Ha costado viajes, enfados y dolores de cabeza, pero los Datilers de Elche, el primer club de béisbol de la ciudad y de la provincia de Alicante, empieza a ver la luz al final del túnel. Su alianza con los Tigres, de la vecina Alicante, ha creado un club más fuerte que cambiará de nombre (Tigres de Elche), aunque seguirá teniendo en la ciudad de las palmeras su cuartel general. De hecho, los equipos de la base pasarán a denominarse Datilers en homenaje al equipo fundador.
En los próximos meses, y gracias a la colaboración del ayuntamiento de Elche y de su concejalía de Deportes, las demandas y plegarias del club, por fin, serán atendidas. Los Tigres tendrán un campo y una sede, aunque aún no está definido el lugar en el que entrenar, competir y, sobre todo, poder instruir y educar a las nuevas generaciones en este deporte, que sigue siendo un gran desconocido para los aficionados españoles.
Influencia externa
El béisbol, como todos los deportes que no son autóctonos, necesitó influencia externa para llegar a Elche. Fue impulsado en la ciudad por Melvin Ocando, que militó durante varios años en el club Estrellas Negras de Murcia. El ex jugador y presidente del Datilers se afincó en Elche y compitió durante varios años con el club murciano en la Liga Nacional hasta que, cansado de tanto desplazamiento, decidió crear el club con la ayuda de unos amigos.
“Lo creamos en 2012 y ahora contamos con 40 miembros”, explica Melvin, a quien le viene su pasión por el béisbol de Venezuela, su segunda patria y potencia mundial en este deporte.
«No hemos crecido más por falta de campo para entrenar»
Colonia latina
El núcleo duro del proyecto, del que es pieza esencial desde su inicio Wladimir José Cornet, entrenador y monitor del club, se alimentó de la gran colonia latina que existe en la ciudad, a la que se sumó un buen número de ilicitanos con curiosidad por descubrir uno de los deportes más desconocidos, pese a ser también uno de los que mayor protagonismo han tenido a lo largo de la historia en la gran pantalla.
“No hemos crecido más por falta de campo. Podríamos ser muchos más miembros, pero no se han dado las oportunidades por falta de condiciones en las que poder jugar o entrenar”, lamenta Melvin Ocando.
En 2020 el equipo espera contar con una instalación y crear su escuela
Ilusionante 2020
Inicialmente, el Ayuntamiento cedió al club unos terrenos de tierra en la Ciudad Deportiva de Altabix, que solo eran válidos para los entrenamientos o para jugar al sóftbol (modalidad del béisbol que se disputa con un bate, una bola y un campo más pequeños), pero insuficientes para potenciar el trabajo de cantera con el que la entidad pretende enraizar este deporte en la ciudad.
“La relación con la gente de deportes del Ayuntamiento es excelente, nos han ayudado en este tiempo en todo lo que han podido y más, pero llega un momento en el que ya no hay margen”, explica el presidente de la entidad, quien añade con ilusión que “en unos meses, ya en 2020, por fin tendremos una instalación con los requisitos para crear la escuela”. La alianza con el club de Alicante, con el que no existía más rivalidad que la deportiva, afirma que les hará “aunar fuerzas y ser más potentes”.
Monitores del club dan clases en colegios para explicar el juego
Labor docente
Durante estos años de travesía por el desierto, el Club Datilers se ha dedicado a poner la semilla del béisbol en la juventud ilicitana a través de cursos y actividades en los colegios. “Nuestros monitores van durante una semana a los centros e imparten clases de iniciación a alumnos, de entre ocho y doce años, de cuatro o cinco aulas”, explica.
La iniciativa, que ya cumple su cuarto año, ha calado entre los jóvenes, según confiesa Melvin, ya que los padres se sienten atraídos por un deporte que tiene “valores” y que permite “jugar a todos. Nos piden información para inscribir a sus hijos en la futura escuela”, añade el presidente de Datilers, quien admite que existe un “gran desconocimiento” general hacia el béisbol.
“Es verdad que las normas son complejas, pero una vez lo entiendes no es aburrido. De hecho, en Estados Unidos está considerado como el pasatiempo nacional. Los partidos duran tres horas y media y el espectador sabe que va a pasar el día. Incluso a comer entre entrada y entrada”, explica con pasión Melvin.
Éxitos de España
A pesar de que puede parecer lo contrario, España sí tiene cierta tradición en este deporte, aunque está a años luz de las superpotencias americanas, caribeñas y asiáticas. “España ha sido segunda y tercera de Europa. Y nos clasificamos para un Mundial. Hay más de 5.000 federados”, explica.
El presente
Actualmente, el Tigres de Elche está en Primera, la segunda categoría del béisbol español, solo superada por la División de Honor. El club no participará este año en la competición autonómica para preparar mejor su presencia en la Liga nacional, en la que se medirá a equipos de la Comunidad y del resto de España.
Esta competición abarca seis grupos y en cada una de ellos hay entre cuatro y seis equipos. Los campeones de los seis grupos disputarán una final a seis para dar a conocer el ganador.
Al ser un deporte con escasa tradición, todo el material del club se compra a través de internet en páginas especializadas. “Tenemos dos páginas a las que solemos acudir para adquirir el material. O si no ya debemos ir a páginas internacionales”, explica Melvin, quien comienza a ver con ilusión la llegada de una nueva era al béisbol ilicitano. El ‘home run’ soñado por el club asoma ya a la vuelta de la esquina.