Entrevista > Rodrigo Sebastià Alonso ‘Pere Roc II’/ Jugador profesional de pilota (Benidorm, 20-marzo-1993)
Deportista y divulgador de valores y cultura. Así es Rodrigo Sebastià, conocido popularmente como Pere Roc II. Su nombre deportivo lo lleva en honor de su abuelo, natural de Sella, del que heredó su habilidad para jugar a la pilota.
Rodrigo, uno de los 16 jugadores profesionales de la Comunidad Valenciana, defiende con pasión un deporte al que se entrena en cuerpo y alma y que se ha convertido en una forma de vida. Pese a su juventud, cuenta con un palmarés espectacular, aunque promete no parar hasta alcanzar la cima del ranking.
Ahora, de la mano del Ayuntamiento de La Nucía, se ha propuesto aumentar la cantera y que se reconozca a la localidad como la mejor escuela de la Comunidad.
¿Cuándo comenzó a jugar a la pilota?
Soy mitad de Sella y mitad de Benidorm, pero afincado en La Nucía desde los cuatro años. Con seis practicaba el tenis, pero cuando iba al pueblo (Sella) siempre estaba jugando a la pilota. Luego, en el colegio, tuve la suerte de que mi madre era la presidenta de la APA y promocionó que se creara una escuela. Allí estaba todo el rato con mis amigos. Comenzó como un juego y hasta ahora.
Es algo más que un deporte, ¿verdad?
Para mí sí. Es una forma de vida. Se crea un vínculo familiar con los compañeros y con la gente de los pueblos. En toda la Comunidad somos solo 16 profesionales y jugamos siempre contra los mismos y entre nosotros. Quieres ganar y mejorar, pero no hay la rivalidad de otros deportes.
«Cada vez que te vistes para jugar representas la identidad de la Comunidad»
En una sociedad cada vez más globalizada, ¿cómo lleva eso de ser embajador de un deporte que forma parte de las raíces de una región?
Con orgullo. Cada vez que te vistes de blanco representas la identidad de la Comunidad Valenciana y eso lo llevamos a nuestras espaldas. Nosotros somos los que jugamos, pero hay mucha gente detrás, como los aficionados, los artesanos y sus familias, que también viven de este deporte.
¿Cuándo decide dedicarse en cuerpo y alma a la pilota?
Desde siempre me gustaba mirar a los profesionales, pero sabía que iba a ser difícil llegar a ese nivel. De joven apuntaba maneras, hasta que con 16 años di un paso adelante y viajé a Valencia, que es donde tienen casi todos los medios, para entrenar de forma más intensa. Fueron muchos años de hacer kilómetros y de sacrifico.
«Soy perfeccionista y meticuloso, me gusta estudiarlo todo antes de la partida»
¿Logra desconectar o vive con la pilota en la cabeza todo el día?
Soy perfeccionista y meticuloso. Me gusta estudiar los rivales, analizar por qué me han ganado y los diferentes tipos de canchas. No hay dos trinquets iguales. Creo que la partida empieza en realidad ahí, cuando analizas todas las variables que te vas a encontrar.
¿Cómo surgió la idea de formar una escuela en La Nucía?
Aquí se cuida al máximo el deporte y me comentaron que iban a meter la pilota en los colegios como actividad extraescolar. Yo tenía poca disponibilidad por los entrenamientos, pero me gustó la idea. De hecho, yo ya participo con la federación en el programa ‘Pelota i escola’, con el que enseñamos este deporte desde Pilar de la Horadada hasta Castellón.
En La Nucía marqué las pautas y las cosas han salido bien. El primer año se apuntaron 80 niños, pero no basta con eso: había que hacer campus para que no se pierda esa afición. Y después montar la escuela. Es como una rueda que debe ir girando poco a poco.
No les va mal la cosa. Hace un mes recibieron el premio ‘El Genovés’.
Es un orgullo. La pandemia cortó la posibilidad de lograr resultados más positivos, pero por todo el trabajo realizado y el número de componentes de la Escola nos dieron este reconocimiento.
«Si te gusta la pilota la primera vez ya será para toda la vida»
¿Hay cantera en la provincia de Alicante para garantizar el futuro en la pilota?
Sí. No es igual en todas partes, porque a veces cuesta explicar a los niños rusos de Torrevieja qué es el frontón o el raspall. Pero al final todos quedan atraídos por un deporte único, en el que no hay árbitros y en el que participan caballeros honorables que siempre demuestran su deportividad.
La pilota es un deporte que si te gusta la primera vez ya será para toda la vida. Además, tiene especialidades para todos y de diferente dificultad. Hay cantera porque no conozco a nadie al que no le haya gustado una partida de pilota cuando la ha visto en un trinquet.
¿Supone mucho sacrificio personal ser jugador profesional de pilota?
Me imagino que como cualquier otra actividad de máximo nivel. Es como el Circuito Mundial de pádel, con la diferencia que yo, por las distancias, siempre duermo en casa. Nuestro circuito está formado por un grupo de personas responsables que queremos llevar a nuestro deporte a la modernidad, pero dentro de la tradición.
Tiene un palmarés tremendo y encima es de los capitanes de la Selección. ¿Le queda algún logro por conseguir?
Ganar el individual, que es lo que marca ser el número uno del ranking. Estoy en la final de la Lliga casi todos los años, pero me queda ganarla. Los próximos meses van a ser decisivos. Puchol y yo nos vamos a jugar ese primer puesto.
Y por último, ¿cuál es su escenario favorito para jugar?
El trinquet de Pelayo. Es la catedral de la pilota. El que quiere ser figura tiene que rendir allí al máximo. Yo juego bien, pero hay a quién, por sus características, se le da mejor. Es algo que debo perfeccionar.