Las Tarjetas Solidarias creadas por el Ayuntamiento de Elda junto a Cáritas permiten que once familias puedan acceder a la compra de productos de primera necesidad desde este mes de noviembre. Así lo ha anunciado la concejala de Servicios Sociales, Alba García, destacando que “esta iniciativa consiste en unas tarjetas monedero, activadas por La Caixa, que se cargan con un dinero mensual dependiendo del número de miembros que compongan la unidad familiar”, al tiempo que ha señalado que con ellas “las familias pueden dirigirse a cualquier comercio de alimentación e higiene de la ciudad para realizar sus compras”.
Estas Tarjetas Solidarias surgieron de una propuesta de Cáritas a la Mesa Isae, compuesta por varias asociaciones benéficas de Elda y la concejalía de Servicios Sociales, y cuentan con un presupuesto de 4.000 euros, “con la intención de aumentarlo el próximo año”, ha indicado la edil del área, subrayando que “con las Tarjetas Solidarias apostamos por la autogestión de las familias y que puedan comprar lo que necesitan como cualquier familia de la ciudad, ya que es mucho más digno que recurrir a los bancos de alimentos”.
Por su parte, Javier Ruvira, secretario de Cáritas Diocesana, ha agradecido al Ayuntamiento y a la concejalía de Servicios Sociales “haber acogido esta iniciativa que Cáritas puso sobre la Mesa Isae”, remarcando que “es muy importante mejorar y dignificar el proceso de ayudas a las familias en situación de vulnerabilidad”, y ha añadido que “este sistema supondrá un proceso de acompañamiento a las familias para que mejoren su autonomía a la hora de asumir su situación y para velar por el derecho a una alimentación saludable, ya que muchos de los alimentos de fácil acceso no siempre son los más sanos”.
Del mismo modo, Ruvira ha indicado que “las Tarjetas Solidarias sirven para comprar todo tipo de alimentos frescos y perecerderos y, al mismo tiempo, poder ir acompañando a las familias para saber cómo velar por una alimentación saludable”, destacando que con ellas “se pretende corregir también otro efecto de la exclusión, que es estar excluido de las prácticas de consumo que realiza cualquier persona a la hora de elegir qué comprar o cómo gastar su dinero”.
Cabe recordar que tanto la elección de las familias como la cantidad asignada a cada una depende de la Mesa Isae, donde se valora la vulnerabilidad de la familia, que tenga menores a su cargo, que no tengan acceso a otras ayudas, etcétera.