Entrevista > Andrés Navarro / Jefe de Farmacia del hospital general de Elche (Elche, 21-abril-1964)
Los expertos aseguran que existen fármacos que pueden agravar los efectos del calor, que el calor puede hacer que haya cambios al tomarse la medicación, y además que hay que tener en cuenta una serie de consejos para la adecuada conservación de estos medicamentos.
Hay pacientes que son más vulnerables como son los ancianos, lactantes, niños y pacientes con patologías crónicas, por lo que es importante tomar medidas preventivas.
Precauciones
Hay medicamentos que pueden ser guardados en la nevera a unos determinados grados y esto se indica en el prospecto, por lo que es muy importante leerlo para conocer su adecuada conservación.
A la hora de transportar los medicamentos durante las vacaciones, por ejemplo, debe evitarse guardarlos en la guantera o maletero del coche, porque esos lugares alcanzan temperaturas muy altas según asegura el doctor Andrés Navarro, jefe de Farmacia del hospital general de Elche.
¿Existen fármacos que pueden alterar sus efectos ante una temperatura elevada, como por ejemplo una ola de calor?
Sí, pero quizás es más importante lo que los fármacos hacen en el organismo que altera la respuesta de este a las altas temperaturas. Hay medicamentos, como los diuréticos, ciertos antihipertensivos (medicamentos que bajan la tensión arterial) como captopril, enalapril, ramipril, losartan… laxantes que disminuyen el contenido en agua del organismo, etc.
Como es bien conocido, el cuerpo utiliza el agua como termorregulador, por eso sudamos al hacer ejercicio o cuando hace calor. El cuerpo utiliza el agua desprendida por el sudor para bajar la temperatura que debe conservarse alrededor de 36,5ºC, si tenemos menos agua disponible este mecanismo puede fallar. Otros fármacos interfieren en el sistema termorregulador, como los que bajan la fiebre, así nos encontramos con paracetamol, ibuprofeno, antigripales y otros.
«Se deben de extremar los cuidados en personas de riesgo, sobre todo si se medican, como ancianos, niños y pacientes crónicos»
¿Cuáles son los cuidados preferentes a tener en cuenta?
Hay que vigilar especialmente a los ancianos y los niños pequeños; los primeros pierden el reflejo de la sed y los niños lo tienen poco desarrollado.
«Hay que hidratarse con frecuencia, aunque no se tenga sed»
También hay que tener en cuenta que cuando tenemos sed hemos perdido aproximadamente el 2% de nuestra agua, y en verano esto nos puede suceder rápidamente. Hay que hidratarse con frecuencia, aunque no se tenga sed.
¿Una alta temperatura en el organismo causada por una fiebre alta puede provocar las mismas consecuencias?
Con fiebre elevada también se pierde agua, pero aquí ya hablamos de una situación de enfermedad, y las circunstancias son diferentes.
«Los fármacos han de conservarse en lugares frescos y secos, no expuestos directamente a la luz solar»
¿Cómo debemos conservar los medicamentos en pleno verano?
Hay que distinguir dos tipos de medicamentos en lo que se refiere a su conservación: los que requieren conservación entre 2-8ºC, que necesariamente hay que mantenerlo en la nevera doméstica y tener precaución en su transporte, intentando en la medida de lo posible respetar esta temperatura; y los que se conservan a temperatura ambiente, alrededor de 25ºC.
Pero en ningún domicilio que no tenga aire acondicionado se cumplen estas condiciones, por lo tanto hay que conservarlo en el lugar más fresco posible de la casa y seco; la humedad es otro de los condicionantes que aceleran el deterioro de los medicamentos.
En un domicilio las zonas más húmedas son la cocina y el baño, que coincide con los lugares más habituales para almacenarlos, por lo que sería interesante cambiarlo a otro lugar de la casa fresco y menos húmedo.
¿Qué se entiende por corte de digestión?
Por corte de digestión se considera aquellos síntomas digestivos que tienen lugar al producirse un cambio brusco de temperatura, y puede ocurrir cuando entramos en contacto con agua fría; aquí hay cambios en la tensión arterial y se producen unos cambios en la presión arterial sobre todo.
Pueden surgir náuseas, mareo e incluso pérdida de consciencia llegando en casos más graves a problemas cardiacos por este cambio brusco de temperatura, que puede ser más habitual después de la ingesta de una comida sobre todo en personas mayores o con algún tratamiento, pero, puede ocurrirle a cualquiera.
Después de una comida copiosa, gran parte de nuestra sangre se acumula en el aparato digestivo y menos en el resto del cuerpo, por la digestión. Por eso se recomienda esperar a que esta termine.
¿Cuál es su consejo al respecto?
Mi consejo sería adaptarse siempre poco a poco a los cambios de temperatura, incluso aunque no se haya comido. No tirarse de golpe al agua, permanecer en lugares frescos y a la sombra, y beber mucha agua.
¿Qué síntomas provoca un golpe de calor y como se debe actuar en esos casos?
Al principio puede aparecer dolor de cabeza, mareos, náuseas e incluso vómitos. Después pueden aparecer calambres, temperatura corporal elevada, alteración de la conciencia o desorientación. Aquí ya es una situación de gravedad que exige una atención urgente y visita al centro sanitario.
¿Hay algún fármaco recomendable en estos casos?
No, no hay ningún fármaco.
¿Nos automedicamos más de la cuenta?
Probablemente sí. La Organización Mundial de la Salud (OMS) habla de automedicación responsable. Y qué quiere decir con esto, pues tomar aquellos medicamentos que sabemos que nos alivian en síntomas menores y que se compran sin receta, así hay que considerar el paracetamol, ibuprofeno a bajas dosis, antigripales, etc.
Imagina que fuéramos al médico de cabecera con un leve dolor de cabeza o síntomas menores para reclamar este tratamiento, se colapsaría el sistema sanitario. Fuera de estos tratamientos, no se debe automedicar y mucho menos seguir consejos de otras personas que no son profesionales sanitarios.
¿Qué otras recomendaciones le gustaría hacer?
Recordar que en la zona que vivimos, cuando se habla de temperatura elevada, 34-35ºC equivale con nuestra humedad (65-75%) a una sensación térmica de 46-51ºC, aquí ya nos parece mucho calor.
Pues ante cualquier duda sobre la medicación, que se consulte con el farmacéutico. Es un profesional cualificado para dar consejos sobre la medicación y salud en general y si es necesario nos remitirá al médico de cabecera.