Entrevista > Héctor Pizana Pascual / Futbolista profesional (Los Montesinos, 7-febrero-1995)
Héctor Pizana empezó en el fútbol para hacer deporte y jugar con los amigos, como una actividad extraescolar más con tan sólo cinco años. Nadie podía imaginar que en ese campo de fútbol de Los Montesinos se estaba entrenando el que años después sería un portero profesional y que jugaría en las grandes ligas del fútbol nacional.
AQUÍ en la Vega Baja ha hablado con el actual guardameta del Xerez Deportivo F.C. (Jerez de la Frontera, Cádiz), para que nos cuente cómo ha sido su trayectoria en el mundo del fútbol.
¿Cómo pasabas tu infancia en Los Montesinos?
Recuerdo ir al colegio allí por la mañana y por la tarde y en el tiempo libre jugar al futbol con los amigos. Iba a jugar dos o tres días a la semana al campo de fútbol de Los Montesinos. También hice taekwondo, música, tocaba la trompeta… hacía bastantes actividades extraescolares.
¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol?
Empecé de pequeño en el club de Los Montesinos, con cinco o seis años, donde mi tío era el entrenador de los niños de mi edad. Jugábamos torneos entre los pueblos de la zona y con diez años me ofrecieron la oportunidad de entrenar con la cantera del Elche.
Iba a Elche con otro compañero de Los Montesinos cuatro días a la semana durante dos años al salir del colegio. Entrenábamos y llegábamos a casa a las once de la noche y aún teníamos que hacer los deberes antes de acostarnos. Todos los sábados también había partido con el equipo alevín.
«Mis primeros recuerdos en el futbol son como portero»
¿Siempre te has puesto bajo la portería?
Según me comenta mi tío, porque yo era muy pequeño y no me acuerdo, empecé poniéndome de defensa, pero un día probé de portero y me dice que lo hacía muy bien. Desde entonces, siempre he sido portero.
Yo no tengo recuerdos de haber sido jugador; mis primeros recuerdos en el fútbol son de portero, siempre.
¿Quién era tu futbolista preferido cuando empezabas?
Pues obviamente me fijaba mucho en los porteros. Me gustaba mucho Cañizares, que era portero del Valencia y Oliver Kahn que jugaba en el Bayern de Múnich. Los seguía mucho de pequeño.
«Yo era el más pequeño de la residencia de futbolistas del Valencia»
Tras jugar en Elche te ficharon para la cantera del Valencia, ¿cómo fue?
Con el Elche jugábamos partidos a niveles más autonómicos, por toda la Comunidad Valenciana, y a los doce años el Valencia habló con mis padres para ofrecerles que fuera a vivir, entrenar y estudiar allí. Fue algo muy difícil para ellos porque yo era muy pequeño, pero aceptamos. Estuve allí durante siete años en los que estudiaba por las mañanas y entrenaba por las tardes, me saqué la ESO y Bachiller.
Cuando llegué a la residencia de futbolistas del Valencia yo era el más pequeño. Lo recuerdo como una etapa complicada, pero bueno, la ilusión de estar allí y jugar con el equipo podía con todo lo demás. Además, Valencia está a sólo dos horas de Los Montesinos y mis padres todos los fines de semana iban a ver los partidos y a pasar el domingo conmigo, y luego se volvían al pueblo.
¿Qué pasó tras esos siete años en Valencia?
A los 19 es cuando ya acaba la etapa de juvenil que jugaba con el Valencia CF. Empezaba otra etapa en el futbol profesional y el Albacete me ofreció estar en su primer equipo como tercer portero.
Tanto a mis padres como a mí nos pareció un buen sitio para ir y estuve muy a gusto allí también. Combinaba el equipo filial de los jóvenes con el primer equipo del Albacete. Entrenaba con el primer equipo, jugaba con el filial y a veces iba a los partidos convocado. Al año siguiente, en mi segunda temporada, llegué a debutar jugando en una liga profesional, en Segunda División y en Copa del Rey.
¿Cuánto tiempo estuviste en el Albacete Balompié?
En Albacete estuve cuatro temporadas. En la tercera el equipo desciende a Segunda División B y ya formo parte del primer equipo solamente, ese fue uno de los mejores años que recuerdo.
Al año siguiente me fui cedido al Guijuelo, en Salamanca, donde a los dos meses tuve una lesión muy grave de rodilla y tuvieron que operarme. Estuve diez meses sin poder jugar. Fue un año bastante duro.
Finalmente te recuperaste y se acabó el contrato con el Albacete. ¿Cuáles fueron tus siguientes destinos?
Cuando acabaron las cuatro temporadas estuve durante una en Navalcarnero, en Madrid, un equipo de Segunda B donde me encontré muy bien también. Se acabó el contrato en verano y ahora estoy en Jerez.
¿Cómo te defines como portero?
Soy un portero que intenta apoyar siempre a sus compañeros y rápido bajo palos. Intento jugar bien con el pie y ayudar al equipo en los balones aéreos. En resumen, manejar lo mejor pasible todos los baremos que se le piden a un portero.
