Entrevista > Miguel Ángel Sotillos / Presidente de APTUR (Alicante, 10-septiembre-1970)
Cuando el alcalde de Benidorm, Toni Pérez, se congratulaba en las páginas de la última edición de ‘Aquí en Benidorm’ de la ejemplar respuesta dada por la ciudad y sus hoteles en los primeros momentos de la pandemia, tomando la decisión de poner el cartel de cerrado antes de que el Gobierno de España obligara a ello, estaba dando, quizás, la clave para la reconstrucción reputacional del destino una vez que, si todo sale según lo previsto, nuestro país se reabra para el turismo internacional.
No cabe duda de que aquella dura y complicada decisión servirá ahora para asentar la imagen de la capital turística de la Costa Blanca, como una opción segura para todos aquellos que todavía quieran disfrutar de unos días de descanso en el verano que ya tenemos encima. Pero no todos ellos optan por pernoctar en hoteles. Muchos prefieren la mayor libertad que ofrece un apartamento y ese sector, el de las viviendas vacacionales, también ha sufrido el durísimo golpe de cese total de su actividad.
Miguel Ángel Sotillos es el presidente de la Asociación de Empresas de Apartamentos Turísticos de la Costa Blanca (APTUR), que aglutina a más de medio centenar de empresas gestoras y unos 3.200 apartamentos, de los que más o menos un tercio se concentran en Benidorm. El futuro, como para el resto del sector, es incierto, pero trabajan a destajo para que la vía de agua abierta por la Covid-19 no hunda el barco.
Es obligatorio que mi primera pregunta sea para que me dé su opinión sobre cuál es la situación actual y cuáles son las perspectivas de cara a los próximos meses.
En Benidorm hay muchas viviendas vacacionales y están todas cerradas. Estamos planificando el reinicio para cuando se pueda. El problema es que hay una gran indefinición respecto a cómo se va a poder llevar a cabo. De momento, el ICTE no ha sacado el protocolo de limpieza para las viviendas vacacionales. Es lo que hay. Una vez que sepamos cómo debemos limpiar, podremos hacer más cosas.
Por ahora vamos adelantando cuestiones administrativas, temas de autoprotección, aprovisionamiento de aquellas cosas que sabemos que vamos a necesitar; estamos hablando con los departamentos de riesgos laborales para que nos preparen los protocolos de atención al público…
Pero ustedes ya podrían haber abierto sus establecimientos.
Sí, desde el 13 de mayo podemos abrir, pero sólo podemos atender a clientes de la provincia. La demanda es prácticamente inexistente.
«Tuvimos siete días para desalojar a todos los clientes y ayudarlos a regresar a sus lugares de origen»
¿Cómo fueron aquellos días del mes de marzo en los que hubo que cerrar la totalidad de las viviendas turísticas?
Hicimos caso del decreto de Sanidad en el que se daba la orden de cerrar la totalidad de los alojamientos vacacionales o turísticos en España. Nos llegó un aviso de que teníamos siete días para desalojar a todos los clientes y ayudarlos a regresar a sus lugares de origen, nacionales o internacionales.
Desde ese momento, tuvimos que contactar con todos los inquilinos, notificar a sus consulados o embajadas y ayudarles, en la medida de lo posible, a encontrar un vuelo de regreso.
¿Pudieron gestionarlo con éxito?
Sí, y eso que el problema es que las compañías aéreas ya empezaban a no volar y a tener, por lo tanto, menos asientos disponibles. Fue muy duro. La única salvedad que nos permitieron fue que aquellos turistas de larga estancia, los que vienen para tres o cuatro meses, se podían quedar a condición de que firmaran que eran conscientes de que estaban sometidos a confinamiento y que la única salida que podían hacer era para ir al médico o a comprar comida.
Al final, entre el Ayuntamiento, Turisme Comunitat Valenciana, consulados y empresas conseguimos que todas las personas pudieran regresar de forma ordenada y segura a sus lugares de origen en una semana.
¿De cuánta gente estamos hablando?
No lo sé cuantificar porque APTUR tiene implantación en toda la Costa Blanca y la realidad de cada zona era distinta. Por ejemplo, en Benidorm había mucho turista de invierno, pero en Denia estaba casi todo cerrado. En Alicante se estaba funcionando a medio rendimiento, en Calpe también había algo… era una situación muy variada.
Aunque la logística tuvo que ser muy complicada en todos los casos, se puede pensar que el turista que elige el apartamento como lugar de estancia viaja de forma más libre que el que acude a un hotel ya que depende menos de un tour operador. ¿Esto es así y, en su caso, hace más complicada la operación de regreso?
Hay de todo. En nuestro sector hay muchas empresas pequeñas y eso, trabajarlo con una agencia de viajes o un tour operador, es complicado. Sí tenemos asociados que tienen 40 o 50 apartamentos en el mismo edificio y firman contratos con tour operadores, por lo que también hemos trabajado con ellos. Tengo que decir que no todas las empresas de viaje extranjeras se han hecho cargo de sus clientes tan fácilmente. Ha habido que hacer presión tanto nosotros como los hoteles.
Pero, por lo general, nuestros clientes suelen usar alguna agencia minorista sólo para el alquiler de la vivienda y ellos mismos se buscan los vuelos o el alquiler del coche.
«Yo soy realista y te tengo que decir que la cosa pinta muy mal»
A día de hoy sabemos que el plan es abrir al turismo internacional en julio. La temporada va a ser muy distinta a cualquier otra que hayamos vivido. ¿Son optimistas o pesimistas de cara a este verano?
