14 de junio de 2020. Parecía una mañana tranquila de domingo, hasta que los cláxones de unos cincuenta vehículos adornados con banderas del Hércules irrumpieron en las calles del centro de Alicante. Aquellos seguidores herculanos no estaban precisamente celebrando un éxito deportivo de su equipo, sino más bien todo lo contrario.
Esta caravana fue convocada por varios colectivos y peñas de aficionados, para protestar contra la gestión realizada por Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez, los dos principales accionistas del club. El Hércules lleva ya siete temporadas consecutivas en Segunda B e incluso aún podría haber sido peor, pues se encontraba en posiciones de descenso a Tercera División cuando la competición fue anulada por la covid-19.
Las peñas se movilizan
“Han pasado ya 21 años desde que Ortiz se hiciera con las riendas del club, y seguimos sin ningún tipo de proyecto o ilusión. Lo menos que podemos hacer la afición herculana es movilizarnos y manifestar nuestro descontento” nos comenta Quique Tébar, presidente de la Asociación Herculanos, uno de los colectivos partícipes de la caravana protesta.
“Venimos de sufrir la peor temporada deportiva en 98 años de historia del Hércules, y parece que nada va a cambiar. No podemos seguir confiando ciegamente en una persona que lleva 21 años de desastres. El único camino que nos queda para recuperar nuestro club es la protesta” nos indica Aitor García, presidente de Unidad Herculana.
Escándalos sin fin
El empresario alicantino Enrique Ortiz se hizo con la mayoría accionarial del Hércules en 1999. Desde entonces el club lleva un cuestionable bagaje deportivo de una sola temporada en Primera División, ocho en Segunda y doce en Segunda B. A esto se suma una deuda de unos quince millones de euros y varios sonados escándalos públicos que han marcado el día a día del club.
En 2007 su empresa Aligestión llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Alicante para comprar el Estadio Rico Pérez, a condición de costear una gran reforma por valor de 4,7 millones de euros. Sin embargo, dos años después se filtraron varias conversaciones telefónicas de Ortiz en las que admitía haber invertido tan solo 600.000 euros sumando varias facturas de obras anteriores para incrementar falsamente el importe.
En otra llamada telefónica Ortiz reconocía haber sobornado con 100.000 euros al portero Raúl Navas, para que se dejara meter un gol en un partido ante el Córdoba. Precisamente esa misma temporada el Hércules acabaría subiendo a Primera al ganar al Real Unión, con un gol en propia puerta. Poco después en las cuentas contables apareció un pago de un millón de euros al equipo vasco, presuntamente para adquirir los derechos de un lateral llamado Yuri Berchiche, quien nunca llegó a jugar con el club blanquiazul.
A raíz del terrible terremoto que sufrió Haití en 2010, la directiva herculana anunció que se destinaría parte de la taquilla recaudada, de un partido jugado también contra el Real Unión, para el país caribeño. Sin embargo, en un SMS enviado por Carlos Parodi (entonces presidente del club y todavía directivo) a Ortiz se decía textualmente: “Nosotros una vez recaudado el dinero ya decidiremos lo que destinamos a Haití”.
El dinero público
Aún con todo, quizás lo que más polvareda haya levantado durante ‘la era Ortiz’ sea todo el chorreo de dinero público que ha ido a parar desde la Generalitat a las arcas del Hércules. Esto ocurrió a raíz de que el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), el banco público del Consell, decidiera avalar un préstamo de 18 millones solicitado por el club a la extinta Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) en 2010.
Dado que el Hércules no afrontó sus obligaciones de pago, la Generalitat tuvo que hacerse cargo del millonario importe. A raíz de esta deuda el IVF acabó embargando tanto la propiedad del Estadio Rico Pérez como un 17,5% de las acciones del Hércules.
La jugada de Ortiz y Ramírez fue utilizar una sociedad zombi llamada Zassh Tecnología, creada en 2005 pero sin actividad real, para comprar las acciones al IVF así como la deuda millonaria que mantenía con el Consell. Esta operación se formalizó ante notario por tan solo medio millón de euros.
