El grupo sanitario Ribera acoge en sus Hospitales Universitarios de Torrevieja y Vinalopó la exposición fotográfica Slow E-motion, fruto de la colaboración entre la Fundación Asindown y el Club de las Primeras marcas de la Comunidad Valenciana, del que forma parte el grupo Ribera.
Con motivo de la celebración del Día Mundial del Síndrome de Down el próximo 21 de marzo, a través de las fotografías que ambos hospitales han expuesto se da visibilidad a los valores de las personas, así como invitan a hacer una reflexión sobre lo rápida que va la vida. Slow E-Motion se gestó a partir del momento en que la Fundación Asindown y el Club de Marketing decidieron poner en común unos valores centrados ante todo en el bienestar de las personas, en la búsqueda de la felicidad, en disfrutar de la vida desde la calma.
Esta exposición, fruto de la colaboración de Ribera con la Fundación Asindown, forma parte del programa de Responsabilidad Social cuyo principal objetivo es mejorar la calidad de vida de los pacientes de Ribera, independientemente de su condición. Slow E-Motion propone la construcción de una sociedad más inclusiva donde lo lúdico es el factor de la vértebra. “Con estas fotografías apostamos por la defensa de los derechos de las personas con Síndrome de Down y la discapacidad intelectual, para que puedan llegar a desarrollar el proyecto de vida que cada uno determine y sean ciudadanos activos de pleno derecho”.
Cabe destacar que, en este sentido, el grupo Ribera cuenta con un plan de atención a pacientes con diversidad funcional severa o grave con el fin de garantizar la accesibilidad universal en la atención sanitaria, así como mejorar la experiencia de estos pacientes y su calidad de vida.
Los principales objetivos de la atención prestada a los pacientes beneficiarios de este Plan son minimizar, en la medida de las posibilidades, el tiempo de espera entre la llegada del paciente al centro sanitario y el momento de la visita, acceder al interior de las consultas médicas acompañados por el cuidador principal, siempre y cuando la situación clínica del paciente lo permite, y adaptar las agendas y citas de los profesionales para asegurar el tiempo mínimo necesario para la asistencia de los pacientes con diversidad funcional severa o grave, así como establecer un programa de formación dirigido a los profesionales que garantice la implementación del plan de atención a estos pacientes.