«Ser portero es un trabajo muy duro mentalmente»
El portero tiene siempre que aguantar más presión y ataques que el resto de jugadores. ¿Cómo te afectan?
Ser portero es un trabajo duro, sobretodo mentalmente, porque tienes que aguantar no sólo los ataques, puedes tirarte mucho tiempo sin tener ninguna acción y tienes que estar muy concentrado en el partido igualmente, para estar preparado cuando llegue el balón.
Supone un trabajo mental bastante duro, no tenemos tanto trabajo físico porque perfectamente te puedes tirar 80 minutos sin tener una acción, pero luego te viene una y tienes que estar alerta porque si no la culpa va a recaer siempre sobre ti. Un jugador puede tener 20 acciones en un partido y el portero tal vez dos y esas dos las tiene que hacer bien.
«Subir con el Albacete a Segunda División fue una experiencia muy bonita»
¿Cuál crees que ha sido el momento más importante en tu carrera de momento?
El ascenso del Albacete de Segunda B a Segunda División. Recuerdo que fue un momento bastante bonito porque mis padres también estuvieron allí y lo celebramos juntos.
¿Cómo es un día en tu vida cuando tu equipo está en plena temporada?
Me levanto sobre las 7:30, desayuno con cuatro o cinco compañeros cerca del estadio y llegamos al vestuario sobre las nueve de la mañana; nos cambiamos y nos preparamos un poco calentando antes de entrenar. El entrenamiento empieza a las diez y dura unas dos horas. Luego tenemos un tiempo de recuperación para ir al fisio, piscinas fría y caliente… un poco para descargar.
Ya salimos del estadio a las dos de la tarde, llego a casa a comer, a descansar un ratito y por la tarde cada uno tiene su rutina. A mí me gusta ir dos o tres tardes al gimnasio y repartir el tiempo en otras aficiones; me gusta mucho leer y el cine.
¿Cómo cuidas la dieta en temporada?
Cada persona sabe más o menos en el peso que tiene que estar. Hay veces que te ponen nutricionistas y otras no. Yo, con el tiempo, he aprendido qué puedo comer y hasta dónde puedo llegar. Intento mantenerme y no excederme.
«Veo mucho más fútbol de Segunda División porque tengo muchos compañeros jugando»
En tu tiempo libre, ¿ves mucho fútbol por televisión o intentas desconectar?
Intento desconectar, pero lo que me ocurre es que siempre tengo algún amigo que está jugando algún partido y lo acabo viendo. Aun así, en vacaciones no me gusta ni practicarlo ni verlo, sino hacer otro tipo de cosas.
Yo veo mucho más futbol de Segunda División que de Primera por el hecho de que conozco a muchos compañeros. Me gusta más ver partidos de Segunda y de Segunda B.
Debe ser difícil vivir alejado de tu familia, ¿cómo lo llevas?
Es un tema complicado. Soy consciente que cuando me fui con doce años me perdí muchas cosas con mi familia y con mis amigos y que me las sigo perdiendo a día de hoy durante la temporada. Por ejemplo, ahora se casa un muy buen amigo mío y no voy a poder estar en su boda.
Digamos que con el paso de los años lo vas aceptando, pero cuando acabe mi carrera en el fútbol lo valoraré más y lo aprovecharé a tope. Es algo que cuando era más joven no valoraba tanto.
¿Y qué piensan ellos de tu carrera como futbolista profesional?
Ya lo ven como un trabajo para mí y si me ven bien, pues son felices. Yo no quiero verlos sufrir, porque es peor para mí, e intento explicarles que el fútbol es así, que hay épocas buenas y épocas peores.
«Me gustaría jugar una temporada cerca de mi familia y amigos»
Eres joven y cuentas ya con una larga trayectoria. ¿Cómo te gustaría verte dentro de cinco años?
Es difícil porque en el fútbol no se sabe qué va a pasar la temporada que viene. Aquí, en Jerez, estoy muy bien. He encontrado unos compañeros que me han acogido con los brazos abiertos, la ciudad me gusta mucho, empatizo con los valores del club y de la afición y me gustaría estar aquí bastante tiempo. Tengo en contrato una temporada y en el caso de que ascendamos tendría una temporada más.
También es cierto que me gustaría jugar más cerca de casa y poder pasar una temporada entera con mi familia. Igual podría dar más rendimiento con mi familia cerca, me gustaría comprobar eso, si estando cerca de casa tengo un rendimiento más alto. Nunca lo he vivido e igual dentro de unos años me gustaría también verlo.
¿Cada cuánto tiempo vuelves a Los Montesinos?
Este es uno de los años en los que más lejos estoy y no puedo ir como hacía en otras ocasiones jugando en Valencia o Albacete, que solía pasar cada dos fines de semana.
Este año, desde verano hasta Navidad, sólo he podido ir un par de veces, incluso la Nochevieja tuve que pasarla aquí en Jerez por motivos laborales, ese es el lado malo que tiene el fútbol.