Cargado con naranjas y mandarinas recolectadas en los campos de España, San Nicolás (‘Sinterklaas’ en neerlandés) anunciará el día 6 de diciembre el inicio del periodo navideño para Países Bajos y Bélgica. Acompañado de su séquito, que no ha estado exento de polémica en los últimos años, desembarcará, una vez más, en el puerto de Amberes, corazón del comercio europeo durante siglos, y en algún punto de la costa neerlandesa para llevar regalos y alegría a los más pequeños de aquellos países.
Antes de eso, esta figura nacida, como tantas otras, de la tradición pagana y que hoy en día se asocia a San Nicolás de Bari (patrón de los niños) arrancará su largo peregrinar desde l’Alfàs del Pi, un municipio que celebra, también despidiendo a ‘Sinterklaas’, su fenomenal mezcla de culturas.
Aceptando, un año más, la invitación del Club de Leones, San Nicolás comenzará su viaje hacia Centroeuropa desde la Casa de Cultura de l’Alfàs del Pi, donde él y su corte repartirán decenas de bolsas con dulces y, por supuesto, mandarinas entre los más pequeños.
Invitado por el Club de Leones, ‘Sinterklaas’ pondrá rumbo a Centroeuropa desde l’Alfàs del Pi
Un recibimiento por todo lo alto
Sólo unas horas más tarde ‘Sinterklaas’ llegará a Bélgica a través del puerto de Amberes en una ceremonia que, como en España sucede con los Reyes Magos, es seguida en directo por centenares de miles de personas a través de la televisión.
Las más altas personalidades de la ciudad y del Estado se darán cita en la ciudad del centurión Brabo para recibir, con grandes honores, a este obispo bonachón que no sólo inaugura oficiosamente la cuenta atrás hacia la Navidad, sino que llenará de sonrisas los rostros de miles de niños.
Para encontrar el origen de esta tradición, hay que remontarse hasta mediados del siglo IV de nuestra era, cuando la Europa cristianizada fue haciendo suyas costumbres paganas. En este caso, la tradición de ‘Sinterklaas’ parece tener su base en la figura del dios germano Odín que, como su versión actual, montaba un caballo blanco e iba acompañado de Huginn y Muninn, dos ayudantes negros.
La polémica de ‘Zwarte Piet’
Precisamente es la figura de esos ayudantes, encarnados en ‘Zwarte Piet’ (Pedro el Negro), la que ha traído la mayor polémica en los últimos años. Relegados a un papel de meros comparsas y lacayos –¿empieza a resultarles familiar la imagen de los pajes negros de la cabalgata de Reyes de Alcoy? –, varias ONG y asociaciones por la igualdad han denunciado que esta figura perpetúa diferencias raciales que deben quedar ya olvidadas.
En cualquier caso, la tradición de ‘Sinterklaas’ siempre ha sabido sobreponerse a las crisis de identidad que ha sufrido a lo largo de los siglos. De hecho, una de las más importantes llegó a caballo entre los siglos XVI y XVII con motivo de la Guerra de los 80 años.
En aquel enfrentamiento entre las provincias neerlandesas y la Corona de España, dos importantes elementos se unieron en contra de San Nicolás: su relación con el enemigo español y su origen pagano. Los religiosos calvinistas trataron de aprovechar esas circunstancias para acabar con esta festividad, pero su inmensa popularidad evitó su desaparición.
Tras ser ‘exportado’ a EEUU por colonos neerlandeses, ‘Sinterklaas’ dio origen a Papá Noel
El ‘padre’ de Santa Claus
Vestido con una llamativa capa y gorro rojos, y fácilmente reconocible por su larga y frondosa barba blanca, las similitudes con el mundialmente famoso Papá Noel son evidentes. De hecho, ‘Sinterklaas’ puede ser considerado el padre del hombre que cada año nos visita desde Laponia.
En el siglo XIX los habitantes de Nueva Ámsterdam (hoy en día Nueva York) llevaron sus costumbres y tradiciones a Estados Unidos y, por supuesto, la festividad de ‘Sinterklaas’ viajó con ellos. Debido a la lógica evolución del lenguaje, el nombre del obispo mutó a Santa Claus y fue ya en pleno siglo XX, cuando la enorme influencia ‘yankee’ en la cultura global exportó a Europa –y el resto del mundo– la figura de Papá Noel.
Galletas de jengibre, ‘kruidnoten’ y ‘pepernoten’ son los sabores que acompañan su llegada
Canciones, poemas, dulces y regalos
Una de las principales diferencias entre ‘Sinterklaas’ y Papá Noel es que, para recibir los regalos del primero, no basta con portarse bien durante todo el año. Mientras esperan la llegada del santo, los niños de Países Bajos y Bélgica cantan canciones y recitan poemas hasta que éste llama a la puerta cargado con sus parabienes.
Además, dado que su presencia anuncia el inicio de la cuenta atrás definitiva hacia la Navidad, su llegada va acompañada de la primera ración de dulces típicos de estas fechas entre los que destacan las galletas de jengibre, ‘kruidnoten’ y ‘pepernoten’.
Canción típica de ‘Sinterklaas’
Sinterklaasje kom mar binen / Pequeño San Nicolás, entra dentro
Sinterklaasje kom maar binnen met je knecht / Pequeño San Nicolás, entra con tu ayudante
want we zitten allemaal even recht. / porque todos nos ponemos en pie.
Misschien heeft U nog even tijd / Quizás tengas algo de tiempo
voordat U weer naar Spanje rijdt. / antes de que vuelvas a España.
Kom dan ook even bij ons aan / Acércate un poco a nosotros
en laat je paardje maar buiten staan. / y deja a los caballos fuera.
En we zingen en we springen en we zijn zo blij / Y cantamos, y saltamos y estamos tan contentos
want er zijn geen stoute kinderen bij. / porque no hay niños traviesos.
En we zingen en we springen en we zijn zo blij / Y cantamos, y saltamos y estamos tan contentos
Want er zijn geen stoute kinderen bij. / porque no hay niños traviesos.