Entrevista > Jorge Díez / Concejal de Playas e Infraestructuras
En Santa Pola, ni los más mayores recuerdan algo así. Dicen que hacía 100 años que el agua no caía de esa manera ni causaba tanto estrago. Poco a poco, se va volviendo a la normalidad, pero aún queda mucho por hacer y mucho que invertir para conseguirlo.
Las zonas más afectadas han sido su bien mas preciado: las playas. Especialmente, playa Lisa y Santa Pola del Este. Desprendimientos, desaparición de algunas calas y de grandes cantidades de arena son sólo algunos de los daños causados.
A la espera
Pero no ha sido lo único, ya que tanto el alumbrado como el alcantarillado sufrieron las consecuencias del agua, así como algunas calles donde la fuerza de la riada levantó el asfalto.
El tiempo pasa y buena parte de los daños siguen sin repararse mientras se espera que afronten los gastos diferentes organismos del Estado. Un presupuesto que asciende a un millón de euros.
«Quiero destacar la colaboración desinteresada de todos los voluntarios que nos ayudaron»
¿Cuál es el estado actual de las playas que resultaron más afectadas?
Las playas, a día de hoy, están en general en buen estado después de los ocurrido. De hecho, con el buen tiempo de las últimas semanas hemos recibido a muchos visitantes que han aprovechado el sol y las agradables temperaturas.
Quiero destacar la inestimable colaboración desinteresada de tantos voluntarios que se pusieron en marcha para ayudar. Una vez más, la población demostró su solidaridad cuando es necesaria y se volcó tanto en las tareas de limpieza como en ayudar a sus vecinos.
¿Cuál fue la tarea prioritaria?
Lo primero que había que hacer, con carácter de urgencia, era poner en marcha un operativo de limpieza, para retirar todos los escombros que había arrastrado el agua hasta la playa y reponer arena para que quedaran aptas para su uso.
«En la actualidad es complicada la adquisición de arena ya que escasea en toda España»
¿Playa Lisa es una de las más perjudicadas?
Sí. En playa Lisa se sufrió una gran inundación debido a la geografía del terreno, que dejó socavones y zanjas. El agua se llevó buena parte de la arena.
En la actualidad, es complicada la adquisición de arena ya que escasea en toda España. Afortunadamente, tenemos un pequeño depósito donde vamos almacenando la que extraemos de la posidonia que vamos retirando cuando se acumula en exceso en las orillas.
A esto hay que añadir la reparación del muro de contención de Gran Playa, que quedó totalmente desquebrajado y que, según la ley de Costas, no será suficiente con repararlo, sino que habrá que volver a hacerlo de nuevo para ajustarnos a la normativa vigente.
¿La situación en Santa Pola del Este es diferente?
El agua en esta zona fue más agresiva y ha hecho desaparecer algunas de las pequeñas calas situadas al principio del paseo Santiago Bernabéu. El agua se las comió, literalmente, y ahora sólo quedan rocas y agua. Va a ser muy difícil volver a recuperarlas.
A esto hay que sumar el desprendimiento de piedras de los barrancos que han caído en la zona. Nosotros no disponemos de la maquinaria adecuada para hacerlo por el momento.
¿Que otros problemas causó el agua?
La playa de Levante, aunque menos, también sufrió las consecuencias de la riada. En general, el material de equipamiento como los lavapiés va a tener que ser repuesto en la mayoría de las playas.
«En algunas calles la fuerza del agua levantó el asfalto»
¿Hubo daños más allá de las playas?
En algunas calles la fuerza del agua levantó el asfalto, como en la calle Honduras. Por otra parte, hay que hacer especial mención a los daños causados tanto en el alumbrado como en el alcantarillado.
Concretamente, el alumbrado municipal estuvo sin servicio en playa Lisa casi una semana por las filtraciones de agua que dejaron daños importantes aún sin reparar. También el alcantarillado necesita una importante reparación para poder dar servicio al 100% del municipio.
¿Por qué quedan tantas cosas aún por resolver?
El Ayuntamiento se ha hecho cargo de las actuaciones más urgentes, como la limpieza de playas y otras reparaciones necesarias para el buen funcionamiento de la ciudad, pero hay otras que corresponden a diferentes organismos como la Diputación, la Generalitat, el Ministerio y la Agencia Valenciana de Turismo.
Ahora sólo falta que se pongan de acuerdo y que asuman las obras que les correspondan.