La historia de Crevillent siempre ha estado ligada a su sierra. Ya incluso en la prehistoria, antes de la propia fundación de la actual ciudad, hay constancia de pobladores por estas montañas desde la Edad de Bronce hasta la época de los íberos.
Cuando llegaron los musulmanes a la zona implantaron sus sistemas de regadío en la sierra y la localidad crevillentina se consolidó a sus faldas. Durante muchos siglos esta cadena montañosa ha servido como lugar típico de pastoreo para los campesinos e incluso algún que otro famoso bandolero se ha ocultado por aquí.
Sin embargo, no fue hasta principios del siglo XX que comenzaron a descubrirse las características geológicas tan asombrosas que esconde esta sierra. Ello se lo debemos principalmente a un catedrático murciano llamado Daniel Jiménez de Cisneros y Hervás.
Fue la novela ‘Viaje al centro de la tierra’ de Julio Verne la que despertó su interés por la Geología
Sus inicios en la Geología
Nacido el 16 de abril de 1863 en Caravaca de la Cruz e hijo de un médico forense, el joven Daniel pasó la mayor parte de su infancia en la localidad almeriense de Huércal-Overa y su adolescencia en Lorca. Empezó a interesarse por el estudio de la naturaleza y sobre todo por las propiedades de las piedras y los fósiles a raíz de leer la fenomenal novela ‘Viaje al centro de la tierra’, del francés Julio Verne.
Estaba cantado, pues, que al finalizar el bachillerato optaría por estudiar la carrera de Ciencias Naturales en la Universidad Central de Madrid (la actual Complutense), especializándose en Geología y Paleontología. Su primer trabajo fue como profesor en el Colegio Politécnico de Cartagena.
Durante la epidemia de cólera que asoló el sur de nuestro país en 1885, se trasladó junto a su familia a la Sierra Espuña para escapar de las aglomeraciones. Aprovechó estos meses para enseñar a leer y escribir a muchos humildes agricultores, quienes le devolvían el favor trayéndole las piedras más curiosas que encontraban por las montañas, sabiendo lo mucho que a Daniel le gustaba examinarlas. Esta experiencia le granjeó un gran apego por las zonas montañosas, lo cual le marcaría decisivamente para su futuro.
Como profesor del Instituto de Alicante organizó numerosas excursiones con sus alumnos a la Sierra de Crevillent
Director del Instituto de Alicante
Tras ejercer durante doce años como profesor catedrático en Gijón, el geólogo murciano solicitó el traslado a Alicante en 1903 para estar más cerca de su tierra. Obtuvo un puesto como profesor del Instituto de Segunda Enseñanza (actualmente llamado IES Jorge Juan), del cual acabaría convirtiéndose en su director.
Jiménez de Cisneros era una persona bastante progresista, sobre todo en cuanto a modernizar los métodos educativos se refiere. De hecho acogió de muy buen grado a las primeras mujeres alumnas que llegaron al Instituto de Alicante cuando éste se convirtió en mixto. También impulsó la organización de excursiones didácticas, en una época en la que apenas se estilaban, con el fin de que la educación recibida por el alumnado fuera algo más allá de las típicas clases magistrales.
Como es obvio, la Sierra de Crevillent se convirtió en uno de los sitios predilectos donde llevar a sus alumnos. Así fue como el catedrático comenzó a descubrir la riqueza geológica y faunística que alberga este privilegiado lugar.
Su idilio con la Sierra
En 1909 se produjo un violento terremoto en el sur de la provincia de Alicante que afectó de lleno a la sierra crevillentina, hasta el punto de que algunos chorros de vapor salieron desde debajo de las piedras para asombro (e incluso pavor) de la población local.
Fue entonces cuando Daniel Jiménez de Cisneros decidió estudiar más en profundidad el lugar, escribiendo ensayos doctrinales. Sus artículos fueron recibidos con grandes halagos por la comunidad científica, y se publicaron en las revistas especializadas más prestigiosas de la época durante las décadas de los 10 y los 20.
El geólogo murciano contribuyó decisivamente a poner la Sierra de Crevillent en el mapa de España. Y nunca mejor dicho, porque una de sus mayores aportaciones fue corregir los mapas erróneos que hasta entonces se habían dibujado sobre estas montañas. También realizó la mayoría de las primeras fotografías que se tomaron en estos parajes.
Todavía hoy la comunidad geológica española reconoce los grandes logros que realizó Jiménez de Cisneros en pro de esta ciencia, siendo la Sierra de Crevillent su lugar predilecto para sus investigaciones.
El documental ‘Daniel Jiménez de Cisneros. Un legado para Crevillent’ está disponible en Youtube
Documental y cómic
Cuando nuestro protagonista comenzó a recorrerse estas montañas apenas existían dos caminos casi infranqueables en toda la sierra. En sus memorias relata que incluso si pretendía hacer noche se armaba con dos pistolas para asustar a los lobos.
La prueba evidente de lo mucho que Jiménez de Cisneros hizo por aumentar el valor de la Sierra de Crevillent, es que numerosos científicos posteriores continuaron estudiando el lugar tomando como referencia los escritos del murciano. Gran parte de su desarrollo turístico también se lo debemos a él.
Fallecería en Alicante a la edad de 78 años, dejando un enorme legado de estudios científicos, así como una gran colección personal de fósiles y minerales que acabó siendo donada por su familia a varias instituciones.
Recientemente el director crevillentí Roque A. Ortiz realizó un muy recomendable documental como homenaje a su memoria denominado ‘Daniel Jiménez de Cisneros. Un legado para Crevillent’, que se puede visionar en Youtube. También para los más pequeños existe un cómic que relata las grandes hazañas de este distinguido geólogo llamado ‘Una vida entre fósiles’.