Son 8 kilómetros los que separan Santa Pola de Tabarca. A pesar de que la isla pertenece administrativamente al término municipal de Alicante, el punto más cercano para navegar hasta ella es la localidad santapolera.
Es por ello que hasta cuatro empresas realizan esta conexión regularmente. Son las conocidas popularmente como las ‘tabarqueras’. Durante la temporada alta tienen gran actividad, con muchos trayectos diarios. En invierno la frecuencia baja, e incluso tres de ellas suspenden sus servicios marítimos durante algunas semanas. Eso sí, salvo que el temporal lo impida, no hay día que la isla no reciba visitantes.
Las opciones para ir a Tabarca son: Taxi, catamarán, lancha rápida o barco particular
Taxi a Tabarca
Tabarca Watertaxi es la única tabarquera que permanece abierta durante los doce meses del año. Posee dos embarcaciones en funcionamiento: el Pro 42 (con capacidad para 50 pasajeros) y el Quer 40 (con 32 pasajeros). Ambos barcos son de color amarillo y tardan unos 15-20 minutos en cubrir la travesía.
La empresa tiene frecuencias fijas desde marzo hasta octubre. El primer barco sale diariamente a las 10:00 y desde entonces realizan un total de ocho travesías diarias hasta el atardecer. “Intentamos siempre acabar un poco más tarde que el resto de la compañías, para ampliar el servicio” nos indican.
Entre noviembre y febrero también se ofertan conexiones puntuales, incluso los días normales de entre semana, pero es necesario reservar la plaza ya sea telefónicamente, por email o en las propias casetas de la empresa. Normalmente se realizan cuatro travesías al día. A pesar del nombre de la compañía, los precios son fijos y no operan con ningún tipo de taxímetro.
Se pueden realizar cenas de empresa, despedidas de soltero o bodas a bordo de algunos barcos
Catamaranes con visión submarina
Una forma diferente de viajar a Tabarca es mediante un catamarán que ofrece una visión submarina a la rica reserva natural que rodea la isla. Para ello las empresas Tabarkeras y Transtabarca organizan travesías diarias en lujosos barcos con capacidad para más de 250 pasajeros. Obviamente estos viajes tienen más duración, de unos 25-30 minutos.
La reserva marítima tabarquina está protegida, y consta de algunas especies de fauna y flora que son muy difíciles de encontrar en otros lugares de la Costa Blanca. Para disfrutar de ella los catamaranes se detienen poco antes de llegar al puerto de la isla, permitiendo que los pasajeros puedan observar los peces, corales y algas del fondo marino a través de un suelo de cristal.
Tabarkeras tiene funcionando cinco catamaranes en temporada alta, a partir de mediados de septiembre reducen su flota a dos y a finales del otoño dejan tan solo uno. Desde diciembre hasta febrero no ofertan servicio, salvo algún festivo. Esta compañía incluso ofrece realizar a bordo despedidas de soltero, cumpleaños, cenas de empresa o bodas.
Transtabarca también opera con cinco barcos en verano y suelen partir cada 20 minutos hacia la isla. En invierno reducen igualmente la frecuencia y paran durante los meses de enero y febrero.
Lancha rápida
Para aquellos que quieran acortar el tiempo de viaje lo máximo posible, también existe la opción de las lanchas rápidas. En poco más de un cuarto de hora éstas comunican el puerto de Santa Pola con el de Tabarca, con una capacidad máxima que oscila entre los 36 y los 48 pasajeros dependiendo del modelo.
Este servicio es ofrecido por las compañías Aquabus y Transtabarca. La primera oferta hasta 12 travesías al día en temporada alta, mientras que los horarios de la segunda están sujetos a demanda.
Empleados
Son muchas las personas a las que estas compañías tabarqueras dan trabajo. Cada embarcación es comandada por una tripulación que, dependiendo del tamaño del barco, puede constar desde dos a cinco marineros.
Además todas las cuatro compañías tienen casetas de venta ubicadas en el puerto de Santa Pola donde al menos hay un vendedor trabajando y respondiendo el teléfono, todavía más en temporada alta. Incluso en algunas compañías contratan a organizadores para orientar a los viajeros en los puertos de Tabarca y Santa Pola.
En Tabarkeras nos indican que en verano dan trabajo a alrededor de una veintena de personas, mientras que en Tabarca Watertaxi tienen una plantilla de nueve empleados. En las otras dos compañías no nos han proporcionado datos al respecto.
Competencia
Para este reportaje también hemos querido averiguar si existiera algún tipo de acuerdo colaborativo entre las cuatro empresas tabarqueras para apoyarse con medios y/o repartirse equitativamente los beneficios, o si por el contrario operan en un régimen de competencia pura.
Sin embargo, solo en Tabarca Watertaxi nos han señalado que ellos no tienen firmado ningún tipo de convenio con las demás compañías. Extrañamente ninguna de las otras tres empresas nos ha querido aclarar esta cuestión, e incluso una de ellas llegó a indicarnos que consideraban que esta pregunta estaba “fuera de lugar”.
Incluso en los días de entresemana en invierno hay barcos cubriendo la ruta
Sobre todo extranjeros
Durante la temporada alta cada día llegan centenares de personas a la isla de Tabarca. La cifra cae en picado en invierno, cuando la isla recibe apenas una docena de visitantes diarios en los meses más fríos.
Eso sí, en cualquier época del año el porcentaje de extranjeros es muy superior al de los nacionales. “A diario nos llegan sobre todo franceses, británicos, alemanes, escandinavos, holandeses o polacos. Los españoles suelen venir más en fines de semana o festivos” nos explica una taquillera.
Aún así, las compañías tabarqueras también cumplen un papel fundamental hacia los propios habitantes de la isla. En las primeras travesías del día es habitual ver carritos de la compra a bordo que aportan los suministros a los habitantes y negocios de la isla. Esos mismos carritos, a última hora del día reaparecen vacíos en los barcos para volver a Santa Pola.
Sin restricciones legales
Además de estas cuatro compañías tabarqueras, en los últimos tiempos también se ha producido un incremento de los particulares que acuden a Tabarca en sus propias embarcaciones. Algunas voces han llegado a solicitar a las administraciones una mayor legislación que restringa las travesías a Tabarca en temporada alta en aras de proteger la reserva. A día de hoy, ni particulares ni empresas tienen limitación alguna para cubrir la ruta tantas veces quieran.
“En realidad los que más daño hacen a la reserva marina son los particulares, que tiran el ancla al fondo marino y se quedan allí todo el día. Nosotros no permanecemos fondeados allí, simplemente llegamos, descargamos, cargamos y nos volvemos a ir” nos explica una de las empleadas entrevistadas.