El asunto no terminó ahí, pues la Comisión Europea entró de oficio al considerar que el Hércules había recibido ayudas públicas ilegales y sancionó al club con siete millones de euros. Sin embargo, el Tribunal General de la UE le acabó eximiendo de dicho pago al considerar que la resolución de la Comisión carecía de “motivación suficiente”, sin llegar a entrar en el fondo de la cuestión.
El Hércules ocupaba posiciones de descenso a Tercera cuando se suspendió la competición
Descalabro deportivo
Paralelamente a todos estos embrollos institucionales, la trayectoria deportiva del Hércules tampoco ha sido para tirar cohetes durante esta ‘era Ortiz’. Quizás su momento álgido fue el ascenso a Primera División y la sorprendente victoria posterior por 0-2 ante el Barcelona.
Sin embargo, a mitad de aquella campaña, la directiva dejó de pagar los salarios a los futbolistas, desencadenando una grave crisis dentro del vestuario e incluso el motín del extremo Royston Drenthe (una de las estrellas de aquel equipo) quien se negó a seguir jugando. Finalmente acabaron bajando a Segunda.
Tres años más tarde el Hércules sumó un nuevo descenso a Segunda B, y esta pasada temporada parecía abogado a bajar a Tercera División hasta que la competición se suspendió por el coronavirus.
«El Hércules siempre ha sido para Ortiz una agencia de colocación familiar» A. García (Unidad Herculana)
Negociaciones fallidas
“Ortiz ha tenido mucho éxito en otros negocios porque ha contratado a buenos profesionales, pero el Hércules ha sido siempre su agencia de colocación familiar. Su hija Laura, al frente de la Fundación; su yerno Javier Portillo de director deportivo sin ninguna experiencia previa, amiguetes, hijos de amiguetes, etc. Además, como tiene tanta mala fama de moroso en el mundo del fútbol, muchos buenos profesionales no quieren venir aquí” nos asegura Aitor.
La última negociación fallida ha sido el intento de contratar a Carmelo del Pozo como nuevo director deportivo. Las conversaciones fueron tan problemáticas, que incluso el propio presidente Quique Hernández acabó por presentar su dimisión (por segunda vez en menos de dos años).
«He invertido 72 millones de euros de mi bolsillo en el Hércules» E. Ortiz (máximo accionista)
La eterna deuda
A la penosa situación deportiva se suma una deuda que ronda los quince millones de euros aún por pagar. De hecho el Hércules lleva tres años seguidos en la lista negra de Hacienda donde figuran los principales morosos de España, pues debe cuatro millones al fisco.
Con todas estas deudas a cuestas la entidad ha tenido que hacer malabarismos legales para evitar su propia desaparición. Durante la ‘era Ortiz’ el club ya ha entrado hasta tres veces en procesos concursales, así como ha renegociado numerosos convenios con sus acreedores.
“En realidad la mayor parte de los acreedores del Hércules son sociedades a nombre del propio Ortiz. Son deudas que tiene consigo mismo. Luego encima él se dedica a presumir de los muchísimos millones que supuestamente ha puesto de su bolsillo para el club” nos apunta Aitor García.
De hecho Enrique Ortiz asegura haber invertido un total de 72 millones en el Hércules. “Creerse esas cifras es un acto de fe, pero desde luego si son verídicas demuestran muy bien lo que es Ortiz como gestor deportivo. Porque ya hay que ser inútil para gastarte 72 millones y tener al Hércules hundido y arruinado en Segunda B” sentencia el presidente de Unidad Herculana.
La directiva anunció que Ortiz estaba abierto a vender sus acciones, pero él mismo lo descartó pocos meses después
«O yo o la nada»
El pasado invierno apareció un rayo de esperanza para muchos aficionados herculanos, cuando el entonces presidente Quique Hernández anunciaba públicamente que la directiva estaba dispuesta a “escuchar a posibles compradores para que la familia Ortiz salga del accionariado”. En otro comunicado oficial, también se anunció que Ramírez cesaría sus funciones al final de la presente temporada. Era la primera vez en décadas que desde el propio club se apuntaba a la posibilidad de un cambio de directiva.
