En 2009 a un grupo de empleados de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) les dio por crear un grupo de trabajo destinado a repartir alimentos para las personas más desfavorecidas de Alicante. Desde entonces, aquella idea original ha ido evolucionando hacia muchas direcciones. Hoy en día han pasado más de diez años, la CAM hace tiempo que ya se la llevó el viento, pero la Despensa Solidaria continúa haciendo su fundamental labor con más fuerza que nunca.
«Es casi mágico que empezáramos apenas cuatro personas, y ahora ya seamos una gran familia de 150 socios y voluntarios» M. J. Solbes
“Es casi mágico que empezáramos apenas cuatro personas, y ahora ya seamos una gran familia de 150 socios y voluntarios” nos indica su presidenta María José Solbes.
Solo en este 2019 han repartido una cantidad aproximada a los 58.000 kilos para más de 500 familias
Donación de comida
El miércoles es el día de reparto de alimentos en el local que Despensa Solidaria tiene en el barrio alicantino de Altozano. Solo en este 2019 han repartido una cantidad aproximada a los 58.000 kilos para más de 500 familias.
“Nosotros distribuimos la comida que nos llega de la Federación Española de Bancos de Alimentos, pero también añadimos más cosas compradas con nuestros recursos como pan, huevos, jabón, compresas, pañales, etc. En total nos gastamos unos 23.000 euros al año” nos cuenta Pilar Ruiz, tesorera de la organización.
Una familia necesitada puede tardar hasta tres meses hasta que el Ayuntamiento de Alicante les da cita para solicitar la ayuda
Procedimiento estricto
Para este reparto se sigue estrictamente un procedimiento marcado por el Ayuntamiento de Alicante. Todos aquellos interesados en recibir alimentos deben solicitar la evaluación de un trabajador social, para que determine si cumple las condiciones y cuánta cantidad precisa (dependiendo sobre todo del número de familiares a su cargo).
Aún así, en ocasiones los tiempos administrativos se eternizan. Por ello desde Despensa Solidaria demandan al Ayuntamiento un refuerzo de la plantilla actual de trabajadores sociales, pues en ocasiones una familia necesitada puede tardar hasta tres meses de espera en recibir una cita desde su solicitud. “El próximo 31 de diciembre terminan algunos contratos laborales de trabajadores sociales, y tenemos miedo de que las solicitudes se paralicen aún más” nos comenta Juana Victori, vicepresidenta del colectivo.
Cursos de apoyo
Aún siendo repartir comida y productos básicos el objetivo original de Despensa Solidaria, la asociación ha ido abarcando cada vez más fines durante todos estos años. “Nos dimos cuenta de que, si bien comer es vital, de la pobreza solo se sale con educación”.
De ahí que Despensa trabaje ahora especialmente con los más jóvenes de las familias desfavorecidas, con voluntarios que imparten clases de refuerzo para Primaria y Secundaria. “Normalmente estos niños no tienen a unos padres en posición de ayudarlos con el colegio, y sus notas caen en picado. Nosotros intentamos cambiar esto”.
Para los más adultos también se ofrecen clases de español, cursos de empleabilidad, emprendimiento e incluso asistencia legal gratuita. “Normalmente resolvemos sus dudas sobre cómo conseguir la residencia legal, evitar un desahucio, no arruinarse con un divorcio, cobrar una herencia, etc.”.
Todas estas actividades están destinadas a sacar a las personas del profundo pozo que supone vivir en la miseria. “Intentamos que no se rindan. Muchos se cansan de luchar, y se acaban resignando a vivir de la caridad o subvenciones. Sin embargo también hay casos muy positivos de éxito. Por poner un ejemplo, nosotros teníamos un inmigrante georgiano muy pobre que acabó montando una panadería, y hoy es nuestro proveedor de pan” nos cuentan.
Entidades involucradas
A lo largo de sus más de diez años, Despensa Solidaria también ha conseguido involucrar en su causa a diferentes empresas y organizaciones del tejido social alicantino. Algunos ejemplos han sido sus campañas conjuntas de recogida de alimentos con el AC Hotel, la Universidad Permanente o el Hércules CF; sus charlas de concienciación social en colegios e institutos junto a la Fundación Cepaim; o las donaciones económicas recibidas de diferentes empresas y organizaciones. También perciben subvenciones del Ayuntamiento de Alicante.
Uno de sus últimos proyectos ha sido la firma de un convenio con la clínica dental Jordá, para que atiendan gratuitamente a familias que no pueden costearse los caros tratamientos odontológicos. “Ya se han atendido a 46 niños, y se han realizado más de 100 empastes. El objetivo también es enseñarles a cómo cepillarse y cuidarse correctamente los dientes”.
Ningún niño sin juguete
Precisamente los niños de las familias alicantinas más desfavorecidas están llamados a ser los grandes protagonistas el próximo 5 de enero, cuando los Reyes Magos planean dejarse pasar por el local de Despensa Solidaria bien cargados de regalos para los más pequeños. “Antes hacíamos campañas para recoger juguetes usados, pero ahora preferimos comprarles juguetes nuevos. No queremos que ningún niño se quede sin su juguete en Navidad”.
Toda esta increíble labor que realiza Despensa Solidaria es completamente altruista. Ningún miembro o voluntario percibe sueldo alguno. De hecho, incluso les cuesta dinero de su bolsillo. “Son nuestros propios socios quienes están sosteniendo el proyecto a través de sus cuotas”.
Formas de colaborar
Todo aquel que quiera contribuir con Despensa Solidaria puede hacerse socio o incluso socio-voluntario (para participar en alguno de sus programas solidarios) a través de su web. También aceptan donaciones económicas, de comida o artículos de higiene; ya sean de particulares o empresas.
“Como todos nuestros voluntarios trabajan gratis, aquí no tenemos prácticamente gastos administrativos. Podemos asegurar que más del 90 % de los ingresos recibidos van directamente a comprar alimentos y productos básicos para los más necesitados”, nos asegura la presidenta María José Solbes.
El perfil del necesitado que acude a la Despensa Solidaria es muy amplio. Tocan a su puerta desde inmigrantes recién llegados a nuestro país, con poco más que la ropa que llevan puesta, hasta españoles que por una serie de reveses han caído en desgracia.
“Caer en la pobreza es algo que puede ocurrirle a cualquiera en relativamente poco tiempo. Es mucho más fácil entrar que salir. Por eso cuando conseguimos nuestros objetivos, esta labor nos resulta tan gratificante” nos aseguran las tres voluntarias entrevistadas.
Datos
Cuenta para donaciones: ES92 0081 1334 8800 0122 2228.
Formulario para nuevos socios: www.despensasolidaria.org/colabora/hazte-socio
Dirección para llevar comida y productos básicos: C/ Ceres 2, Alicante.