un poco (risas). Cada uno tiene sus roles, y yo siempre he sido una jugadora de meter goles. De todas formas precisamente en el Mar Alicante fue donde aprendí a defender mejor, que era una carencia que arrastraba desde siempre y algo de lo que me siento bastante orgullosa de haber sabido evolucionar.
Yo como espectador alucinaba cuando jugabais contra equipos europeos con presupuestos mucho mayores… y les ganabais.
Es que la llegada de Sandoval revolucionó totalmente el club. Nos metió mucha caña y nos sacó de dentro algo que nosotras mismas desconocíamos tener. Ninguna pensábamos ser capaces de alcanzar una final de Recopa de Europa.
Una lástima que un equipo tan brillante, subcampeón de Europa, de repente se va al traste y desaparece. ¿Qué ocurrió?
Honestamente, no lo sé. Yo siempre he sido de mantenerme al margen de los asuntos económicos e institucionales. Imagino que fue un problema de mala gestión, de querer abarcar más de lo que se podía. Ya en el último año sufrimos retrasos en los pagos.
Y con el fin del Mar Alicante, se acaba también Isabel Ortuño. ¿Por qué te retiraste con solo 29 años? Si estabas en tu mejor momento…
Pues porque yo siempre había dicho que me retiraría justo en mi mejor momento. Nunca quise sentirme arrastrándome por la cancha, pretendía dejar un buen recuerdo a todos los aficionados. Y precisamente en mi último partido marqué el gol de la victoria ante el Elda Prestigio que dio al Mar Alicante la clasificación europea.
Además, ten en cuenta que había sufrido muchos problemas en las rodillas, por lo que había dejado la Selección Española unos años antes. Sentí que necesitaba un cambio drástico en mi vida.
«Mis lesiones me hicieron más fuerte mentalmente. De los palos también se aprende»
Que calvario has tenido siempre con las lesiones…
Lo he pasado muy mal, las rodillas han sido mi talón de Aquiles. Imagínate lo que fue sufrir dos triadas seguidas a los 16 y a los 17 años. Aunque en cierta manera te confieso que también he sacado cosas positivas de estas lesiones, porque me hicieron madurar como persona. Claro que fueron una putada, pero me volví más fuerte mentalmente. Quizás gracias a ello fui mejor jugadora en mis últimos años. De los palos siempre se aprende.
¿Supongo que tendrías ofertas bastante jugosas cuando te retiraste?
Pues unas cuantas. Me llamaron de Francia, Hungría, España… En aquel momento me sentía un poco abrumada, porque yo no quería jugar más. Hoy las recuerdo con cariño, supongo que significan que lo había hecho bien en el Mar Alicante.
¿No te arrepientes de no haber aguantado un par de años más?
Alguna vez cuando veo un partido gordo por la tele pues sí que me pica el gusanillo. Pero de verdad que creo que tomé la decisión correcta. Además, como en seguida me puse a entrenar en la cantera del Elda, no he tenido realmente tiempo para echar de menos el balonmano.
Llevas ya ocho años entrenando con niñas… ¿Para cuándo tomar un equipo a nivel senior?
De momento no lo veo, mis niñas me llenan mucho y creo que puedo hacer mucho bien en la base. Me paso todo el día con ellas, quizás por eso no tengo hijos (risas).
«Ahora el balonmano femenino tiene mucha más repercusión mediática en España»
El nivel actual del balonmano español femenino es excelente, son subcampeonas del mundo. Si en 2021 se celebran por fin las Olimpiadas y el Mundial de España, ¿tenemos posibilidades de Oro?
Yo creo que sí. La verdad es que hoy en día el balonmano femenino tiene una repercusión en España mucho mayor que en mi época. Las jugadoras actuales son más conocidas de lo que éramos nosotras y tienen un gran nivel.
«Es evidente que la Liga española ha perdido nivel pero tenemos buena cantera y lo iremos recuperando»
Sin embargo muchas de las jugadoras de la Selección están en el extranjero. De hecho, desde tu Mar Alicante en 2012 ningún equipo español ha llegado a otra final europea. ¿Qué ha pasado con nuestra liga?
Es evidente que el nivel ha caído mucho. Durante los años de la crisis la mayoría de las jugadoras españolas potentes se fueron, y las extranjeras dejaron de venir porque no había dinero para fichajes.
Ahora mismo hay muy buenas jugadoras en España, pero todavía son jóvenes y necesitan varios años de preparación. Afortunadamente seguimos teniendo entrenadores que son de los mejores del mundo, así que yo creo que es cuestión de tiempo.
¿Hay buenas promesas en el CB Elda?
La que más está destacando es Zaira Benítez, pero también hay otras chicas rindiendo a buen nivel y con minutos en el primer equipo. A estas edades es complicado saber quién llegará, porque algunas evolucionan más lento y otras pegan un subidón de golpe.
En cualquier caso, yo no creo en la filosofía de formar a las niñas solo para ganar, es un error obsesionarlas con el triunfo a esta edad. Mi objetivo siempre es que vayan tomando conciencia de equipo. Ya sufrirán la presión por ganar cuando sean adultas y cobren por ello.
¿Ves al equipo senior en División de Honor a corto plazo?
Es muy complicado. Necesitan ganar muchos partidos para subir. Tampoco creo que el club esté preparado a nivel económico. Con sinceridad, yo no lo veo.
Afortunadamente ahora el Elda Prestigio tiene una directiva sensata que sabe gestionar sobre seguro para que no vuelvan a ocurrir los errores del pasado. Ellos son conscientes de los recursos existentes, y que si no se puede este año pues toca esperar otra oportunidad. Yo confío mucho en este club.
¿Qué va a pasar con esta temporada? Algunos equipos de ASOBAL han tenido positivos…
Ahora mismo ni siquiera sé si empezaremos según el calendario oficial de la Federación. Nosotras comenzamos los entrenamientos a principios de septiembre y tenemos un protocolo sanitario bastante estricto, pero todo está en el aire. Ten en cuenta que mis niñas llevan desde marzo paradas sin jugar, y esto es un problema. Tienen unas ganas enormes de volver, pero no sé lo que nos vamos a encontrar.
Con toda esta crisis, ¿tardarán mucho en regresar los sponsors al balonmano?
Va a costar tiempo. Todos sabemos que ahora mismo la economía en España no es buena. Los sponsors grandes ya no existen, solo nos quedan algunas empresas que dan pequeñas cantidades.
Para terminar. ¿Qué consejo le darías a una niña deportista que sueñe con tener algún día una plaza y un monolito en su pueblo?
Con el trabajo se puede conseguir grandes metas. Por supuesto que parte del talento depende de nacer con ello, pero algunas personas a base de esfuerzo logran llegar a un nivel que nadie se esperaba. Yo siempre recomiendo disfrutar con lo que haces, porque si no te gusta es difícil triunfar.
Ayer mismo vi la película Rudy, un chaval en el que nadie creía y al final logra ser un gran jugador de fútbol americano. Nunca hay que dejar de soñar.