La Villa Romana del Palmeral, junto con lo que conocemos como Portus Illicitanus, serán los beneficiarios de los Fondos FEDER. Ayer, la alcaldesa de Santa Pola y la concejala de Cultura, junto con el Director General de la Administración Local, Antoni Such, y el Director Territorial, Esteban Vallejo, han visitado la Casa Romana, para conocer de primera mano dónde se van a invertir los fondos.
Anna Antón, concejala de Cultura, ha querido recalcar la importancia de este proyecto, ya que enfoca el modelo turístico de Santa Pola hacia otra trayectoria. Por su parte, María José Cerdá, Directora del Museo del Mar, ha acompañado estas palabras explicando que “nuestra ambición es mucho mayor, queremos crear una oferta complementaria, enfocada al turismo cultural-histórico-patrimonial. Pero vamos a seguir excavando porque verdaderamente podemos acabar teniendo un gran parque arqueológico en el centro histórico de la villa de Santa Pola”.
“El objetivo del FEDER es fundamentalmente poner en valor estas zona y también a disposición de la ciudadanía”, ha manifestado Antoni Such, Director General de la Administración Local, “en este caso son 125.875€ los que financiamos a través del fondo FEDER, un proyecto cofinanciado. Es una cantidad importante. Sobre todo si maximizáis los recursos”.
Los fondos se destinarán a la Villa Romana y a lo que conocemos como Portus Illicitanus. En ambos casos se va a proceder a adecuar y musealizar la zona para que cuente con iluminación, pasarelas, señalética y realidad virtual. Además, en el Portus Illicitanus se va a realizar una excavación arqueológica.
¿Quién vivía en la Villa Romana?
El Portus Illicitanus toma una gran relevancia cuando el puerto de Lucentum la pierde, esta Villa podría pertenecer a algún empresario de la época que se dedicase al garum, al comercio o tuviera algún trabajo relacionado con el puerto. En aquella época, el garum era una industria floreciente que da beneficios económicos, es una salsa que se vendía muy cara y generaba buenos ingresos. “Esta villa es de una persona pudiente, entonces puede ser que fuese uno de los empresarios de los negocios del puerto. Era muy normal que un empresario tuviera su casa cercana a la fábrica o explotación”, ha explicado María José Cerdá, directora del Museo del Mar.
Esta es la villa más importante encontrada hasta la fecha y está situada en una buena zona, a su alrededor hay calles, mercado, tabernas, aunque todo esto se encuentra bajo tierra. En su interior, la villa contaba con una decoración a la moda en aquella época: mosaicos, paredes enlucidas con estucos, colores fuertes, ocres, rojos, un porche y un jardín.
Futuros proyectos
María José Cerdá ha explicado que existe “un proyecto de recrear con realidad aumentada la factoría de salazones. El turista podría visitarlo, mantener un dialogo en castellano, valenciano o inglés con las personas que hacen el garum y de esta forma crear experiencias gastronómicas que incorporen recetas vinculadas a nuestra tradición histórica romana”.