Esos aires de cambio ya empiezan a introducirse en nuestro cuerpo, y en la misma naturaleza han comenzado con la caída de las hojas de los árboles, reduciendo su actividad para protegerse frente a la llegada del frío.
Renovación para todas las culturas
Es una época para la renovación y depuración, tanto exterior como interior de nuestro organismo, así como un momento de introspección que da comienzo cuando las horas de luz empiezan a ser menores. Esa transformación y recogimiento ha sido visible desde todas las culturas tanto desde la Medicina Tradicional China como también desde la Medicina del Ayurveda de la India. De ahí, que desde siempre hayan existido remedios naturales para entrar con buen pie en la nueva estación.
Según la primera, el otoño está dominado por el metal, afectando a los pulmones y al intestino grueso. Cualquier afección en la zona pulmonar se ve reflejada en la piel, ¡la epidermis es el reflejo de nuestro interior! En cambio para la medicina ayurvédica comienza el reinado del aire Vata, la atmósfera fría y seca puede desestabilizar a más de uno, sino se cuida de antemano. Hay que elegir esos alimentos que contengan el elemento tierra, es decir, que hayan crecido en ella, aportando esa solidez que en esta época hace más falta.
Imprescindible la depuración exterior e interior: frutas y verduras
Lo ideal sería realizar una depuración suave del cuerpo, basada precisamente en las verduras y frutas de la estación. Pueden ser tres días a base de caldos de verduras, o a base de frutas (las uvas, manzanas o membrillos son esenciales). Para que la digestión sea perfecta lo mejor es no mezclar tipos de frutas en una misma comida. Aunque si te sientes incapaz de realizarla por tu ritmo de vida o trabajo, puedes probar un día o un fin de semana que tengas libre con tiempo para dedicarte a ti mismo/a. Si ya lo realizas como un retiro de meditación en algún lugar para desconectar en contacto con la naturaleza (plantas, tierra, animales, etc.), sería lo ideal.
Para preparar suculentos platos otoñales, no te olvides de llenar la cesta de la compra con zanahorias, boniatos, calabazas, remolachas o puerros; una ayuda extra para el proceso de depuración. Procura cocinarlos a baja temperatura y que queden en su punto, no demasiado blandos (esto significa que sus vitaminas habrán desaparecido casi por completo). Sería perfecto tomarlos calientes para dar ese calor que el aire otoñal nos va quitando, si encima los acompañas con especias que suban la temperatura digestiva y corporal, tu cuerpo tendrá una energía renovada.
Especias
Clavo, cardamomo, jengibre, canela, romero, nuez moscada, cúrcuma o hinojo; entre otras especias, podrían dar un toque especial a tus guisos y equilibrar tu organismo. Si no te acaban de convencer empieza poco a poco, un simple toque puede cambiar el sabor de un plato. Intenta evitar lácteos y alimentos animales, y suprimirlos totalmente mientras hagas esos días depurativos y de renovación. Es importante mantenerse firme en el propósito, porque los resultados son infinitamente positivos tanto para el cuerpo físico, como para la mente.
Tampoco viene mal, acompañar esta dieta restrictiva por unos días, de infusiones de plantas para evitar la cafeína o la teína. Existen ya preparadas con algunas de las especias ya mencionadas, y otras se pueden elaborar en casa adquiriendo las partes de la planta correspondiente. Lo mejor sería prescindir del azúcar blanco y optar por sirope de ágave, panela o miel para endulzarlas; si no se está acostumbrado a tomarlas sin nada. Ayudarán a la depuración y al sistema inmunológico a prepararse para las condiciones climatológicas cambiantes.
Piel
Puedes además realizar una pequeña exfoliación en la piel con un guante de crin o con un exfoliante casero a base de azúcar de caña integral y sal marina gruesa. Te ayudará a eliminar las células muertas y a expulsar de forma correcta las toxinas que el cuerpo irá liberando con la depuración. Si a esta acción le añades posteriormente una mascarilla bio a base de arcilla verde, roja o blanca según tu tipo de piel, a la que antes habrás puesto al sol para incrementar sus propiedades, tu piel estará perfecta para recibir un tratamiento nutritivo esencial para el otoño.
Los aceites serían la opción más gratificante y que mejores efectos dejarían sobre la epidermis: aceite de jojoba, aceite de aguacate, aceite de argán, aceite de cáñamo, aceite de coco, aceite de nuez de macadamia o aceite de rosa mosqueta, entre otros. Aportarían ese plus de hidratación y humedad que la piel necesita en estos momentos. Puedes elegirlos según tu tipo de piel, aplicarlos solos mediante un masaje o mezclarlos con alguna crema vegetal libre de productos químicos. ¡Se notará el cambio en la belleza de tu piel!
Vía: Conciencia Eco