Coincidiendo con el día de su efeméride, la talla de San Rafael ha vuelto a presidir la hornacina ubicada en la fachada de la vivienda del número 2 de la calle que lleva su nombre, en pleno corazón del casco histórico de Petrer, muy cerca de la plaça de Dalt.
Tras el desplome del techo de la vivienda que albergaba la hornacina de San Rafael y su posterior declaración en ruina el pasado año, la talla de San Rafael fue retirada para evitar daños y asegurar su conservación, mientras se llevó a cabo la demolición de la vivienda ante el peligro que suponía.
Una vez cerrado el solar con una tapia, se ha construido una nueva hornacina que es presidida de nuevo por la talla del arcángel San Rafael, “algo muy demandado por los vecinos del casco histórico en este tiempo”, según ha indicado el concejal de Cultura y Patrimonio, Fernando Portillo.
Durante este tiempo, la imagen del santo, protector de caminantes y enfermos y que comparte efeméride con los arcángeles Gabriel y Miguel, día de los Santos Ángeles Custodios, se ha mantenido a buen recaudo en el Museo Dámaso Navarro.
Tal y como apunta la cronista oficial de Petrer, M.ª Carmen Rico, “esta calle se conoce desde tiempo inmemorial como San Rafael, tal como consta en documentos de 1819 y como se describe en un bello relato aparecido en el diario liberal de Alicante, El Día, que explica el origen del nombre de esta vía en una noticia publicada en 1920”.
Rico también añade que “en el número 2 de esta angosta calle, en el primer piso, a la altura media del balcón, se hallaba una imagen del santo en bulto redondo, en el interior de una hornacina excavada en la fachada de la casa, de forma rectangular, con una pequeña moldura de yeso en la parte superior, probablemente de finales del siglo XIX, cuando se construyó la casa, siendo varias las imágenes que se han sucedido hasta hoy, al ser propiedad de los dueños de la casa o de sus arrendatarios”.