Entrevista > Alicia Mas / Presidenta de Cruz Roja Crevillent (Crevillent, 2-marzo-1967)
Psicóloga de carrera y crevillentina de ´toda la vida`. Desde hace 26 años trabaja para la Asociación Pro-Discapacitados Psíquicos de Alicante (APSA). “Siempre me ha gustado estar cerca de las personas y ayudar a la gente. Quizás por mi profesión, o quizás por mi forma de ser” nos señala.
Alicia del Carmen Mas Burgos lleva doce años integrando la Cruz Roja de Crevillent, durante los cuales ha participado en los procesos de selección del voluntariado. El pasado julio fue nombrada la nueva presidenta de la agrupación local.
«Contamos con 1.446 socios, es muchísimo para una localidad del tamaño de Crevillent»
¿Cuántas personas sois en la agrupación local de Crevillent, entre voluntarios y asimilados?
Hay 181 voluntarios, de los cuales muchos son jóvenes pero también algunos que llevan bastantes años. Además tenemos sobre quince asimilados, y el número total de socios es de 1.446.
La verdad es que las personas que iniciaron Cruz Roja en Crevillent en su día hicieron unas campañas muy buenas de sensibilización. Quizás de ahí que tengamos tanta gente en la agrupación, para ser una localidad que no es tan grande. Tenemos que agradecer mucho al pueblo crevillentino por la buena relación de mutua acogida que siempre ha tenido y tiene con nosotros.
Por otra parte, también tenemos 47 empresas asociadas, que nos apoyan en nuestras áreas de desarrollo, y otras nueve que nos hacen donaciones económicas.
¿La labor de Cruz Roja es diferente en Crevillent respecto a otras localidades?
Cruz Roja nacional nos marca las directrices sobre las que actuamos, y luego en cada localidad las llevamos a la realidad social. Cada pueblo ponemos nuestro granito de arena. Por ejemplo, en el campo del medioambiente apoyamos campañas de sensibilización para temas como el cambio climático o el programa ‘Mediterráneo, deja que te cuide’, y a la vez también de reforestación de nuestra sierra.
Uno de los referentes de la Cruz Roja es vuestra ayuda a las personas en riesgo de pobreza. ¿Hay muchos casos en la localidad?
Ya no son solo los que hay en Crevillent, sino también los transeúntes que pasan por aquí. Tenemos un programa de apoyo, junto con el Ayuntamiento, para poder darles una atención y ayudarles a salir de esta situación.
¿A qué otros colectivos ofrecéis ayuda?
Tenemos programas destinados a las personas mayores para tratar de evitar su aislamiento, como la teleasistencia. Aunque no vivamos en una gran ciudad, aquí también existen los problemas de soledad. Además apoyamos a las personas víctimas de violencia de género y a las que sufren diversidad funcional.
También impulsamos planes de empleo para jóvenes, mujeres y parados de larga duración. Intentamos volver a meterles en el círculo laboral, no solo buscando empresas sino ayudándoles a manejar internet o redes sociales para que no exista brecha digital.
«Para concienciar a los niños hemos organizado campamentos donde recreamos como viven los refugiados»
¿Tenéis también programas dirigidos a la infancia?
Sí, casi todos están dirigidos por nuestro grupo de ‘Cruz Roja Juventud’. Estos chavales voluntarios, de entre 16 a 30 años, ayudan con clases de apoyo a niños que, por sus condiciones de exclusión familiar, tienen dificultades en el colegio. Además los sábados van a los hospitales de Elche y del Vinalopó para hacer más amena la estancia hospitalaria a los niños ingresados.
Por otra parte, también tenemos el grupo Pineo, que organiza actividades y excursiones en los que se fomentan los valores de solidaridad. Para sensibilizar a los niños hacemos charlas en colegios, e incluso hemos organizado campamentos para recrear como es la vida de los refugiados.
«Durante la DANA tuvimos a 131 personas hospedadas en albergues»
¿Os afectó mucho la DANA?
Hubo localidades donde causó más daños, pero en Crevillent también tuvimos zonas que se vieron afectadas. Tuvimos a 131 personas hospedadas en nuestros albergues, y nuestro equipo de socorro acudió de inmediato a todas las emergencias.
Siempre he tenido la sensación de que la Cruz Roja hace todo lo que las administraciones deberían hacer…
Cada uno tenemos una labor. Quizás en Cruz Roja contamos con la ventaja de que estamos muy cerca de la gente en nuestras agrupaciones locales y detectamos los problemas de primera mano. Tenemos una comunicación buena con la Administración, pero a veces su burocracia es mucho más lenta o no pueden garantizar su ayuda por temas económicos.
La verdad es que da gusto trabajar con la agrupación de Crevillent. Es gente tan dispuesta a ayudar que cuando dices que hay que hacer algo, antes de acabar la frase ya está casi planificado (risas). He llegado a una Cruz Roja que es para quitarse el sombrero. El voluntario ve la vida de forma diferente, es capaz de sacar tiempo de donde sea solo para ver una sonrisa en otras personas.
Desde luego tengo claro que solo de la mano con las personas y las administraciones podremos llegar a la sociedad más justa y solidaria que queremos.
¿Tenéis más trabajo en Navidad?
Un poco sí. A veces parece que en Navidades acaba y empieza todo. Como sociedad se nos va un tanto la cabeza en estas fechas, y crea demasiada sensación de soledad o de carencia en algunas personas. En realidad las intervenciones vienen a funcionar más o menos igual, pero sí nos ponemos más alerta.