Yo soy realista y te tengo que decir que la cosa pinta muy mal. Si el Presidente del Gobierno se piensa que porque él diga que a partir de julio los turistas pueden venir, después de haberles dicho que no lo podrían hacer porque les van a poner en cuarentena… esos mensajes quedan en la mente de la gente y hace que sea muy reacia. Sobre todo, porque unos días se dice una cosa y al siguiente se dice otra. Además, no sabemos si cuando habla de julio se refiere al día uno o al día 30.
Nosotros hemos dado por amortizado el verano para el público extranjero. Si luego conseguimos tener algo, miel sobre hojuelas, pero hay que ser realistas.
«Muchos de los vuelos que lleguen este verano lo harán con personas que regresan a sus domicilios y no son turistas»
A eso, además, se suman las posibles restricciones que pongan los países emisores.
Que el turista extranjero venga dependerá de que le dejen salir de su país, de que le dejen entrar en tu país, de que encuentre una compañía aérea que le pueda traer a un precio razonable y, además, de que en su país de origen, al volver, no le impongan una cuarentena de 14 días. Todas esas incógnitas, con cada uno de los países que puede enviar turistas a España, hacen que sea muy complicado pensar en grandes cifras.
Además, tenemos que tener presente que muchos de los vuelos que lleguen aquí este verano lo harán con pasajeros que viven y trabajan aquí, es decir, personas que regresan a sus domicilios. No todo lo que venga en un avión serán turistas.
«Nos preocupa que algún operador, sobre todo los más pequeños, no cumplan todas las normas de Sanidad»
Hace unos pocos años que su sector, de la mano de la Generalitat Valenciana, abordó la siempre pendiente regularización. Lo aprobado entonces, ¿cree que les va a ayudar a salir de la actual situación?
Desde APTUR llevábamos casi 20 años pidiendo la regularización. Es verdad que en los últimos cuatro o cinco años hemos conseguido, junto con Turisme, unas normativas nuevas y unos planes de inspección en coordinación con la Policía Autonómica que han hecho que muchos de los alquileres que estaban trabajando sin estar inscritos en los registros afloraran.
Consideramos que la competencia, siempre que sea correcta, con los mismos costes y soportando las mismas obligaciones, es perfecta porque da mayor calidad y diversidad al sector. Lo único que nos preocupa es que haya una atomización muy grande y ciertos operadores, sobre todo los más pequeños, no cumplan todas las normas que dicta Sanidad y puedan crear un problema a todo el sector turístico y a los propios destinos.
¿Qué plan tienen previsto desde APTUR para intentar que eso no suceda?
Vamos a proveer de información tanto a turistas como a empresas asociadas y a todo el ecosistema turístico a través de nuestros boletines, las redes sociales, alguna publicación en prensa… Lo que invitamos es que cualquier operador de vivienda vacacional se asocie y reciba toda esa información, las ayudas de cómo operar e, incluso, beneficiarse de la economía de escala en la compra de productos.
«Las reservas hechas a un precio cerrado las vamos a tener que atender. El sobrecoste va sobre nuestro beneficio»
¿La nueva situación va a generar una pérdida de rentabilidad?
Entendemos que todos estábamos soportando unos costes de limpieza que ahora van a verse muy incrementados. Además, hay que recordar que las reservas que ya tenemos hechas a un precio cerrado y que no nos cancelen las vamos a tener que atender. El sobrecoste va sobre nuestro beneficio.
«Hay que ser muy claros: necesitamos reabrir. Llevamos dos meses cerrados y esto es insostenible»
Siendo evidente que la industria turística necesita la reapertura del mercado, también es cierto que el golpe reputacional que pueda suponer un rebrote en una ciudad como Benidorm puede ser demoledor. ¿Cómo sitúan desde APTUR ambas cosas en la balanza?
Hay que ser muy claros: necesitamos reabrir. Llevamos dos meses cerrados y esto es insostenible. Se habla mucho de ayudas, pero lo que llega es en forma de crédito que luego tienes que devolver. Dicho esto, lo primordial es la salud. La nuestra, la de nuestros trabajadores y la de aquellos que nos visiten. Haremos siempre lo que Sanidad mande, pero lo que no es de recibo es que nosotros estemos cerrados cuando ves gente por la calle sin tomar las medidas de autoprotección adecuadas y nosotros seamos los paganinis de la fiesta.
En un verano en el que muchos o todos los grandes eventos que suelen llenar las agendas de los municipios no se podrán celebrar, en el que no sabemos cómo podremos usar las playas o las piscinas y en el que muchos ya piensan en optar por destinos menos masificados, ¿qué considera que puede ofrecer la Costa Blanca?
La Costa Blanca tiene un montón de destinos de primer nivel con total seguridad, con unos paisajes increíbles en los que no todo se reduce a sol y playa. Quizás sea el momento de que los turistas que nos visitan y que sólo ven playa y tomar algo descubran que se puede hacer buceo, senderismo, escalada, fotografía, visitar parques naturales, birdwatching, ciclismo, jugar al golf mientras ves el mar…
Es el momento de que te dejes asesorar para disfrutar de otra manera de tus vacaciones. De una forma que no habías pensado nunca.
Para terminar, ¿qué puede aportar la vivienda vacacional en ese sentido?
Es un producto absolutamente seguro. Tanto o más que tu propia casa. Se trata de viviendas a las que sólo entra tu familia. Asegúrate que contratas con alguien responsable, que hace una limpieza a fondo y bien hecha y no tendrás ningún problema. Eso sí, no vale contratar a cualquiera y a cualquier precio. Hay que tener muy presente que la limpieza que hay que hacer ahora no es barata y nadie da duros a cuatro pesetas.