Entrevista > Vicente Arques / Alcalde de l’Alfàs del Pi
Hace año y medio Vicente Arques arrancó su cuarta legislatura (la tercera con mayoría absoluta) al frente del ayuntamiento de l’Alfàs del Pi. Su mandato iba a estar protagonizado, sobre todo, por las inversiones procedentes de los fondos que la Unión Europea (UE) concedió al municipio meses antes de los comicios de 2019.
Pero al mandatario alfasino, como a todos sus homólogos del mundo, los planes le saltaron por los aires el pasado mes de marzo, cuando una pandemia de la que se venía hablando varias semanas explotó y nos confinó a todos en casa.
Mirando al 2021
Al equipo de gobierno de l’Alfàs del Pi aquel momento le pilló con unos presupuestos recién aprobados y con una hoja de ruta que, si bien pretende mantener, se vio profundamente alterada. Y no tanto por el confinamiento en sí, que también; sino por las derivadas posteriores, sobre todo económicas, que han obligado a todas las administraciones a redirigir buena parte de sus esfuerzos en intentar, como se suele decir, no dejar a nadie atrás.
Con el año a punto de terminar y con la vista ya puesta en un 2021 en el que la promesa de una vacuna debería de significar el comienzo de la vuelta a la normalidad -falta ver hasta qué punto eso será posible-, Arques se ha sentado con Aquí en l’Alfàs del Pi para repasar lo que han dado de sí estos doce meses que todos estamos deseosos de dejar atrás.
«El trabajo de un Ayuntamiento no es semanal ni mensual, por lo tanto, las inversiones e infraestructuras que se están haciendo llevaban programadas desde 2019»
Todo lo sucedido este año, ¿ha trastocado muchos sus planes en términos de inversiones y puesta en marcha de proyectos previstos?
En el plano de las inversiones y las infraestructuras no nos hemos visto especialmente afectados. Hay que tener en cuenta que el trabajo de un Ayuntamiento no es semanal ni mensual. Hablamos siempre de trimestres, semestres e incluso años y, por lo tanto, todas las inversiones e infraestructuras que se están haciendo llevaban programadas desde el año 2019.
Lo que sí ha cambiado es la agenda cultural, deportiva, festera, residentes… En definitiva, ha cambiado el funcionamiento normal de la sociedad y, por lo tanto, del propio municipio. Lo hemos visto con la anulación de las fiestas patronales y la desaparición de la agenda cultural y deportiva.
«En 2021 será cuando podremos valorar si en este último año hemos conseguido planificar actuaciones de infraestructuras y edificación. Yo creo que sí»
Volviendo a la cuestión de las inversiones, ¿cómo calificaría los últimos doce meses?
No ha sido un mal año en ese sentido, todo lo contrario. Sin embargo, insisto en que este año hemos recogido los frutos sembrados en 2019 y, por lo tanto, en 2021 será donde podremos valorar si en este último año hemos conseguido planificar actuaciones de infraestructuras y edificación. Yo creo que sí será así.
¿Puede concretar lo realizado en 2020?
Hemos realizado, y se pondrá en funcionamiento antes de final de año, el vial de conexión de la N-332 con la carretera turística; el tablero puente de la calle Sant Miquel, que era una inversión pendiente desde hace 15 años; ya hemos empezado también con la construcción de las nuevas ciclovías de l’Albir; tenemos cerradas las inversiones, que comenzarán a ejecutarse a principios de año, para la creación de dos nuevas rotondas en l’Albir y el techado de la pista multideporte.
Además, ya tenemos el Plan Universal de Accesibilidad y antes de final de año tendremos el nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible. Todo ello hará posible una peatonalización desde Alfaz del Sol hasta Carbonera. También hemos cerrado ya la inversión para la construcción del nuevo Pabellón en l’Albir.
«Fueron especialmente duros los meses de confinamiento. El verano no ha sido malo del todo y la oferta hotelera pudo aguantar hasta octubre»
Pese a todo ello, supongo que l’Alfàs del Pi también se ha resentido enormemente por las derivadas de la pandemia.
Ha sido un mal año para la agenda cultural, la deportiva, los actos multitudinarios, para las fiestas y, aunque somos un municipio enfocado al turismo residencial y no tan dependiente del mercado británico, es evidente que nos hemos resentido. Fueron especialmente durísimos los meses de confinamiento. El verano no ha sido malo del todo y la oferta hotelera pudo aguantar hasta el puente de octubre.
Y desde octubre y a partir de ahora, ¿qué?
