Los grandes proyectos son, sin duda alguna, los que cambian la imagen general de una ciudad. Remodelación de grandes avenidas, profundos cambios en la ordenación del tráfico rodado, desarrollos urbanísticos, creación de grandes espacios comerciales, puesta en marcha de espacios públicos… Los ejemplos pueden ser infinitos, pero por debajo, en el día a día, subyacen otras muchas necesidades que a las que las ambiciones del medio y largo plazo no responden.
Son, como decía Serrat, aquellas pequeñas cosas. Los detalles que muchas veces se pierden en la marea de la burocracia, pero que hacen muy distinto el día a día de los ciudadanos si son atendidos en tiempo y forma. Son muchas las ciudades que han apostado por las nuevas tecnologías para permitir a sus habitantes reclamar y solicitar esas intervenciones, pero las aplicaciones y las webs siguen siendo un mundo complicado e inaccesible para buena parte de la población, especialmente la de mayor edad.
Por ello, Ana Pellicer y José Ramón González de Zárate decidieron, como concejales de Participación Ciudadana y Escena Urbana, respectivamente, dejar la comodidad del despacho y olvidarse, por un día a la semana, de las grandes metas para poner la lupa en las reivindicaciones del día a día vecinal. Y lo hicieron, también, olvidándose de móviles y tecnologías; saliendo a encontrarse con sus vecinos ‘A pie de calle’, que es como han bautizado a la iniciativa.
«La inmensa mayoría de las demandas son posibles de atender a muy corto plazo con los Servicios Técnicos y contratas» A. Pellicer
Necesidades reales
Ana Pellicer explica que la idea surgió “a principio de esta legislatura, en el momento en el que a cada uno se nos asignan nuestras competencias. Joserra ya tenía las suyas más controladas porque no era la primera vez que las ostentaba, pero yo sí que era nueva como concejal de Participación Ciudadana. Después de conocer el sistema de trabajo y ver lo que abarcaba esta área, decidimos unirnos para hacer estas visitas”.
La edil añade que “consideramos que, al margen de que nosotros podamos tener, desde el Ayuntamiento, una visión política y la que aportan los técnicos de las distintas áreas sobre las necesidades que puede tener la ciudad, son los ciudadanos, en cada una de sus zonas, los que mejor conocen las carencias y necesidades que tienen. Por ello, decidimos fijar un día y bautizar la iniciativa como ‘A pie de calle’ porque suponía dejar el despacho y salir a la calle”.
Esto, añade Pellicer, les ha permitido dar respuesta rápida a muchas peticiones vecinales ya que “la inmensa mayoría de las demandas son posibles de atender a muy corto plazo con los servicios técnicos y las diferentes contratas del Ayuntamiento. Suelen ser, como decía, peticiones que se pueden atender rápidamente porque se solicita la instalación de papeleras, bancos, reparación de baldosas…”.
«En estas visitas podemos caminar más de cinco kilómetros porque recorremos todo el barrio calle por calle» J. R. Glez. de Zárate
Calle por calle
La propia edil benidormense apunta a esa dicotomía existente entre las grandes inversiones que necesita una ciudad y esas pequeñas actuaciones que requiere el vecino. José Ramón González de Zárate abunda en ello asegurando que “los grandes proyectos que necesita el municipio son fáciles de detectar por los políticos. Siempre nos llegan los informes de las concesionarias avisando de que en una zona hay problemas con la red de alcantarillado o de alumbrado. Lo que no es tan sencillo, porque para eso hay que estar mucho tiempo ‘pateando’ la calle, es detectar estas pequeñas cosas”.
González de Zarate explica que “en la mayor parte de estas visitas podemos caminar más de cinco kilómetros porque recorremos todo el barrio calle por calle. En la mayoría de los casos, como decía Ana, son cuestiones que te das cuenta que puedes arreglar de forma casi inmediata con los propios servicios técnicos del ayuntamiento”.
«Las reivindicaciones y preocupaciones de los vecinos cambian bastante dependiendo del barrio que visitemos» A. Pellicer
Un examen continuo
Son reivindicaciones, además, que no son unánimes en todo el municipio porque cada barrio, cada zona, vive su propia realidad y tiene, por lo tanto, sus propias inquietudes. Pellicer reconoce que “las reivindicaciones cambian bastante dependiendo del barrio que visitemos. Es algo que nosotros mismos hemos hablado muchas veces, especialmente cuando visitamos la zona de la huerta. No tienen nada que ver los intereses y preocupaciones de una persona que vive en esa área con los de los residentes del centro de Benidorm”.
