Entrevista > Marga García / Vicepresidenta de la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Crevillent (Granja de Rocamora, 8-septiembre-1970)
La ACEC engloba a 126 empresas crevillentinas, que ahora mismo no están viviendo precisamente su mejor momento. A causa de las restricciones sanitarias algunos negocios locales han visto caer considerablemente sus ingresos, mientras que otros están directamente cerrados.
Hablamos con la vicepresidenta Margarita García Lizán sobre cómo se están reinventado los comercios crevillentís para sobrevivir a esta crisis. Ella regenta la tienda de puericultura ‘B’bitos per als xiquets’. Surgen cuestiones sobre la mesa tales como la venta online, las campañas para fomentar el comercio local, la oferta cultural…
«Los comerciantes estamos acostumbrándonos a trabajar más ganando menos»
¿Qué tal está resistiendo el comercio de Crevillent a la pandemia?
Con muchísimo esfuerzo. Por supuesto quienes lo están pasando peor son los hosteleros, pero el resto también estamos sufriendo las restricciones de horarios y aforo. Francamente, creo que hasta que no llegue la vacuna esto va a seguir siendo un desastre.
Algunos comercios han cerrado definitivamente, aunque la mayoría estamos aguantando incluso más de lo que yo pensaba. Nos estamos acostumbrando a trabajar más y ganar menos.
¿Cómo conseguir que los crevillentís no se vayan a comprar a centros comerciales de fuera?
Vamos a iniciar en breve una campaña al respecto, poniendo pegatinas en las entradas de todos los comercios asociados. Queremos explicar a los vecinos que el kilómetro 0 nos beneficia en todos los sentidos, incluso hasta el medioambiente sale ganando. Con esta situación tan crítica que estamos sufriendo, necesitamos su ayuda.
Porque quiero recordar que somos nosotros quienes generamos puestos de trabajo y damos vida a la calle. No hay más que ver lo triste que ha estado Crevillent en febrero a partir de las 18 h
El consumidor tiene que entender que no todo es el precio. ¿Acaso cuando buscas un empleo también buscas el menos pagado? Pues esto es un efecto boomerang. Nosotros además asesoramos a los compradores y ofrecemos mejor calidad en muchas cosas respecto a lo que se vende fuera.
«Nos gustaría una mayor oferta cultural en el pueblo que fomente la compra local, sobre todo para los jóvenes»
¿Quizás falte oferta cultural en Crevillent? Si hubiera cines, puede que la gente se marchara menos.
Totalmente. Esto es un poco el pez que se muerde la cola. Como en el pueblo no hay apenas oferta cultural, lo poco que ponen no tiene éxito. Y como los vecinos se van fuera, pues también acaban comprando allí.
Fíjate como la plaza del caballo (la plaza de la Comunidad Valenciana) es la zona que mejor funciona porque hay 50 bares juntos. Puede que otro bar sea igual de bueno en otra zona, pero al quedarse aislado no recibe tantos clientes. Pues el mismo efecto positivo traería tener unos cines, un teatro, discotecas, etc.
¿Qué os parece el proyecto del nuevo Mercado?
Todavía no tenemos muy claro lo que van a hacer. En un primer momento decían que en la tercera planta iría el Orfeón, y ahora por lo visto pondrán puestos. Me gustaría que las cosas no dependieran siempre de los partidos políticos que gobiernen.
«El grupo de Facebook ‘Yo compro en Crevillent’ nos está ayudando muchísimo»
¿La pandemia ha servido para que los comercios de Crevillent se modernicen en cuanto a la venta online?
Muchas tiendas se han puesto a vender por Facebook, Instagram o su web. Es la única manera de conectar con la gente joven. Si le preguntas a los chavales crevillentís de 17 años, estoy segura que ni saben cuáles son las tiendas de toda la vida del pueblo. Ellos conocen ya el mundo a través de su móvil. De hecho el grupo de ‘Yo compro en Crevillent’ en Facebook lo creamos desde la ACEC durante el confinamiento y está ayudando muchísimo.
El problema es que es muy difícil competir contra gigantes internacionales. La venta online no es tan fácil como parece, requiere un trabajo tremendo. Por ejemplo a mi me toca competir con Chicco o Jané, porque ahora hasta los propios distribuidores están vendiendo por internet.
El mercado está cambiando muchísimo, y las tiendas de barrio son cada vez más inviables tal y como las conocemos. Por mucho que yo venda en internet, si un cliente encuentra el mismo artículo al mismo precio, ¿por qué me lo va a comprar a mí en vez de al distribuidor oficial? De hecho en Crevillent hubo hasta cinco tiendas de puericultura y ahora solo sobrevivo yo.
Por San Valentín lanzasteis una campaña de ofertas por códigos QR. ¿Estáis preparando algo para marzo?
Sí, porque la campaña de San Valentín nos funcionó muy bien e incluso participó gente mayor que pensábamos que sería más reacia a las nuevas tecnologías. Ahora hemos organizado un sorteo para el Día del Padre de dos cheques de 200 euros, y ya estamos repartiendo las papeletas.
¿Qué le pediríais al Ayuntamiento para ayudaros?
La verdad es que el concejal de Comercio nos apoya bastante con las campañas y siempre suele estar en contacto con nosotros. No sé si está en su mano hacer mucho más ante esta situación tan excepcional que estamos viviendo.
Sí que me gustaría pedirles una mayor apuesta por revitalizar las calles. Por ejemplo, la avenida Madrid debería ser peatonal. En las grandes ciudades están peatonalizando los centros urbanos. También les hemos propuesto varias alternativas para intentar acabar con el problema del aparcamiento, como hacer zonas azules. Pero en fin… los cambios cuestan.