Mucha gente desconoce que el Ministerio de Hacienda también dispone de su propio cuerpo de Policía, que realiza operaciones en el terreno e incluso va armado con pistolas y metralletas. Estos agentes surcan los mares tratando de interceptar el contrabando ilegal y luchar contra el fraude fiscal. Hablamos del Servicio de Vigilancia Aduanera.
Una de sus bases marítimas repartidas por toda la costa española se ubica en el puerto de la ciudad de Alicante, donde tienen un barco patrullero y hasta 30 agentes preparados para actuar siempre que sea preciso. Desde aquí cubren el litoral de toda la provincia, desde San Pedro del Pinatar hasta Denia.
“Nosotros no tenemos un horario fijo, porque los malos tampoco lo tienen. Nuestra ‘clientela’ suele navegar por la noche, pero a veces hay que salir a las 10 de la mañana o a las 3 de la tarde” nos comenta Andrés Oñate, jefe de la base marítima alicantina.
En Alicante se trafica sobre todo con hachís y cocaína, aunque también con productos legales como el calzado
Hachís, cocaína, calzado…
El producto estrella que más se contrabandea por la zona de Alicante es el hachís. También la cocaína. “Esto va por rachas. La ruta más habitual es el estrecho de Gibraltar o Galicia, pero cuando las autoridades de allí hacen más presión notamos mucho que aumentan las redes por aquí. Ahora mismo estamos percibiendo un cierto aumento” nos explica Andrés.
Según nos cuentan los agentes de Aduana, la nuestra es sobre todo una zona de tránsito. “Es raro que intenten descargar la mercancía en Alicante, normalmente se dirigen hacia Francia y otros puntos más al norte donde les esperan camiones que la distribuyen por toda Europa. A veces incluso van en dirección hacia Libia, y allí las mafias venden la droga a cambio de armas”.
«Hemos llegado a incautar hasta pasta de dientes. Se puede traficar con cualquier producto» A. Oñate (jefe Aduanas Alicante)
Aunque la mayor parte del tráfico ilegal marítimo es de estupefacientes, en los nueve años que el agente cántabro Andrés Oñate lleva destinado en Alicante ha incautado productos de lo más variopintos. “En realidad se puede traficar con casi todo. Aquí son muy habituales las falsificaciones de calzado o de ropa. Recuerdo una vez que interceptamos un cargamento ilegal de pasta de dientes. Si así les sale más barata a ciertas tiendas que comprando las marcas normales a los distribuidores oficiales, pues también es negocio” nos explica.
«También hay alicantinos metidos en las redes de narcotráfico. Es un dinero muy goloso» A. Oñate (jefe Aduanas Alicante)
Un dinero muy goloso
De hecho, gran parte de los productos traficados son legales. Irónicamente muchos de los traficantes que operan por Alicante son holandeses. “La legalización de las drogas no termina ni mucho menos con el tráfico ilegal. Holanda tiene una de las mayores redes de narcotráfico que existen en Europa. Y en España nunca se ha logrado acabar con el tráfico de tabaco”, nos indica el jefe de la base marítima alicantina.
Es cierto que, dado que la droga se suele cultivar en Marruecos y Argelia, la mayoría de los traficantes detenidos por las autoridades de Aduanas son de origen magrebí. Aunque también nos advierten que no son pocos los alicantinos que están implicados en este ajo.
“Es un dinero muy goloso. Las mafias enganchan a mucha gente prometiéndoles hasta 30.000 euros a cambio de hacer un viaje. Además es un mundillo donde hay muchas fiestas y derroche. Algunos se meten con la intención de hacerlo solo una vez, pero luego repiten y repiten. Siguen los mismos patrones de la ludopatía” apunta el jefe de la base marítima de Alicante.
Los avisos y las vigilancias
Para tratar de desarticular estas redes, la policía de Aduanas realiza investigaciones concretas. Trabajan para ello junto con las unidades antidroga tanto de Policía Nacional como de la Guardia Civil, y todos estos cuerpos se coordinan a través del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado de España (CITCO).
Cuando reciben un aviso del CITCO acerca de una posible embarcación con mercancía ilegal rondando las costas alicantinas, salen a interceptarla. También realizan rondas periódicas en las que revisan a toda embarcación sospechosa. “Si vemos a un mercante con las luces apagadas que viene desde Marruecos a las tres de la mañana, pues evidentemente lo paramos. Aunque es cierto que algunas veces no encontramos nada. En este trabajo nunca se sabe” nos indica Andrés Oñate.
Los agentes siempre van armados y el patrullero de Alicante cuenta con su propia metralleta incorporada en la proa
La aprehensión de la droga
Para realizar esta labor siempre hay al menos ocho tripulantes en la base marítima de Alicante dispuestos a zarpar en cualquier momento. Hacen distintos turnos para cubrir las 24 horas del día y la noche. El barco patrullero dispone de hasta 900 millas de autonomía, por lo que pueden llegar perfectamente a aguas internacionales. Además cuentan también con el apoyo aéreo de helicópteros y aviones que operan desde la base de aérea de Alcantarilla (Murcia).
