Entrevista > Emilio Maestre / Presidente de la Fundación Paurides (Alicante, 1-agosto-1961)
La cultura es probablemente uno de los aspectos más relevantes de nuestra sociedad; es un factor que nos marca en todos los ámbitos de la vida y que nos acompaña a lo largo de la misma.
Emilio Maestre Vera es el presidente de la Fundación Paurides, un centro que representa, desde hace más de una década, los ideales de un hombre que ha dejado a la ciudad de Elda una casa en la que poder refugiar toda actividad cultural que se precie.
¿Cómo definiría a Paurides González Vidal, fundador de esta entidad?
Yo definiría a Paurides como emprendedor. A mi entender, la persona emprendedora y el emprendimiento es un factor clave dentro de la previsión de futuro de nuestra sociedad.
«Paurides fue en todo momento fiel a su ideología y por eso mismo tuvo que salir de España»
Tras la guerra, Paurides se vio obligado a emigrar hacia Sudáfrica y tiene la suerte de convertirse en una persona pudiente, y cuando se hace mayor siente la necesidad de volver a su tierra y de volver un poco a sus raíces. Él fue en todo momento fiel a su ideología y por eso mismo tuvo que salir de España.
¿Cuéntenos ese momento en el que la Fundación decide tomar el camino de apostar por la cultura local?
Cuando Paurides fallece, a finales de 2004, la fundación estaba hecha y organizada, pero todavía no había encontrado su terreno de trabajo. Es a partir de ese momento cuando nos pusimos a analizar y el patronato decidió que esa fundación no podía estar cerrada, sobre todo teniendo en cuenta todo lo que tiene Elda para ofrecer a nivel cultural.
Elda tiene un nivel cultural increíble, lo que si es cierto es que es un movimiento cultural de particulares. Entonces nosotros internamente nos dimos cuenta de que tenemos un gran patrimonio y de que nos faltan ideas, y sin embargo hay asociaciones en la ciudad que tienen grandes ideas pero no tienen donde asentarse para realizarlas.
Y la Fundación les da la oportunidad de aprovechar el local para mostrar esas ideas.
Sí, pero cuando se hace cualquier tipo de estas actividades nosotros siempre intentamos estar en la retaguardia, es decir, no queremos ningún tipo de protagonismo de las actividades que realizan entidades que trabajan con nosotros.
«Nuestra evaluación interna es que no lo estamos haciendo mal»
Nosotros solo queremos que esas actividades salgan adelante y que la gente de la ciudad se dé cuenta de todo lo que tienen a su disposición.
Hace casi 20 años desde que nació la fundación. ¿Cree que se han cumplido los objetivos que se marcaron en el inicio?
Hemos de partir de la base de que los objetivos iniciales nunca se cumplen, lo que sí hemos conseguido es el gran objetivo que tenía Paurides: que el patrimonio que había hecho fuera de España, de algún modo, revertiera en su pueblo.
En ese sentido sí que estamos bastante contentos, pero claro, hay muchas líneas sobre las que se podría trabajar pero que, por diferentes factores, no podemos desarrollar.
¿Qué tipo de objetivos se marca de cara al futuro?
Es algo difícil de marcar por un motivo, y es que a día de hoy nuestra evaluación interna es que no lo estamos haciendo mal. Frente a eso, los objetivos de mejora que podemos tener no nos corren prisa, porque no sentimos la necesidad de mejora inmediata y tampoco queremos quemarnos.
¿Aumentar el interés por parte de la juventud es un objetivo a día de hoy?
Ese es uno de los objetivos que tenemos en marcha, y queremos creer que por el formato del edificio y de la mayoría de las actividades que se desarrollan a la juventud no le terminamos de llegar.
Una de las actividades que hace especial ilusión dentro de la fundación, y que sirve para acercarse a los jóvenes, es la de ‘Doctor Clown’.
Sí, es un colectivo al que tenemos mucho cariño, y que cuando empezaron a moverse por la ciudad nos pidieron colaboración para poder contactar con el hospital, para poder hacer sus primeras reuniones… En la actualidad, están utilizando la fundación para realizar cursos de formación.
¿Cómo fue su elección como presidente de la Fundación?
Para mí fue una ‘circunstancia’, pura y dura. En el año 2004 Paurides me llamó, porque el tema de la creación de la fundación iba por buen camino y necesitaba apoyos. El problema fue que para aquel entonces él ya se sentía con poca vida.
«Realmente aquí no hay labor de un presidente, aquí hay labor de un patronato»
Y claro, se da la circunstancia de que yo estoy casado con un familiar suyo y en ese momento no podía decirle que no. Paurides dejó muy claro que la fundación tenía que ser de la familia, pero eso en el futuro cambiará.
¿Y cómo se gestiona este cambio de mentalidad?
Estamos trabajando en los últimos años para que en la celebración de actos o celebraciones aparezcan más caras que la del presidente, porque realmente aquí no hay labor de un presidente, aquí hay labor de un patronato que está trabajando mucho y en sectores muy variados. Por una parte, porque yo creo que debe ser así y por la otra, porque el resto también lo reconoce.