Entrevista > Miguel Fuster / Piloto de rallys (28-agosto-1971)
Miguel Fuster es uno de esos prototipos de deportistas ejemplares a los que el paso del tiempo ayudará a valorar en su verdadera dimensión. Instalado en el olimpo del deporte español desde hace dos décadas, el piloto benidormense pasa por ser uno de los mayores competidores que ha dado la provincia de Alicante.
Así lo dice su palmarés, con seis campeonatos de España de rallys de asfalto, pero, sobre todo, su trayectoria y su eterna ambición, que no mengua con el paso del tiempo. Tras un año sabático, el gran campeón ultima su regreso con la misma ambición de siempre.
Tras un año casi parado por decisión propia, ¿qué expectativas tiene para 2020?
Las máximas. Quiero volver a disputar el Campeonato de España y creo que ahora mismo hay un 90% de posibilidades de que vuelva a la carretera con un equipo y un coche con garantías.
¿Ha cerrado ya el acuerdo?
Estamos muy cerca. Hay dos equipos interesados y estamos ultimando los patrocinadores. No puedo confirmarlo del todo, pero estamos muy cerca de regresar. En breve espero que haya noticias positivas.
«Durante este año sabático me he preparado a muerte por si volvía»
¿Cómo ha vivido ese año sabático?
Pues entrenándome a muerte y haciendo mucho trabajo físico. Me he preparado a conciencia por si me tocaba volver a pilotar. También me he dedicado a los negocios, a mi vida personal. Pero sobre todo he trabajado en busca de volver a motivarme.
¿Qué provocó que decidiera dejar de competir?
Aunque había ganado el año anterior, la verdad es que acabé bastante desmotivado. No hubo una sola causa, sino que fueron varias en general. Sufrí lesiones de las que me costó muchísimo recuperarme, sobre todo en los pies. También un tema de estómago… Lo pasé mal, pero ahora ya me siento otra vez perfecto y como un toro. Vuelvo a tener hambre.
También es muy aficionado a la bicicleta. ¿Qué le aporta?
Sí, desde hace muchos años. Me ayuda a ponerme bien físicamente y a trabajar la mente.
Se le ve más motivado que nunca.
El hambre ha vuelto y quiero volver y arrasar. Me siento otra vez muy fuerte. A veces, por circunstancias, el hambre competitiva se va, pero siento que ha vuelto. A mí no me hacen falta los títulos para hinchar mi ego, eso no es lo que me mueve. Mi motivación es volver a echarme a la carretera para intentar ganar. No me motiva otra cosa.
«Soy piloto de asfalto y no me ha motivado nunca correr por el desierto»
Otros pilotos de automovilismo, ya en plena madurez profesional, optan por pruebas más exóticas y aventureras. ¿Nunca ha sentido esa sensación?
No, yo soy un piloto profesional de rallys de asfalto desde el año 1997 y este es mi medio. No me ha motivado nunca correr por el desierto. Igual dentro de unos años me lo planteo, pero la verdad es que tampoco es algo que me guste demasiado. Ahora solo tengo en mi cabeza la disciplina que me gusta y para la que vivo. No tengo tiempo para pensar en cosas como el Dakar, por ejemplo.
Miguel Fuster es historia del automovilismo español. ¿Le queda la espinita de haber probado en el Mundial?
No, no miro al pasado. Y si lo miro, lo que veo es para estar muy contento: seis títulos de campeón de España, que es algo que tardará en igualarse. Lo que tengo es lo que soy. ¿Qué hubiera pasado si…? No lo sé. Igual se me toca la primitiva también sería otra cosa.
Prefiero enfocar al futuro. Lo cierto es que cuando tuve la oportunidad de ir al Mundial no era nadie. Yo he crecido desde la nada, no he tenido padrinos ni gente que me empujara económicamente. No tenía presupuesto para una aventura así.
¿Pero le hubiera gustado?
Cuando empecé a ser alguien en el mundo del automovilismo ya me pilló mayor. Ir a Mundial es algo que nunca he buscado, aunque tampoco se dio la ocasión. Además, ir por ir no me motiva. Si compito es para intentar ganar.
Con todo lo que ha ganado, ¿se siente valorado en su tierra?
Sí, aunque es posible que lo note más fuera de la provincia de Alicante. La verdad es que me siento valorado y respetado por el mundo del motor.
¿Cómo es posible que fuera le quieran más?
Bueno, no es eso exactamente. Igual aquí ya están más acostumbrados a verme ganar, porque soy cercano y tampoco van a estar todo el día diciéndome lo bueno que soy. Mis triunfos se ven como algo casi de rutina, mientras que fuera saben lo difícil que es ganar cada año y lo que cuesta.
«Valoro más firmarle el capó a un aficionado que ir a una recepción oficial»
Pero usted siempre ha sido un piloto muy del pueblo.
Y lo noto. El año pasado, en el Rally de La Nucía, noté el cariño de la gente en cada tramo. Y cuando voy en bicicleta y me reconocen los coches se paran para hacerse fotos conmigo. A mí con eso me vale. No necesito más cariño que el de la gente.
Ya no necesito a políticos, ni a periodistas oportunistas. A mí las fotos que me gusta hacérmelas son con esa gente. Valoro más que me pidan que firme en un capó del coche que una recepción. La verdad es que estoy un poco de vuelta de todo.
¿Cómo le podemos explicar a la gente no aficionada al automovilismo que Fuster, con su palmarés, tenga cada año problemas para encontrar un patrocinador?
Esa misma pregunta es la que me hago yo cada año. No tengo una respuesta definida, no sé por qué me cuesta tanto. Soy el único piloto que sigue en activo desde los 18 años. Y creo, además, que soy un valor seguro en cuanto rendimiento deportivo. Porque o gano, que pasa mucho, o estoy muy cerca.
Pero no siempre fue así.
Ha habido épocas de todo. Al principio me tenía que buscar yo solito la vida, pero también hubo etapas en la que llegaba Navidad y las marcas se volcaban para que corriera para ellos. Igual llegaba Navidad y tenía tres ofertas importantes. Y podías elegir entre el mejor coche, el mejor equipo, el proyecto… Ahora eso no existe.
A las marcas lo que les interesa es que tú les lleves un patrocinador para poder competir. Hoy en día es muy complicado que un solo patrocinador cubra todo. Cuesta mucho encontrarlo, pero hay que seguir buscando y saber convencerle.