En las primeras 12 millas, el Servicio de Vigilancia Aduanera tiene toda la autoridad para abordar y registrar cuantas embarcaciones quiera, pues son aguas territoriales pertenecientes a España. La Ley de Contrabando les permite operar también con libertad hasta las 24 millas. A partir de aquí, dependen de la bandera de la embarcación y necesitan autorización del CITCO. Con algunos países como Italia o Portugal hay convenios firmados. En otras ocasiones, la burocracia tarda.
“Entre que identificamos su bandera y recibimos la autorización, a veces perdemos un tiempo precioso que no tenemos. Los helicópteros nos suelen ayudar mucho en esta labor. Cuando comprobamos que el barco no lleva bandera o la lleva de un país que no es el suyo, podemos proceder con la aprensión, pues ninguna ley ampara las embarcaciones piratas” explica el jefe de la vigilancia aduanera alicantina.
“Normalmente nuestro trabajo no es peligroso. Cuando pillamos a los traficantes la mayoría se quedan petrificados, intentan hacer desaparecer la mercancía o huyen a máxima velocidad. Aún así siempre llevamos pistolas y el patrullero cuenta con su propia metralleta incorporada en la proa. En mis años de servicio nunca he recibido un tiroteo, pero estos narcos pertenecen a mafias muy peligrosas así que conviene ir preparado para lo peor” nos cuenta Andrés Oñate.
Lo incautado
Una vez que la mercancía ilegal es incautada, queda a disposición del Ministerio de Sanidad. Aquí es analizada para tratar de recaudar información que ayude en la desarticulación de las redes de narcotráfico. En el caso de que sea prueba judicial, se mantiene almacenada hasta que se celebre el juicio. Luego es destruida.
Normalmente cuando los agentes aduaneros logran interceptar grandes cantidades, se nota en que el precio de las drogas sube en las calles al tiempo que baja la calidad de la misma.
Los narcotraficantes también son detenidos, y normalmente se quedan a espera de juicio. “A veces nos ha ocurrido que el juez los ponen en libertad provisional, y unos meses después nos los encontramos otra vez traficando en la costa” se lamenta Oñate.
En cuanto a las embarcaciones retenidas, suelen quedarse varadas en el Puerto de Alicante a la espera de juicio. Los agentes de aduanas nos enseñan algunos barcos que llevan ya más de cinco años encallados en los muelles.
«Vamos faltos de personal. Hemos tenido siete jubilaciones y no se han cubierto las plazas» A. Oñate (jefe Aduanas Alicante)
Formas de esquivar la autoridad
Las técnicas que utilizan los narcos para tratar de burlar su trabajo son muy variopintas. A veces consiguen llegar a la costa de extranjis con el cargamento y lo descargan para luego distribuirlo. Otras veces lo arrojan sobre una balsa geolocalizable que se queda flotando sobre el mar para que otro barco salga desde nuestras costas para recogerla. En ocasiones también se emplea la técnica del ‘gancho ciego’, cuando la droga queda infiltrada en contenedores o mercancías legales para que no sea detectada o un narco la retire antes de detectarse.
De hecho, Andrés Oñate pide más recursos a las administraciones. “Estamos bastante faltos de personal en Alicante. Durante varios años se han producido unas cuentas jubilaciones, se nos han ido siete agentes y no ha habido oferta pública de empleo para cubrir estas plazas. Ahora además, en Navidad, la gente se pide más días libres, como es lógico. Afortunadamente nos han prometido que este 2020 vendrán otros seis agentes” nos indica el jefe de la base marítima alicantina.
Operaciones antifraude tributario
La lucha contra el narcotráfico no es la única labor del Servicio de Vigilancia Aduanera de Alicante. Gran parte de su trabajo consiste también en detectar fraudes a la Agencia Tributaria que puedan perpetrar los dueños de embarcaciones, aunque no se dediquen a ninguna actividad ilegal.
De hecho, la base marítima alicantina tiene bastante trabajo en este campo, pues en nuestra provincia existen varios puertos deportivos importantes donde están ancladas numerosas embarcaciones como Alicante, Torrevieja, Altea, Denia, Santa Pola, etc. También es una zona donde abunda la práctica pesquera.
Las inspecciones
En este campo los agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera actúan cuales inspectores de Hacienda. “Muchos días navegamos hasta puertos, como por ejemplo el de Tabarca, para realizar inspecciones. Comprobamos que las embarcaciones estén reguladas y sus dueños estén pagando todos sus impuestos” nos explica Andrés Oñate.
Uno de los fraudes más habituales es tratar de ahorrarse el impuesto de matriculación, que supone hasta un 10 % del coste de la embarcación y es de obligado pago para todos los residentes en España, aún en el caso de que su barco tenga una bandera de otro país.
“La única excepción para no pagar la matriculación es destinar el barco al alquiler, pero con esto también se han hecho muchas trampas. Hace varios años estaba muy extendido que los dueños inscribieran sus embarcaciones como de alquiler, y luego las usaran ellos mismos. Incluso cuando las compraban lo recomendaban en las náuticas o sus asesores financieros. Nos pusimos serios con esto, y hoy en día ya prácticamente todo el mundo lo paga” nos indica Oñate.
También es habitual encontrar propietarios de barcos que no tienen licencia, seguro en regla o utilizan un tipo gasóleo que no es legal.