Tras más de 35 años dedicándome a esta profesión de comunicar todavía me sigo asombrando de ciertas cosas.
Es evidente que lo que yo veo y siento no tiene porqué ser compartido por todos los lectores, incluso algunos serán a mí al que me tachen de cosas como querer el ocultismo o calificativos similares, pero nada más lejos de la realidad.
Desinformación por exceso
Nos hemos instalado en la desinformación por exceso de información. En el atemorizar por recaudar (más audiencia, más dinero en publicidad). Y este sistema ya nos trajo muchas desgracias en otros tiempos.
Las noticias hay que darlas, eso es evidente, pero sin llegar a alarmar cuando no es necesario. Si tanto hablamos de las noticias falsas que día a día invaden nuestras redes sociales, y que a la mayoría nos parecen un problema social, no son menos falsas las que se dan de forma exagerada y sin la coherencia adecuada.
A la caza del contagiado
Pasó con la crisis, agravada por el miedo que se metió día a día durante meses a través de los medios de comunicación, y pasa ahora con el coronavirus en el que estos medios han descubierto su nueva estrella.
Como es lógico y normal, las autoridades sanitarias deben (y están) alerta ante este o cualquier otro peligro de contagio, faltaría más. Y de hecho se encuentran suficientemente preparadas para asumirlo.
Pero desde el minuto cero en el que este virus, que aún no se sabe de dónde ha salido, tuvo presencia, la mayor parte de los medios nacionales se lanzaron a la caza de ver como poder encontrar algún contagiado. Día a día han abiertos todos los informativos informando, aunque no hubiera nada que informar.
El peor virus es el miedo
Al final todo esto crea una alarma en la sociedad que la hace preocuparse en exceso, tomar medidas innecesarias e incluso agredir a personas sin motivo alguno. Y es que no solo el miedo es libre, ¡el miedo es el peor virus que hay!
Por centrarnos en España, el coronavirus (al cierre de esta edición) había contagiado a 76 personas, de las cuales la mayor parte es leve, y no ha habido ningún fallecimiento. Es más, la OMS ya dijo que la mortandad de este virus es del 2 o 3% de los afectados, y eso sin tener todavía vacuna para tratarlo.
¿Quiénes al final son los fallecidos en Europa (ya que en España no hay ninguno de momento)? Personas de edad avanzada, la mayoría con enfermedades preexistentes.
Gripe común
¿Se imaginan si se crease proporcionalmente la misma alarma con otros virus? Por poner un ejemplo. En España en la actualidad (1 de marzo) hay 76 casos de coronavirus y cero fallecidos, pero ´gracias` a ciertos medios de comunicación hay muchas personas con una psicosis exagerada y se han acabado las mascarillas en las farmacias…
En España, en la última campaña de gripe común, hubo 525.300 casos registrados, de los que 35.300 requirieron hospitalización y que originó la muerte de 6.300 personas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la gripe estacional causa anualmente en el mundo entre 290.000 y 650.000 muertes.
Si estos medios apostados en los hospitales para entrar en directo con cada caso leve de coronavirus que se produce tuvieran que cubrir los casos de gripe común (que también se contagia entre personas), ¿cómo lo harían?
Pérdidas económicas y de empleo
El caso es que toda esta alarma ya ha causado en nuestro país pérdidas económicas importantísimas, que a su vez se traducen siempre en pérdida de empleos. Por poner dos ejemplos, la suspensión del Mobile World Congress en Barcelona ha generado que se dejen de ingresar 492 millones de euros en la ciudad, o según noticias de la Bolsa las empresas españolas ya llevan perdidos 70.000 millones de euros (más que lo que ´desapareció` de la caja de pensiones).
Lo más curioso de todo esto es que ciertos medios de comunicación tiran la piedra y, con mucha habilidad, esconden la mano. Matías Prats dedicaba 30 minutos, de los escasos 40 que duró el informativo del día 29 de febrero (como cada día, más o menos), a hablar del coronavirus. Y se pregunta en directo, ¿por qué este virus está causando más temor del que debería? Sin comentarios.
Tras esta pregunta conectan con su propio especialista que dice algo tan lógico como que el exceso de información que se está dando es un problema, pero acabada esa conexión vuelven en directo a la puerta de un hospital donde un caso leve ha sido confirmado.
Volvamos a la cordura
Dicho todo esto esperemos que regrese la cordura, que se informe pero no se sobredimensione la información, y que además podamos enterarnos del resto de cosas que ocurren en España, que son muchas y de las que ahora carecemos de información por ese virus que se ha instalado en las grandes cadenas llamado audímetro.