Entrevista > Eduardo Galante Patiño / Catedrático de Zoología de la Universidad de Alicante (Pontevedra, 1-febrero-1953)
El presidente de la Asociación española de Entomología (AeE), director del Museo de la Biodiversidad y adscrito al Centro Iberoamericano de la Biodiversidad de la Universidad de Alicante, Eduardo Galante, explica la importancia que tienen estos insectos en el ecosistema y las principales amenazas a las que se enfrentan desde hace años.
¿Cuántas especies de insectos se conocen?
En el mundo conocemos aproximadamente un millón y medio de especies animales, de las que más de un millón son insectos, lo que representa cerca del 65% de la biodiversidad mundial conocida.
Estos datos nos pueden dar la idea de la importancia que este grupo de animales tiene para el mantenimiento de la vida en la tierra, participando en importantes procesos como la polinización de las flores. Uno de los principales grupos que participan en este importante proceso de polinización y mantenimiento de la diversidad vegetal son las abejas.
Hay más de mil especies de abejas en la península ibérica
¿Y de esas especies cuántas son de abejas?
Cuando hablamos de abejas no nos referimos sólo a las abejas domésticas, una especie que hemos domesticado hace miles de años para obtener recursos como la miel y la cera, sino que estamos considerando bajo este nombre genérico a más de 17.000 especies silvestres de abejas y abejorros que viven en todo el mundo, y de las cuales algo más de 1.100 se encuentran en la península ibérica.
¿Cuáles son las más frecuentes en nuestro territorio?
Hay algunas especies de abejas que pasan inadvertidas y otras que son más visibles, como nos pasa con los Bombus, esos abejorros peludos con bandas amarillas, negras y blancas que podemos ver como asiduos visitantes de nuestros jardines.
Entre las abejas silvestres hay muchas que nos pueden llamar la atención por tener tonos grises con finas bandas blancas como la Amegilla, con cuerpos más rechonchos con manchas visibles amarillas que nos recuerdan a las de una avispa como la Anthidium, también abejas de antenas muy largas como la Eucera o con pilosidad de tonos rojizos como la Osmia, entre otros.
«La disminución de su población podría provocar graves consecuencias sobre la biodiversidad»
¿Por qué son tan importantes?
Las abejas silvestres juegan un papel polinizador mayor que el que tradicionalmente se les ha reconocido, siendo muchas de ellas mucho más eficientes polinizadoras que las especies domésticas, como la abeja de la miel Apis Mellifera.
La disminución de sus poblaciones podría provocar graves consecuencias sobre la biodiversidad en general al no poder mantenerse el ritmo de polinización de plantas y la supervivencia de muchas de ellas.
Ya hay voces que afirman que las abejas corren el peligro de extinguirse, ¿es esto cierto?
Las poblaciones de abejas están sufriendo una gran regresión por la acción antrópica. La expansión urbanística, las infraestructuras que transforman el territorio y eliminan la vegetación silvestre, la mal llamada limpieza de malas hierbas en áreas urbanas y periurbanas, la aplicación constante de insecticidas en nuestros jardines y zonas de producción agrícola, son todas ellas causas de desaparición de las abejas silvestres en nuestro país y otras partes del mundo, viéndose afectados por supuesto las abejas domésticas en igual medida.
Desde hace años la avispa asiática también representa una amenaza para las abejas.
La avispa asiática es una especie exótica invasora que procede del sudeste de Asia. Fue detectada por primera vez en España en 2010 en Navarra y Guipúzcoa y actualmente ha invadido todo el norte de la península ibérica.
Estas avispas en menos de dos horas pueden llegar a vaciar una colmena de abejas. Debido a su potencial colonizador y a que constituyen una amenaza grave para las especies autóctonas, los hábitats o los ecosistemas, ha sido incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras. En Alicante se puede ver un nido de gran tamaño con numerosas avispas asiáticas naturalizadas visitando nuestro Museo de la Biodiversidad ubicado en la ciudad de Ibi.
¿Hay otras amenazas?
Existe una amenaza creciente sobre las poblaciones de abejas silvestres provocada paradójicamente por las abejas domésticas. El modelo de alta producción de miel, llevada a cabo por grandes productores, conlleva en muchas ocasiones la saturación del territorio con una elevada concentración de colmenas donde miles de abejas buscan recursos florales, lo que tiene una clara repercusión sobre las abejas silvestres.
«España es la primera productora de miel de Europa»
Hablando de la miel, desde 2015 han disminuido las poblaciones de abejas y reservas de miel en Europa, ¿qué posición tiene nuestro país en este sentido?
España es la primera productora de miel de Europa con cerca de 2,9 millones de colmenas, lo que representa aproximadamente el 16% del total europeo. Lo paradójico de estas cifras es que esta producción está en manos de unos 23.800 apicultores, un número reducido si lo comparamos con los más de 600.000 que existen en Europa.
Este dato, unido a que el 40% de las colmenas son trashumantes, es decir, se trasladan de región a lo largo del año buscando los mejores periodos de floración con el fin de incrementar el rendimiento económico de la producción, nos da idea de la elevada concentración de colmenas que a veces existe en algunos lugares.
«Los principales cultivos para nuestro consumo dependen de estos insectos polinizadores»
¿Qué papel juegan las abejas en la economía?
