Decía Heidegger que pensar, lo que se dice pensar, solo es posible en griego y en alemán. ¿No es factible entonces la existencia de una filosofía en español? El investigador del CSIC Reyes Mate aborda esta cuestión en el nuevo número de la colección ‘¿Qué sabemos de?’, coeditada por el CSIC y Los Libros de la Catarata. El libro Pensar en español “pretende, en un mundo dominado por el inglés, crear un marco de referencia que nos sitúe frente a otros pensares en otras lenguas y, también, establezca vínculos entre nuestros propios intentos de pensamiento, en el primer caso para diferenciarnos, y en el segundo caso para unirnos”, explica el filósofo.
El autor aclara que la voluntad de pensar en nuestra lengua viene de muy lejos y cuenta con innumerables protagonistas, “a pesar de los prejuicios que vienen de fuera, y de las carencias surgidas de dentro por motivos históricos, como la Inquisición o la censura durante la dictadura franquista”. A su juicio, son tres factores que justifican la posibilidad de pensar en español. En primer lugar, se trata de una lengua universal, “la lengua de un imperio que acaba siendo hablada por conquistadores y conquistados, por vencedores y vencidos. El español encierra en sí experiencias encontradas y ese hecho conforma su manera de pensar”, señala. Además, es una lengua que se impone frente a otras, como el hebreo o el árabe en la península ibérica, y que acalló las lenguas autóctonas del Nuevo Mundo. Por último, hay que tener en cuenta “la vocación de sur”, es decir, que ese pensar hispanohablante incluye a todos los que hablan la lengua, independientemente de la orilla en la que se sitúa: es un pensar iberoamericano.
Literatura en lugar de tratados de filosofía
Según el investigador, la literatura ha sido el canal para que la filosofía estuviese presente en nuestra lengua. En España ha habido durante siglos una institución que vigilaba las palabras y los silencios, es decir, los pensamientos. “La Inquisición española yugula la libertad del pensar dejando como salida posible la metáfora artística a través de la expresión literaria”, ilustra Mate.
Más tarde, la censura obligó al exilio a muchos de los pensadores hispanohablantes, quienes desde la distancia asimilaron y reflexionaron sobre la realidad en países donde sí era posible desarrollar esta actividad. La falta de libertad privó, en distintos momentos, a generaciones de españoles de maestros que sí fueron, sin embargo, fecundos en Paris, Ámsterdam o México.
A pesar de las circunstancias adversas, sí es posible pensar en nuestra lengua, y parte de las páginas de este volumen se dedican a desentrañar las características del pensamiento filosófico en español. Una de las cuestiones destacadas por Reyes Mate es que el español da cobijo a experiencias diferentes, al haber sido hablado por dominadores y dominados. La consecuencia de este hecho es que nuestra forma de pensar no se encamina por el lado del consenso o de la deliberación, sino por el de la interpelación.
Además, no solo conviven esos dos enfoques, el de los dominadores y los dominados, sino que también existen “relatos cruzados”, es decir, miradas de conquistadores que se ponen en el lugar de las víctimas, como Bartolomé de las Casas, o miradas de vencidos que denuncian las injusticias que les causa el conquistador con sus armas culturales y su lengua, como hace el indio Guamán Poma.
Vocación de sur: hacia una filosofía iberoamericana
El libro también relata los múltiples intentos de crear un pensamiento en español a los dos lados del Atlántico y acaba con una llamada a la construcción de una comunidad iberoamericana de pensamiento. “Se trata de pensar libremente teniendo en cuenta los condicionantes de la lengua y de la historia”, remarca el autor.
“Pensar en español debería contribuir a superar la oposición estéril entre los filósofos universalistas, que defienden un único modo de pensar, y los culturalistas, más apegados al terreno. Lo que da que pensar es siempre concreto, aunque las respuestas deben trascender el lugar que las provoca”, añade.
Un intento ambicioso de aglutinar este conjunto de pensamientos es la Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía (EIAF), iniciada en 1987 y concluida treinta años después, en 2017. Codirigida por Reyes Mate, junto con el argentino Osvaldo Guariglia y el mexicano León Olivé, esta “obra monumental” de 34 volúmenes y 500 autores, nacida desde abajo y con una amplia participación durante un largo periodo de tiempo, se reivindica como la expresión de “haber hecho algo juntos” y “la demostración de que la idea de una comunidad iberoamericana no es una quimera”.
“La EIAF fue posible porque en los ochenta había futuro y, por tanto, tiempo. Hoy solo hay presente, inmediatez. Solo cabe desear que las nuevas generaciones encuentren en la historia reciente razones para proseguir la tarea”, concluye el autor.
Sobre el autor
Reyes Mate es profesor de investigación ad honorem del CSIC en el Instituto de Filosofía. Fue el primer presidente del Patronato del Instituto de Filosofía, con el encargo de ponerlo en marcha, y, luego, su director. Ha sido investigador principal del proyecto “La filosofía después del Holocausto” y director del proyecto Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía, 1987-2017 (34 volúmenes). Es autor de La razón de los vencidos, Memoria de Occidente, Memoria de Auschwitz, Medianoche en la historia, Tratado de la injusticia y El tiempo, tribunal de la historia. Interviene en el programa La aventura del saber (La2) con un taller de filosofía titulado “Pensamiento en español”.
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