De “exitosa” ha tildado el rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar, esta primera semana de desescalada en el Campus de San Vicente del Raspeig. “Nuestro Servicio de Prevención ha revisado en torno a los 800 formularios de historial de salud de las personas que han solicitado la vuelta a la actividad presencial que, en términos generales, no ha superado la media diaria de los 200 asistentes en las dos partes del campus”, ha asegurado Palomar, que espera poder ir avanzando “con cautela y todas las garantías”, en las próximas semanas. Sólo un 0’4% de las personas que han solicitado la presencialidad han sido rechazadas por considerarse personas de riesgo.
El horario reducido a turno de mañana de 9 a 14 horas, la rotación en la incorporación a los puestos, los accesos escalonados, la trazabilidad de los espacios ocupados y la adopción de estrictas medidas de desinfección e higiene han sido, junto con la obligatoriedad del uso de la comunicación previa para los accesos al campus y de los equipos de protección individual, algunas de las medidas recogidas en la estrategia de reincorporación a la actividad presencial que han hecho posible que prácticamente el 100% de los proyectos de investigación, una de las pocas actividades previstas por el Gobierno en esta primera fase de la desescalada, estén de nuevo en marcha y a buen rendimiento.
Novedades para la segunda semana
Aunque desde el Rectorado se asegura que se va a avanzar con cautela, como novedad, a partir del lunes, se podrán incorporar a las labores de investigación los estudiantes de doctorado, siempre de acuerdo con los criterios dictados por los responsables de proyectos. Los mecanismos de acceso al campus para ellos serán idénticos a los habilitados para el resto de personal, debiendo cumplimentar un formulario con 48 horas de antelación a la fecha de incorporación.
Otra de las novedades previstas es la apertura de los servicios de Biblioteca únicamente para personal docente e investigador (PDI) y personal de administración y servicios (PAS) y siempre, bajo cita previa. Para evitar aglomeraciones, desde la dirección del Servicio y en coordinación con la Gerencia se ha establecido un único punto de atención y un intervalo de citas de alrededor de unos 10 minutos.
Por último, a partir de la semana que viene se va a incorporar una nueva herramienta informática para el control de la gestión y suministro de EPIS, restringiendo al máximo el uso del papel y permitiendo tener información en tiempo real tanto del reparto, como de la necesidad de reposición.
En cuanto a los Servicios Técnicos de Investigación, según todas las previsiones, “la semana que viene podríamos empezar a dar servicio a empresas externas”, asegura su directora, María José Muñoz, que no ha dejado de mostrar su satisfacción por el buen funcionamiento de los protocolos adaptados a la nueva realidad post Covid.
Muñoz asegura que se ha llevado a cabo una nueva planificación del trabajo, con redistribución de horarios y estancias que ha permitido la incorporación de la totalidad de la plantilla, aunque con un tercio de incorporación presencial diaria. De este modo, y gracias a la aplicación de los nuevos protocolos de recogida de muestras, durante esta semana se ha logrado dar servicio a todo el personal interno.
La investigación al 100%
Según el vicerrector de Investigación y Transferencia de Tecnología, Rafael Muñoz, “la investigación ha recuperado su pulso en la Universidad de Alicante”. Aunque afirma que el ritmo de trabajo lógicamente no puede ser el habitual por las restricciones horarias y de ocupación, “gracias a los protocolos establecidos y la organización de turnos rotatorios, se puede considerar que estamos en índices de máximo rendimiento para el momento actual y cerca del 100% de los proyectos han vuelto a la investigación experimental”.
Durante esta primera semana se han terminado de acondicionar las instalaciones siguiendo los protocolos marcados por la IPRL-26 y el Plan de adecuación del Campus, así como de perfilar la ocupación, aforar las estancias y establecer los turnos en los laboratorios, las plantas piloto y los Servicios Técnicos de Investigación. En todos ellos se ha incorporado la totalidad de la plantilla, pero insistiendo, en la rotación de turnos e, incluso, estableciendo, en determinadas unidades, el uso sectorizado de algunas de las equipaciones para evitar riesgos. El vicerrector ha resaltado la colaboración y la responsabilidad tanto de los investigadores como del personal colaborador.
Por su parte, los investigadores coinciden en señalar que esta parada durante algo más de dos meses ha supuesto retrasos significativos en el desarrollo de todos los proyectos tanto los europeos o los Prometeo (de la Generalitat Valenciana) como los que se mantienen con empresas y, en los casos en los que es posible, ya se han empezado a solicitar prórrogas para conseguir ampliación de plazos. Pese a todo, se muestran cautelosos con la repercusión y confiados en que podrán hacer frente a los nuevos retos que se planteen, puesto que no hay que olvidar que se trata de un problema global, aseguran.
Otro de los efectos negativos de esta crisis “es que aunque el desarrollo del proyecto se ha detenido deben seguir asumiendo los costes salariales de los investigadores contratados”, explica Carmen Román, directora del Instituto de Materiales.
No obstante, los investigadores se han mostrado esperanzados por este regreso a la experimentación práctica. Vicente Montiel, director del Instituto de Electroquímica, explicaba, por ejemplo, que el trabajo en confinamiento “también ha sido una experiencia interesante con reuniones online y aplicación de nuevas metodologías para el estudio de resultados desde nuestras casas, siempre mientras tratábamos de conciliar con la vida familiar y las tareas docentes”. También en este sentido coincidía María Carmen Román, “lo peor ha sido no poder avanzar en experimentación aunque este paréntesis sí nos ha permitido avanzar en la redacción de artículos y el procesamiento de datos”.
Sus esperanzas se centran ahora en recuperar poco a poco el ritmo de trabajo “estableciendo horarios de tarde y racionalizando el uso de los laboratorios para compaginar la experimentación con el trabajo de mesa”.