La creciente preocupación social por la situación de emergencia en la que viven día a día los habitantes del denominado Tercer Mundo, ha motivado que en España, y en el resto de países de nuestro entorno, prolifere de una manera rápida el número de organizaciones de voluntariado.
La torrevejense Joaquina Bosh Salinas es una de estas personas pioneras a nivel nacional que decidió dejar su vida en la ciudad para ayudar a los más necesitados del Tercer Mundo, cuando apenas las estructuras de las Organizaciones no Gubernamentales estaban desarrolladas. Sin embargo, allí donde se necesitaba ayuda, allí estaba Quinita.
Quinita dejó todo para prestar su apoyo a Ruanda
Alma máter
Nacida el 22 de noviembre de 1923, Joaquina Bosh Salinas, conocida coloquialmente como Quinita, siempre estuvo muy atraída por la idea de ayudar a los demás. Pero no es hasta el año 1974, cuando a raíz de un artículo de prensa conoce la historia de Ruanda. Se despierta entonces en ella una fuerza interior que cambiaría su vida por completo ya que, ese mismo año, decide ponerse en contacto con la presidenta de la Asociación Médicos Mundi de Alicante, Matilde Pérez Jover, para dejar todo y viajar a Ruanda.
De tal manera, ese mismo año surge Nueva Fraternidad, de la mano de Joaquina Bosh Salinas y Juan Mateo García, entendida como una Organización no Gubernamental para el Desarrollo, que tiene por objeto el apoyo a la infancia, la lucha contra las enfermedades, la creación de centros nutricionales y los programas de desarrollo de la mujer, en un intento de ofrecerles otra salida para el futuro a las más jóvenes que no sea el de la prostitución que es, a veces, su única opción. Más de treinta años después, dejó la presidencia.
Desde hace siete años, Ana Francos de la Hoz está al frente de la organización, tras haber sido reelegida en 2016. Para Francos, Quinita es una “mujer líder e innovadora” dado que “viajar a Ruanda en la actualidad no es complicado. Hace cuarenta años había que realizar varios transbordos y tardaba hasta tres días en llegar. Es el alma máter de Nueva Fraternidad”.
Apadrinamiento
A lo largo de estos cuarenta años, Nueva Fraternidad ha mantenido una especial vinculación con Ruanda, trabajando en las necesidades de las más de cien familias que tienen apadrinadas.
“Apadrinar no es sólo dar un futuro mejor al niño apadrinado, sino también a toda su familia” señalan. Con una cantidad de dieciocho euros al mes, el niño apadrinado tendrá todos sus estudios pagados con todos los gastos asociados incluidos, así como un seguro médico que velará por su salud y por el de toda su familia.
«Hemos conseguido que tengan acceso a sanidad y educación» A. Francos (presidenta)
Vinculación especial
Desde hace años trabajan codo con codo con las Hermanas de los Sagrados Corazones, con quienes han llegado a realizar diferentes proyectos como una cocina, unas letrinas, duchas en colegios, un aula de formación y una casa de acogida, entre otros.
“Hemos conseguido que tengan acceso a la sanidad y a la educación, ya que, pese a tener una educación gratuita, necesitan contar con una serie de acondicionamientos para poder comer en el colegio, porque las distancias entre el colegio y las casas no son las mismas que en Europa” sostiene la presidenta de la agrupación torrevejense.
Lección de vida
En este sentido, Ana Francos de la Hoz visitó por última vez Ruanda hace tres años para inaugurar uno de sus proyectos más recientes, una sala de maternidad en Rukara. “Cada vez que se culmina un proyecto sientes una alegría inmensa al ver que el trabajo da sus frutos. No es lo mismo que una mujer de a luz en el campo que en unas instalaciones preparadas, como un paritorio, con necesidades básicas por si surge cualquier imprevisto. Esto lo hemos conseguido gracias a la colaboración de la ciudad de Torrevieja” relata Ana Francos de la Hoz.
Una experiencia que la marcó para toda la vida en este último viaje, cuando comprobó de primera mano que, pese a las condiciones de vida de niños y niñas, “cualquiera de ellos es capaz de, con el hambre que pasan, compartir su comida si fuese necesario. Una lección tremenda para todos y que te hace pensar que si todas las personas tuviésemos esa capacidad de compartir a ese nivel, el mundo no estaría como está” añade.
Los ruandeses están entre los que peor calidad de vida tienen
Compromiso anual
Ruanda es un pequeño país ubicado en la región de los Grandes Lagos de África, conocido como las ‘nieblas de África’, también por su fauna salvaje y por los parques nacionales y parajes naturales que ofrece su paisaje montañoso. Su población supera los doce millones de personas.
Tal y como señala el índice de Desarrollo Humano, que elabora las Naciones Unidas para medir el progreso de un país, los ruandeses están entre los que peor calidad de vida tienen en todo el mundo. Por este motivo, Nueva Fraternidad reivindica un mayor apoyo en estos países que son los grandes olvidados.
“Sin nuestra labor, la tasa de mortalidad de cada uno de estos países se vería incrementada considerablemente. Es cierto que con las campañas de concienciación cuando hay una catástrofe, como un terremoto o un incendio, que asola poblaciones, se remueven conciencias y la ciudadanía colabora puntualmente. Pero quienes están los 365 días al año en primera línea son los voluntarios” relata Ana Francos.