Según las estimaciones realizadas por la Unión Europea, el 84% de las especies vegetales y un 76% de la producción alimentaria en Europa dependen de la polinización realizada por las diferentes especies de abejas.
La FAO estima que la producción agrícola mundial que depende directamente de los polinizadores está entre 170.000 y 480.000 millones de euros al año, y el volumen de la producción agrícola que depende de los polinizadores ha aumentado en un 300% en los últimos cincuenta años.
En el ámbito de la agricultura española se estima que el 70% de los principales cultivos para nuestro consumo dependen en mayor o menor medida de estos insectos polinizadores.
Para dotar de mayor visibilidad mundial, desde hace pocos años el 20 de mayo se celebra el Día Mundial de las Abejas, ¿está la sociedad concienciada?
Cada vez más la sociedad toma conciencia de la importancia que tienen las abejas, y el resto de los insectos, en el mantenimiento de la vida y en nuestro estado del bienestar. El problema que veo respecto a las abejas es que se sigue pensando tan sólo en una especie, la abeja doméstica, y nos olvidamos de los miles de especies silvestres.
«Desde la AeE estamos impulsando la creación de reservas entomológicas»
¿De qué manera puede ayudar la ciudadanía?
Una manera fácil de contribuir a mantener las poblaciones de abejas es cultivar una amplia diversidad de plantas autóctonas silvestres que vayan floreciendo en distintas épocas del año. Esto lo podemos hacer en jardines, terrazas y zonas naturalizadas de nuestros entornos urbanos. Hay que cambiar el modelo de jardinería de nuestras ciudades y entornos periurbanos y para ello los movimientos ciudadanos son clave.
Desde la AeE estamos impulsando la creación de reservas entomológicas por parte de particulares, organizaciones ciudadanas y administraciones con el fin de crear una red española de espacios comprometidos con la conservación de los insectos y la difusión de los valores de mantener esta biodiversidad.
¿Existe la suficiente información e investigación en nuestro país?
Contamos con un elenco de investigadores de primera línea internacional que tienen como objeto de estudio el mundo de las abejas, tanto domésticas como silvestres. La información generada en nuestro país indica que al menos el 2,6% de las especies de abejas están amenazadas y han sido incluidas en la Lista Roja de las Abejas de Europa, pero este número desgraciadamente es muy probable que se incremente cuando avancen los estudios que hay en marcha.
En algunas zonas de la Península Ibérica las investigaciones realizadas ya han constatado la pérdida de numerosas especies cuya recuperación no será posible en muchos casos.
¿Qué proyectos existen hoy en día para evitar la desaparición de las abejas?
El ministerio de Transición Ecológica y del Reto Demográfico aprobó en septiembre de 2020 la Estrategia Nacional para la Conservación de los Polinizadores en cuya elaboración participaron expertos de la AeE, en colaboración con especialistas de otras entidades.
Desde la AeE también estamos llevando a cabo una campaña, en colaboración con Ecologistas en Acción, bajo el lema ‘Sin insectos no hay vida’. Esta iniciativa pretende sensibilizar a la sociedad y a las administraciones de la importancia ecológica de los insectos, de las graves consecuencias ecológicas, sociales y económicas que tiene su progresiva desaparición y de la necesidad de adoptar medidas urgentes para favorecer su conservación. En ella destacamos de manera clara el papel de los polinizadores, y en particular de las abejas.
¿Qué futuro les espera?
El futuro de las abejas seguirá el mismo camino que el de la biodiversidad de insectos de las comunidades de las que forman parte. Las amenazas que observamos en las abejas es simplemente una cara de un prisma de múltiples facetas que constituye el mundo real de una biodiversidad que hasta ahora ha pasado inadvertida, y que es imprescindible para que la vida en la tierra siga su curso.
«Debemos modificar nuestro modelo de gestión del entorno natural»
Con motivo del confinamiento, el pasado año resurgió una naturaleza exuberante que dio respiro temporal a las poblaciones de insectos y plantas…
Esto fue un hecho puntual, casi un espejismo de lo que podría haber sido nuestro entorno, pero no sé si hemos sido capaces de valorar la lección que la naturaleza nos ofreció en momentos de adversidad.
Debemos modificar nuestro modelo de desarrollo y la gestión de nuestro entorno natural desarrollando una actitud de respeto a la naturaleza silvestre. Tendríamos que hacer un esfuerzo para cambiar nuestra mentalidad a través de acciones sociales que requieran de los gestores desarrollar programas en campos y ciudades en condiciones sostenibles para biodiversidad, y donde se creen espacios y se mantengan áreas con vegetación silvestre o naturalizada que sirvan como refugio para las abejas y demás insectos.
Sector apícola en la Comunidad Valenciana
Según el presidente de la asociación ‘La abeja es vida’, Alejandro Boronat, el sector apícola de la Comunidad Valenciana está cada vez peor ya que, tal y como asegura, desde que se estableció el decreto de la pinyolá en 1993 se han perdido hasta 70.000 colmenas en todo el territorio autonómico, sumado a la falta de relevo generacional.
Entre algunas de sus demandas destacan una ley de transhumancia y tratamientos eficaces para combatir la varroa, un ácaro destructor que afecta a las colmenas de abejas.