Pues tenemos que estar a expensas de elementos externos como que los turistas internacionales puedan volar, que España permita la entrada de turistas con PCR o sin esa prueba y, sobre todo, de la evolución semanal de los datos sanitarios locales, provinciales y autonómicos. Son elementos que no controlamos, pero que afectan directamente a l’Alfàs del Pi.
La temporada alta en l’Alfàs, por su tipología de turistas residentes, es el invierno. ¿Cómo se está comportando ese mercado?
Ha habido un bajón muy claro. Es importante aquí diferenciar. El turista que tiene casa en l’Alfàs del Pi es muy posible que sí venga y pase el invierno con nosotros; pero ahora mismo tenemos un gran número de hoteles cerrados. De hecho, alguno no ha abierto este verano. De la misma manera, también están sufriendo los apartamentos turísticos.
Por lo tanto, ¿que el residente europeo que tiene casa en nuestro municipio va a venir? Estoy seguro que sí. Pero que el turista estacional que estaba quince días o un mes con nosotros en un hotel o en un apartamento turístico vaya a venir, no lo creo.
El gran problema, ¿sigue siendo la incertidumbre?
Los datos a día de hoy en l’Alfàs del Pi son buenos, pero yo no me atrevo a decir cómo serán la semana que viene. Estamos en un momento en el que lo que hoy es bueno, la semana que viene es terrible y viceversa. Vamos a tener un invierno duro en el que el mejor escenario sería la llegada de la vacuna en diciembre para que en la Semana Santa podamos iniciar poco a poco la recuperación y llegar al verano con cierta normalidad.
Como ha dicho antes, los grandes proyectos y subvenciones se trabajan en el largo plazo. ¿Toda esta situación va a afectar al calendario de desarrollo de los proyectos europeos?
No. Los fondos europeos siguen su camino y ese termina en 2023. Es evidente que van a dar una prórroga. En este sentido, 2021 es un año fundamental en los fondos europeos porque es en el que vamos a determinar qué proyectos concretos son los que vamos a realizar con esos diez millones de euros.
¿Puede adelantar algo al respecto?
Ya tenemos claro que vamos a ejecutar un Centro de Formación Ocupacional, vamos a acometer proyectos de iluminación en todo el municipio, especialmente en las urbanizaciones que todavía no disponen de ella o rutas saludables, y en éstas incorporaremos cuestiones relativas al patrimonio cultural y medioambiental.
Sin pedirle que sea más específico, ¿puede, al menos, cuantificar cuántos proyectos se aprobarán?
No van a ser muchos. Creo que serán seis o siete que darán cobertura a esos diez millones de euros. Todos ellos se aprobarán y licitarán en 2021 para que se puedan ejecutar, tal y como marcan los plazos, en 2022 y 2023 aunque es evidente que nos darán unos años de prórroga. Pero nosotros ya estamos pensando en la convocatoria de 2023-2027.
Para optar a esa nueva convocatoria es indispensable justificar la ejecución de la inversión anterior. ¿Le preocupa?
Es evidente que nosotros, ahora mismo, estamos en un nivel cero de ejecución, pero al ser obras tan grandes en un año puedes pasar fácilmente al 75 por ciento. No es algo que nos deba afectar negativamente.
«Hay que romper una lanza a favor de las asociaciones y colectivos de l’Alfàs del Pi, que han propuesto que sus partidas vayan a acciones sociales»
El confinamiento les pilló con un presupuesto recién aprobado y, como todos los ayuntamientos, se han visto obligados a incrementar enormemente la partida de gasto social, ¿cómo han conjugado esa situación?
En primer lugar, eliminando todas las actividades que la propia covid no nos permitía realizar. Todas esas partidas se destinaron, además de forma muy rápida, a apoyar a las personas que lo necesitaban. Además, hay que romper una lanza a favor de las asociaciones y colectivos de l’Alfàs del Pi, que han propuesto que parte de sus partidas vayan también a estas acciones.
¿Podría cuantificar el montante de esas ayudas?
Yo creo que hemos movido cerca del medio millón de euros de distintas áreas a servicios sociales. Además, también tomamos rápidamente una serie de medidas que, más o menos, han tomado todos los municipios, como eliminar la tasa de sillas y mesas de la hostelería, la tasa de estacionado de los taxis, ayudas directas a empresas… Ha sido una situación única para nosotros. No la habíamos vivido nunca antes y creo que nos hemos sabido mover muy rápido.
