Malos tiempos para casi todo, incluido el deporte. La pandemia no respeta ninguna actividad, ni siquiera aquellas más nobles, como las artes marciales. Es el caso, entre otras muchas disciplinas, del taekwon-do, cuyo epicentro en la comarca se encuentra en Altea gracias a Paco Ferrando, presidente de la Federación Española, quien lleva más de dos tercios de su vida entregado en cuerpo y alma a su pasión.
Dos disciplinas de un mismo deporte
El taekwon-do, hermano gemelo del taekwondo olímpico, echó raíces en la zona gracias a Ferrando y su inseparable José Luis Diego, cuyo club, el Taekwon-Do Club TAE, tutela dos centros en Benidorm, uno en Polop y otro en Altea, donde aglutina a unos cincuenta alumnos.
Ambas disciplinas, cuyas sedes de sus respectivas federaciones nacionales están en la provincia de Alicante, mantienen unas buenas relaciones diplomáticas. “En realidad somos dos vertientes, dos caminos, de un mismo deporte. La relación es cordial”, afirma el maestro, quien desmarca a su disciplina del sello de Corea del Norte, país que se quiso apropiar este deporte como instrumento político. “El taekwondo nació en Corea, pero no tiene que ver nada con política. No es cierto que una disciplina sea la del Sur y la otra la del Norte”, precisa.
El golpe de la pandemia
La pandemia ha golpeado muy duro a este deporte. “Hemos tenido que refundar el club, reinventarnos. Porque si no le damos la vuelta la entidad tendería a desaparecer”, señala Ferrando, quien apunta a las restricciones de seguridad sanitaria y al miedo social como los grandes responsables de este descenso en el número de practicantes.
“Tenemos que reenfocarlo todo, porque si una escuela no tiene un mínimo de alumnos no puedes hacer nada, ni siquiera enseñar bien. Las clases están preparadas y separadas para diferentes grados y necesitan sus propios monitores”, explica Ferrando, quien además de presidente es entrenador, maestro y cinturón negro.
Las medidas de seguridad impiden la disputa de combates, pero no la marcial
Solución tecnológica
La alternativa que surgió fue aplicar la tecnología a una situación de crisis. “Dimos clases online durante la pandemia para que los alumnos mantuvieran el ánimo y el hábito deportivo. Y ahora seguimos en parte en esa línea, ya que hay muchos casos de chicos cuyas clases de instituto o de colegio está en cuarentena preventiva”.
Con el paso de los meses se recuperaron las clases presenciales, aunque evidentemente “sin contacto ni combates”. “Este deporte va más allá del cuerpo a cuerpo”, explica Ferrando, quien reconoce que la suspensión de campeonatos y competiciones “hace que sea complicado mantener el ánimo y la motivación de los alumnos más competitivos”.
Los que más han acusado el nuevo escenario sanitario han sido los niños pequeños, de entre 4 y 7 años. “Los padres están siendo muy prudentes y son más reacios a que vayan a clase”, señala el presidente de la federación, quien apunta que cadetes y junior son los que han recuperado con más normalidad la actividad.
«El taekwon-do además aporta meditación, respiración y control del cuerpo» P. Ferrando
Ambiente seguro
“Cumplimos con todas las normas sanitarias y más. En este caso más vale pecar de muy responsables que de otra cosa”, añade el también entrenador, quien desvela, sin embargo, que la crisis ha provocado un aumento de “alumnas”. “En Altea especialmente se han apuntado muchas chicas”, destaca el maestro, quien tiene en mente a medio plazo realizar una campaña para que “madres e hijas” puedan practicar juntas el taekwon-do.
«El confinamiento también descubrió a mucha gente la importancia del deporte» P. Ferrando
Y es que aparcada la competición, esta disciplina también tiene su vertiente “tradicional o marcial”, que aporta “meditación, respiración y control del cuerpo”. “No hay mal que por bien no venga. El confinamiento también descubrió a mucha gente la importancia de hacer deporte y lo sano que es”, explica.
Todos los públicos
Paco Ferrando trabaja en su club con gente de todas las edades y niveles. “Desde chavales muy preparados a personas que solo quieren hacer deporte”, confirma el máximo dirigente español de esta disciplina, y lanza el mensaje de que para practicar taekwon-do “no hay edad”.
Sin embargo, también destaca las virtudes de comenzar a practicar este deporte a temprana edad. Su club ha elaborado un programa específico, ‘Taekwon-do kids’, que han implementado en las clases al considerarlo un pilar fundamental en la educación. “Este deporte ayuda a crear y formar una disciplina, al autocontrol y a tener respeto al profesor y al padre”, explica el maestro, quien recuerda que los principios de su deporte son “cortesía, integridad, perseverancia, autocontrol y espíritu indomable”.
Futuro incierto
El futuro para la entidad es incierto, ya que no hay fechas seguras para la celebración de los próximos eventos, condicionados todos por la evolución de la alarma sanitaria. “Tuvimos una gran pérdida económica poco antes del inicio de la pandemia, ya que se produjo a tres días de organizar un evento”, recuerda con dolor Ferrando.
Por este motivo, el presidente de la federación se marca el futuro “batalla a batalla”. “Tampoco nos vamos a quedar parados, vamos a ir poco a poco, marcándonos objetivos. Y si al final no puede ser, pues lo posponemos”, argumenta Ferrando, quien sueña con recuperar la normalidad social y deportiva en la temporada 2021-22, porque la presente la da casi por perdida a nivel competitivo.