Sin embargo poco tardó el propio Ortiz en descartar esta opción. “Aunque me lo pida todo el estadio no me voy a ir del Hércules, porque eso supondría la desaparición del club” exclamó en una reciente entrevista en la cadena COPE. Así mismo también desdijo que Ramírez fuera a marcharse, y aclaró que están buscando un nuevo socio accionarial pero que no han encontrado más empresarios alicantinos dispuestos a invertir en el club.
“Su única estrategia es el miedo. Si yo no estoy, desaparece el Hércules. Por supuesto que hay empresarios dispuestos a invertir, pero ninguno dará el paso mientras él siga en el accionariado. Todo el mundo en Alicante conoce la reputación de Enrique Ortiz y nadie quiere asociarse con un condenado por corrupción política. Recuerdo que Samper en el Real Murcia también decía lo mismo, y el equipo no ha desaparecido con su marcha” nos manifiesta Aitor García.
«Claro que hay inversores interesados en el Hércules, pero están esperando a que se vaya Ortiz» A. García (Unidad Herculana)
Marca devaluada
“Es evidente que la marca Hércules está ahora mismo muy devaluada por culpa de esta directiva, pero aún así está ligada a una gran ciudad como es Alicante. Hablamos de la capital de la quinta provincia de España. En condiciones normales por supuesto que habría inversores interesados. Es un caramelo muy apetitoso, porque con un mínimo de competencia en la gestión se le podría obtener muchos beneficios” opina Quique Tébar.
Incluso poco antes de la pandemia el empresario navarro Félix Moneo llegó a confirmar públicamente su interés en el Hércules. Sin embargo el entonces presidente Quique Hernández descartó ni siquiera reunirse con él, alegando que su proyecto no le parecía “serio”.
El Ayuntamiento debería sondear al tejido empresarial alicantino para buscar una alternativa a Ortiz» E. Tébar (Asociación Herculanos)
Valor del Hércules
Según los aficionados herculanos, las razones de Ortiz para querer seguir al frente del Hércules no tienen nada que ver con evitar una supuesta desaparición del club. “Él sabe utilizar muy bien al Hércules como moneda de cambio para favores políticos y empresariales. Gana mucha centralidad en Alicante siendo el principal accionista. Por eso nunca querrá irse” nos comenta Tébar.
Y por eso reclaman un papel más activo por parte del Alcalde y el Ayuntamiento. “Necesitamos que los políticos se mojen en este tema y hagan un llamamiento al tejido empresarial alicantino para conseguir una oferta alternativa a Ortiz. Me gustaría que Barcala comprendiera que el Hércules es un símbolo de la ciudad, que ahora mismo está representando muy mal a Alicante. Además yo creo que si el bipartito lograra el relevo de la directiva sacaría muchos votos para las próximas elecciones”, opina el presidente de la Asociación Herculanos.
“Yo quiero recordar a Barcala que sus antecesores se involucraron demasiado con Ortiz y salieron escaldados. Recientemente incluso les traicionó en el juzgado cuando confesó haberles dado sobornos para librarse de la cárcel. No le recomiendo que caiga en la misma piedra” apunta el presidente de Unidad Herculana.
Para realizar este reportaje hemos querido también conocer la opinión de José Luis Berenguer, actual concejal de Deportes. Sin embargo desde su departamento simplemente nos han indicado que “se trata de una SAD y no tenemos competencia al respecto”.
Hace unos pocos años la afición del Elche CF también se movilizó contra la directiva de José Sepulcre. El Ayuntamiento ilicitano sí les apoyó decididamente y acabaron logrando forzar la salida del presidente.
El factor cárcel
Aún con todo cabe recordar que actualmente Enrique Ortiz se encuentra procesado judicialmente, tanto por el presunto amaño del plan urbanístico (juicio que comenzó el pasado 30 de junio) como por un asunto relacionado con la gestión de basuras en la Vega Baja, en el marco de la trama Brugal. La Fiscalía pide seis años de cárcel para el empresario alicantino por el primer asunto y otros trece por el segundo.