Nuevas generaciones
En Nueva Fraternidad cuentan con el respaldo de más de doscientos socios y más de veinte voluntarios fijos, de los cuales, la amplia mayoría está integrada por una masa de gente joven, cuyo rango de edad oscila en los veinte años.
“No se le da la suficiente importancia y difusión a la labor que realiza la gente joven, cuando están realizando grandes obras a través del voluntariado. Gracias a ellos somos capaces de hacer todos nuestros proyectos. Además, tienen una conciencia social que no tenemos las personas mayores. No es fácil renunciar a un sábado por la noche en pleno mes de agosto para, en vez de estar con tus seres queridos, estar volcados en nuestras actividades” argumenta la presidenta de Nueva Fraternidad.
Ruanda sufrió una grave crisis con el genocidio de 1994
Fatídico suceso
Uno de los proyectos más emblemáticos de la ONGD torrevejense fue la construcción, en cooperación con las misioneras de ‘Vita et Pax’, de un comedor infantil en Kigali para niños huérfanos, tras el fatídico genocidio ocurrido en dicho país en el año 1994.
El genocidio de Ruanda fue un intento de exterminio de la población tutsi por parte del gobierno hegemónico hutu de Ruanda, en el que se asesinó a tres cuartas partes de la población tutsi. Aunque es recordado aún por las sangrientas guerras que lo azotaron a final del pasado siglo, Ruanda es, dos décadas más tarde, el país más seguro del continente y el quinto a nivel mundial, según el informe Gallup del año 2015.
La principal fuente de financiación es el torneo de balonmano playa
Concienciación social
Para poder llevar todos estos proyectos a cabo, desde Nueva Fraternidad reivindican la importancia y necesidad de poder contar con la solidaridad de la ciudadanía. “Con un euro que puede costar un café, nosotros pagaríamos el apadrinamiento de una familia en Ruanda durante dos días”.
Por este motivo, de la Hoz apela a la conciencia individual de cada ciudadano, ya que “da igual lo que los políticos quieran hacer en materia de solidaridad, depende de los propios ciudadanos, de que cada uno tome conciencia por sí mismo” señala.
Por el momento, su principal fuente de financiación es el ya tradicional torneo benéfico de balonmano playa, que este año ha celebrado su séptima edición. Además de otros actos benéficos ya que, desde hace varios años, no reciben ninguna subvención por parte del ayuntamiento de Torrevieja, del ayuntamiento de Alicante o de la Diputación de Alicante.
Sin inversiones
Año tras año, miles de organizaciones de diferentes países colaboran con los países del denominado Tercer Mundo. Sin embargo, parece que no llega el día en el que esta ayuda no sea tan necesaria.
“En las manos de la sociedad está poder remediar esta situación. A día de hoy veo muy difícil que algún día Ruanda deje de estar considerado Tercer Mundo porque, al final, se trata de un país tremendamente pobre donde no hay petróleo, ni plata, ni cobre. No hay nada en lo que invertir” sostiene Ana Francos.
“El problema es que no pensamos en las consecuencia de comprar a los manteros, de comprar productos por internet que lleva a trabajar a personas en precarias condiciones… En definitiva, no pensamos en las consecuencias de nuestros actos. Y hay que recordar que en estos países la gente se muere porque no tienen nada que llevarse a la boca, ni siquiera un trago de agua” añade.
También han colaborado en África, Centroamérica y Asia
Otros países
Aunque sus principales proyectos siempre se han llevado a cabo en Ruanda, también se han financiado y desarrollado muchas más iniciativas en diversos países de África, así como en Centroamérica y Asia.
Cabe destacar su labor en Mozambique, trabajando para el cuidado y tratamiento de un centro destinado a la gente enferma de lepra; India, para la construcción de los medios necesarios para el abastecimiento de agua de un área que alberga treinta mil habitantes o Uganda, para satisfacer el abastecimiento de agua para quince mil habitantes en Karamoja y para la financiación de una escuela y construcción de tres módulos destinados a las mujeres más jóvenes de la región.
Aún quedan cuatro años de recaudación para el centro de salud
Nuevos proyectos
Desde hace dos años están centrados en recaudar fondos para la construcción de un centro de salud en la ciudad de Rushanje (Uganda), un proyecto presupuestado en 86.000 euros y del que llevan recaudados en torno a los 30.000 euros.
“Somos una ONGD muy pequeña que no trabaja con otras agrupaciones. Llevamos dos años con la recaudación del centro de salud y somos conscientes de que aún nos quedan cuatro años más. Por este motivo, no pueden frenar los apadrinamientos de estas familias” relata.
Referente de solidaridad
Además de presidir y liderar Nueva Fraternidad, Quinita fue durante ocho años tesorera de Médicos Mundi de Alicante, tesorera de la asociación Pro Vida, tesorera y vicepresidenta de la Asociación de Alzheimer Torrevieja (AFA).
Su trayectoria no ha pasado desapercibida y su labor ha sido reconocida por todos, recibiendo multitud de galardones como el Premio Individual a las personas mayores del año 2014 que otorga la Conselleria de Bienestar Social de la Comunidad Valenciana.