Entrevista > Francisco José Manzanera / Escultor (Catral, 21-Enero-1978)
Francisco José Manzanera es un artista catralense en activo que trabaja desde su taller, en el centro de la localidad, desde hace 16 años.
Define el arte como una forma de expresión cultural y una manera de comunicar diferente, y se presenta como escultor, amante del Renacentismo y fiel seguidor del artista Miguel Ángel.
Aparte de trabajar en su estudio imparte clases de pintura para el Ayuntamiento de Catral. AQUÍ en la Vega Baja le ha entrevistado para conocer su trayectoria y su trabajo como artista en nuestra comarca.
¿Cuándo empezó a despertarse en ti ese interés por las artes?
Un tío mío, al que le gustaba mucho dibujar, despertó en mí ese gusanillo. Terminé mis estudios con la carrera de Bellas Artes en Valencia, donde fui becado Erasmus y pasé una temporada formándome en Carrara (Italia).
¿Por qué decidiste especializarte en la escultura?
Desde que estudiaba y la escultura era una asignatura más, me atrajo particularmente. Es mucho más compleja que la pintura, es tridimensional, se trata de algo muy realista. Puedes girar en torno a ella, es arte presente que puedes tocar.
Particularmente me aporta mucha más satisfacción estas obras que la pintura, aunque no siempre podemos hacer escultura por lo complejo de las obras; son obras grandes, caras y proyectos prolongados.
«Me gusta trabajar la madera; es un material cálido, vivo y limpio para tallar»
¿Estás especializado en algún material en concreto?
Me gusta mucho trabajar la madera; es un material orgánico, vivo, más cálido. La madera cuando se ha cortado y lleva años cortada sigue moviéndose, e incluso puede supurar resinas. Otra ventaja es que se trata de un material limpio para trabajar y se puede tallar en un espacio reducido.
Lo difícil de trabajar la madera es que al cortarla tienes que seguir una dirección concreta, porque las fibras tienen una dirección y si vas en su contra se astilla.
Nos intriga conocer un poco más cómo funciona la vida de un escultor. ¿Qué tipo de trabajos sueles realizar?
Normalmente trabajo por encargos, porque son obras muy específicas, personales y únicas, al gusto del interesado.
El abanico es amplio. Por parte de la Iglesia y cofradías tengo encargos de imágenes que procesionan en Catral, restauraciones de imágenes y pinturas, etc. pero también vienen particulares a encargar un detalle para una casa, regalos de boda, de comunión, pequeñas tallas en madera, retratos…
«La mayor parte de encargos son de imaginería religiosa y no sólo para crear nueva obras, sino para restaurar las que ya hay»
¿Dirías que los trabajos de imaginería predominan los encargos a lo largo de tu trayectoria laboral?
Sí, es cierto que gran parte de mi trabajo se relaciona con la imaginería, pero sobretodo con la restauración, porque la Semana Santa ya tiene sus imágenes y muchas sólo requieren pequeños retoques.
La imaginería sigue haciendo arte y patrimonio para todos. Las imágenes y la Semana Santa son cultura, atraen turismo y mueven a muchísima gente. Es importante que se mantenga y que se cree nueva obra.
¿Hay algún trabajo que quieras destacar entre los encargos realizados para la Semana Santa de Catral?
El año pasado terminé unas pequeñas andas; son como un trono pero en tamaño reducido, para una imagen pequeñita. Fue un proyecto interesante porque me dieron bastante libertad estética e hice algo diferente.
El Barroco es el estilo predominante en la imaginería debido a la tendencia que viene de Sevilla. Por darle un giro, cogimos el modernismo como base estética para diseñarlo, y al ser para una imagen de María, le dimos un aspecto más femenino. Quedó diferente y gustó mucho.
Eres un artista versátil. ¿Qué otras obras destacarías dejando aparte esos encargos religiosos?
Trabajo también para el Ayuntamiento, hago estatuillas para actos de entrega de premios e incluso hice una escultura que encargaron en honor a la Asociación de Agricultores de Catral, que se puede ver en la biblioteca.
Otra obra curiosa es un busto que hice por encargo de un hombre para su mujer. Ella había creado una escuela de danza en Newcastle, se iba a jubilar y querían ponerlo en la academia en su honor.
Fue un reto, porque tuve que hacer el busto a partir de unas fotografías que me enviaron. Las fotos son en dos dimensiones y viéndolas te tienes que imaginar esa tridimensionalidad para crear la escultura.
«El problema de los artistas es que nunca estamos satisfechos con el resultado»
¿Tienes alguna obra de la que te sientas más satisfecho?
Está claro que cuando finalizas una obra te sientes satisfecho, porque en ese momento lo has hecho lo mejor que sabes, pero cuando pasa un tiempo vuelve tu vena crítica y empiezas a pensar que podías haberlo hecho de otra manera.
La insatisfacción es algo natural, porque la autocrítica es necesaria en el mundo de arte, sobre todo si eres figurativo. Siempre tienes que estar corrigiéndote y evolucionando.
¿Crees que todo el mundo puede tener una escultura en casa?
La realidad es que para tener una escultura se necesita espacio y los pisos cada vez son más pequeños. También se necesita dinero, porque estamos hablando de un oficio que es totalmente manual y cuyo precio depende mucho del material, las horas de trabajo y la complejidad del proyecto.
Lo que es importante es que se entienda que la obra es una inversión con durabilidad en el tiempo, y que puede ser tan original y única como el cliente se imagine. Los escultores ponemos muchas facilidades para que todo el que quiera pueda tener su obra de arte, de mayor o menor tamaño.