“Quizás si Ortiz acaba algún día en la cárcel, esto podría facilitar la intervención de oficio por parte de Fiscalía para poner administradores judiciales en el Hércules” opina Quique Tébar.
“Yo personalmente creo que si llegara este caso intentaría dejar todo atado para que coja el mando su hija Laura. Pero quien sabe, hablamos de un caso que de momento solo es hipotético. Tal vez sí ayudaría a su salida” nos comenta Aitor García.
El club comunicó que Ramírez dimitiría a final de temporada, pero ahora parece que pretende continuar
Nueva temporada
Así pues, parece que por el momento nadie va a mover a Enrique Ortiz y a Juan Carlos Ramírez del palco del Rico Pérez. Según un comunicado emitido por el club el mismo día de la caravana protesta, la directiva está trabajando en “el nuevo proyecto que vamos a poner en pie con una nueva cultura de club, donde cabemos todos, sin diferencias y sin desuniones”.
Sin embargo poco sabemos de momento de este nuevo proyecto. Ahora mismo se desconoce quién será el director deportivo que diseñará la plantilla (se rumorea que las negociaciones con Carmelo del Pozo se han retomado) o el entrenador. Por no haber, ni siquiera figura un presidente oficial de la entidad desde que dimitiera Quique Hernández en mayo. Los únicos anuncios oficiales realizados hasta la fecha han sido las incorporaciones de Alejandro Varela y Ángel Becerra a la secretaría técnica, así como que seis jugadores no renovarán su contrato.
Tampoco conocemos cuál será el papel de Javier Portillo (yerno de Ortiz), quien ejerció de director deportivo durante tres temporadas hasta que presentara su dimisión el pasado invierno por los paupérrimos resultados conseguidos. Aunque nunca llegó a confirmar su marcha del club, sino que se comunicó que pasaría a “otras parcelas”.
“Pasan las semanas y no hay noticias. Ni siquiera sabemos si Portillo sigue cobrando un sueldazo del club, aunque sospechamos que sí, o que funciones tiene. Seguimos con la misma falta total de transparencia de siempre” se lamenta el presidente de la Asociación Herculanos.
En los últimos partidos jugados en el Rico Pérez apenas acudían unos 6.000 espectadores
Masa social
El club tampoco ha aclarado aún cómo compensará económicamente a sus abonados por los cinco últimos partidos de Liga en casa que finalmente no se disputaron. Tan solo ha publicado un comunicado asegurando que existe una “firme intención de buscar las soluciones idóneas”. De hecho, desde la Asociación Herculanos han dirigido un burofax al club exigiendo la devolución del importe correspondiente a sus asociados.
Lo cierto es que la masa social del Hércules está en horas muy bajas. La campaña para la temporada 2019-20 se cerró con unos 7.000 abonados, aunque realmente en los últimos partidos apenas acudían unas 5.500 personas al Rico Pérez. Un estadio que en sus grandes citas de antaño llegó a acoger hasta 30.000 espectadores.
“Yo conozco muchos herculanos que no se abonan porque está Ortiz, y es probable que este año haya otra gran bajada. La paciencia se agota. Recuerdo que en el Murcia o en el Castellón también eran cada día menos aficionados, hasta que cambiaron sus directivas y la afición se reenganchó incluso estando en Segunda B o Tercera”, nos comenta Aitor García.
El Hércules lleva varios meses sin presidente, director deportivo ni entrenador
Próximas acciones
“El único camino que nos queda es continuar protestando hasta que recuperemos el Hércules. Llama la atención que el club emitiera un comunicado el mismo día que hicimos la manifestación. Parece claro que éste es el camino a seguir” nos comenta Aitor García, de Unidad Herculana.
El presidente de la Asociación Herculanos no descarta incluso explorar la vía legal. “Tenemos un precedente interesante en el Málaga, donde un grupo de accionistas hicieron actuar de oficio a una jueza alegando que habían indicios de administración desleal por parte del dueño. No sé si esta situación es extrapolable al Hércules, pero bien valdría la pena estudiarlo” apunta Enrique Tébar.