Históricamente, incluso en lo peor de la crisis anterior, los datos del desempleo en l’Alfàs del Pi eran mejores que los de la media provincial, autonómica y nacional. En este caso, en el que el turismo se está viendo tan afectado, ¿se está repitiendo esa situación?
Dentro de lo malo, seguimos estando bien; pero no estamos contentos. Hace diez años, como decías, teníamos una tasa de desempleo del 6-7 por ciento y ahora estamos en un 12 pro ciento cuando todo el mundo está en el 20 por ciento. Pero no me olvido que la dificultad llegará el día 31 de enero, cuando los trabajadores que están en ERTE pasen a ser desempleados.
Cuando entremos en esa nueva realidad, y con todavía dos o tres meses pendientes de si se puede reactivar el turismo… Nosotros dependemos del turismo y me temo que hasta marzo o abril del próximo año vamos a tener unos meses muy duros.
Estamos en ese periodo del año en el que toca preparar el presupuesto del próximo año. Dada la situación actual, ¿cómo afrontan ese trabajo?
(Suspira) Estamos esperando al Real Decreto que regule el remanente de tesorería, que es el dinero que no se ha ejecutado y que, hasta ahora, no se nos permitía gastar. Ahora sí se va a poder hacer y eso cambia automáticamente toda la gestión del presupuesto. El presupuesto de l’Alfàs del Pi no suele tener muchos movimientos, es un documento de una gran continuidad…
Pero, ¿es más urgente hacerlo este año?
No. Va a ser distinto porque en estos meses hemos visto como el Voluntariado Social o Cruz Roja han tenido asignaciones presupuestarias del doble de lo que tenían. Mira, el presupuesto es un documento vivo y este año ha quedado demostrado ya que lo que presupuestamos en enero dejó de tener sentido en marzo.
A grandes rasgos, ¿cómo será el presupuesto de 2021?
Se mantienen las inversiones y las subvenciones a los clubes y asociaciones. Los colectivos de ámbito social tendrán más apoyo, mientras que las asociaciones culturales o festeras, como ya han hecho este año, tendrán que adaptarse.
«Se ha vivido muy al día. Llevamos apenas ocho meses y parece que llevemos tres años de covid»
Siempre dijo que le había costado mucho tomar la decisión final de volver a presentarse por cuarta vez a la alcaldía. ¿Cuántas veces se ha ido a dormir maldiciendo la hora en la que dio el sí?
(Ríe) ¡Te aseguro que no ha sido así! Se ha vivido muy al día. ¿Tener una semana de tranquilidad? Eso sería un mundo. Llevamos apenas ocho meses y parece que llevemos tres años de covid.
He estado muy preocupado porque son situaciones a las que no estás habituado y he conocido casos, también de amigos, que han fallecido por la covid. Lo he visto muy de cerca porque reconozco que, a principios de marzo, como todos, era de los que veía este problema como algo lejano que estaba en China. Pronto nos dimos cuenta que no.
¿Cuál ha sido la decisión que más le ha dolido tomar este año?
¡Uf! Las decisiones las firmas tú, pero las toma el BOE. La primera semana se estaban tomando decisiones que yo no entendía. Se cerraban instalaciones deportivas, la Casa de Cultura… yo, por lo menos, no era conscientes de qué era la covid y creo que nadie lo era. Luego llegó el confinamiento y vimos las cifras de contagios y de muertos y fuimos muy conscientes de la dificultad.
Por lo tanto, yo tomaba esas primeras decisiones, pero no era muy consciente de los motivos y reconozco que me costó. Yo firmaba porque así obligaba la normativa. ¡El 15 de marzo tuve que cerrar la playa cuando todo el mundo estaba paseando! Tuve que llamar al jefe de la policía y decirle que, sin multar, echara a todo el mundo de allí. 15 días después teníamos al ejército en la playa y entonces te das cuenta de la gravedad.
«La covid nos ha hecho valorar todo lo que tenemos y nos ha enseñado que las cosas cambian en un día»
¿Qué mensaje quiere lanzar a los alfasinos en estos últimos días de 2020?
Debemos valorar la suerte que tenemos de vivir en un municipio donde las banderas, las culturas o las lenguas no son un elemento de crispación; hablar una lengua que no es el castellano o el valenciano o mostrar tu bandera no es ningún problema.
También les pediría que saquen algo positivo de todo esto. Lo que va a conseguir la covid es que aprendamos a valorar lo bien que hemos vivido hasta ahora y lo bien que seguramente volvamos a poder vivir, aunque tengamos que pasar un año durísimo; y nos ha enseñado que las cosas cambian en un día.