Ahora que Benidorm, como el resto de la Costa Blanca y todos los destinos turísticos españoles, afronta uno de los veranos más complicados, inciertos y, no cabe duda, peliagudos de su historia, habrá quien piense que cualquier ayuda puede y debe ser bienvenida y que, quizás, la mano amiga de un santo que, según la leyenda descansa a 1.148 kilómetros de distancia, también podría ser de utilidad.
Esa es, exactamente, la distancia que separa la Parroquia de San Jaime y Santa Ana –donde se guarda con mimo y celo la imagen de la Virgen del Sufragio, patrona y alcaldesa perpetua de Benidorm– de la Catedral de Santiago de Compostela y, por lo tanto, es también el recorrido del Camino de Santiago que, partiendo desde la capital turística, enlaza con la Ruta de la Lana y el Camino del Sureste.
Un trazado que, saliendo desde la costa Mediterránea, coincide en su primer tramo –hasta la localidad de Torremanzanas– con el ‘Camí del Peix’, un camino que ya en la época romana usaban los comerciantes para trasladar productos del mar hasta el enclave de Alcoy y, en sentido contrario, manufacturas y otros bienes desde el interior a la costa.
El itinerario, ahora completamente reconocido, comenzó a perfilarse en el año 2000
20 años de historia
Fue en el año 2000 cuando un nutrido grupo de personas comenzaron a estudiar un recorrido que, partiendo desde Benidorm, llegara hasta Villena y allí unirse al Camino del Sureste que, saliendo desde Alicante, hermana, entre otras, ciudades como Albacete, Toledo, Astorga o Ponferrada.
No fue hasta el año 2010 cuando la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Alicante (AACS) inauguró oficialmente esta ruta con una peregrinación que cubrió la totalidad de los ya mentados 1.148 kilómetros, de los que los primeros 95 transitan por las diferentes sierras de la Marina Baixa, la Carrasqueta y l’Alcoià.
En cualquier caso, la historia real de este ramal del camino de peregrinación más famoso del mundo suma muchos más años a sus espaldas. En el año 2015 el Museo de La Vila Joiosa documentó en los libros de registro del antiguo hospital que en 1734 dos viajeros napolitanos fueron atendidos por fiebres y que, al ser preguntados, aseguraron estar realizando la peregrinación a Santiago de Compostela.
El arranque desde Benidorm es duro, partiendo del nivel del mar y alcanzando rápidamente los 1.000 metros de altura
Un arranque duro
El que parte desde Benidorm es, sin duda, un inicio duro ya que se sale desde el nivel del mar y, todavía en la provincia de Alicante, sin haber llegado siquiera a la Meseta Central, se alcanza hasta en tres ocasiones los 1.000 metros de altitud. En total, el tramo alicantino de este ramal se completa en cuatro etapas.
La ruta desde Benidorm coincide en su primer tramo con el ‘Camí del Peix’
La primera de ellas, de 25 kilómetros, llevará al peregrino desde la capital turística hasta la localidad de Relleu. Desde allí, y siguiendo por el ‘Camí del Peix’, parte la segunda etapa, que desemboca en Torremanzanas después de 20 kilómetros de caminata. Las localidades de Ibi y Onil son la meta de la tercera jornada, que abarca un total de 30 kilómetros y que prepara al viajero para el cuarto y último tramo, que desemboca en Villena.
Desde allí, el peregrino se unirá al Camino del Sureste que, tras 751 kilómetros, arriba a la localidad zamorana de Benavente, donde el recorrido se entronca con la Vía de la Plata durante 66 kilómetros hasta Astorga (León) y, desde allí, al histórico Camino Francés para completar los 256 kilómetros restantes hasta la tumba del Santo.
Atractivo turístico
El Camino de Santiago que parte desde Benidorm es, seguramente, el secreto que con más celo guarda la ciudad para sus turistas que, ávidos en su mayoría de disfrutar de sus arenales, del mar y del eterno buen tiempo con el que ha sido bendecido este rincón del Mediterráneo, en la mayoría de los casos desconocen la unión entre la capital turística y la Plaza del Obradoiro.
Seguramente, Benidorm nunca será un punto de partida tan asentado como Roncesvalles, Burgos, Santo Domingo de la Calzada o la propia Astorga, pero las cuatro etapas alicantinas antes señaladas sí pueden ser un atractivo muy especial para los amantes del senderismo que, sin renunciar al descanso de las playas o al divertimento del ocio de la Marina Baixa, quieran perderse durante algunos días descubriendo el impresionante interior de la comarca y la provincia.
Aunque el intenso calor del estío alicantino aconseja siempre la máxima prudencia a la hora de realizar cualquier tipo de actividad física, la del Camino de Santiago podría ser una actividad muy interesante tanto para visitantes como residentes locales para estas semanas vacacionales por excelencia, y una estupenda alternativa activa después de los complicados meses de confinamiento en los que el sedentarismo ha hecho de las suyas en la condición física de muchos.
El Camino de Santiago desde Benidorm hasta el Camino del Sureste
Etapa 1: Benidorm – Relleu (25 kilómetros).
Etapa 2: Relley – Torremanzanas (20 kilómetros).
Etapa 3: Torremanzanas – Ibi y Onil (30 kilómetros).
Etapa 4: Ibi y Onil – Villena (29 kilómetros).