Para el edil de Escena Urbana, ver cómo cambian las inquietudes de los vecinos sirve para “ver y evaluar cómo has actuado en los años anteriores. Hay cosas que descubres que en años anteriores eran un problema y ahora están resueltos. Pongo un ejemplo de la Colonia Madrid. Hace menos de dos años cambiamos todo el alumbrado público y ahora ya nadie te habla del alumbrado”.
«Siempre le pido a la gente que deje pasar algo de tiempo para ver el efecto real que implican esos cambios» J. R. Glez. de Zárate
Acierto en los grandes planes
Pero estas visitas también sirven para que los ciudadanos puedan hablar de tú a tú con sus representantes políticos y dar su opinión sobre esos grandes proyectos que se llevan todos los focos mediáticos. Es, por lo tanto, una oportunidad perfecta para que los ediles midan el acierto o el error de sus decisiones a la hora de afrontar esas grandes inversiones y, por la respuesta obtenida hasta ahora, el actual equipo de gobierno considera que está acertando en sus apuestas.
Preguntados si han percibido que la ciudadanía pueda sentirse a disgusto con alguno de esos grandes proyectos que han desarrollado o planteado, tanto Pellicer como González de Zarate afirman que “no recordamos ninguna actuación directa que haya sido especialmente criticada. Quizás, pero no se trata de grandes proyectos, algún cambio en la regulación del tráfico en una zona ha podido crear algo de disconformidad al principio”.
En ese sentido, González de Zárate reivindica la importancia de la paciencia. “Siempre le digo a la gente, especialmente con las cuestiones relativas al tráfico, que deje pasar algo de tiempo para ver el efecto real que implican esos cambios. Luego, cuando vuelves unos meses después, los propios vecinos ven que el resultado es bueno”.
«Hablamos de una relación muy cercana porque no dejan de ser tus vecinos, tus amigos… gente a la que conoces» A. Pellicer
Una relación cercana
No cabe duda que, ante el clima de desafección política que se vive en el país, echarse a la calle para encontrarse con los vecinos podría convertirse en el mayor dolor de cabeza para cualquier estratega político. Por fortuna, como reconocen Pellicer y González de Zárate, la vida política municipal es muy distinta a la nacional.
“Los vecinos nos reciben bien”, explica Pellicer. “La política local es mucho más agradable de lo que puede ser a nivel general. Hablamos de una relación muy cercana porque no dejan de ser tus vecinos, tus amigos… gente a la que conoces. Además, nosotros sabemos que las peticiones que hacen son para mejorar las cosas y cuando ellos ven que hay una respuesta positiva por parte del equipo de gobierno, son muy agradecidos”.
Y por ello, la responsable del área de Participación Ciudadana rompe una lanza a favor del resto de concejales ya que “nosotros dos hacemos las visitas, pero en la resolución de las cuestiones que se plantean se involucran todos los compañeros que, cuando es necesario, también nos acompañan en estas visitas”.
Parte de la solución
Más allá de poder agilizar las necesidades que puedan tener en el corto plazo, Pellicer afirma que esta iniciativa es percibida por los ciudadanos “como algo positivo porque facilita el acceso que pueden tener al Ayuntamiento y a sus representantes. En 2019, desde que se repartieron las delegaciones, hicimos un total de dieciocho visitas y en 2020, teniendo en cuenta todo lo que ha sucedido y que tuvimos el parón lógico del confinamiento, ya hemos hecho veintidós”.
Uno de los grandes logros, como adelanta González de Zárate, de estas visitas ‘A pie de calle’ es que los ciudadanos “se sienten parte de la solución de los problemas de la ciudad”. Ese es, sin duda, uno de los grandes objetivos de Benidorm y otros municipios que en los últimos años han apostado por involucrar a sus vecinos en la gestión municipal a través de diferentes herramientas y plataformas como, por ejemplo, los presupuestos participativos.
Todo ello hace que, además de plantear reivindicaciones realistas, los ciudadanos sientan esas mejoras y actuaciones como algo propio, lo que propicia, como explica González de Zárate, que “se produzca un mayor involucramiento de los vecinos en el cuidado de sus barrios”.
Presupuestos participativos
El edil de Escena Urbana no deja pasar la ocasión para “volver a agradecer al Consejo Vecinal su decisión de que este año la cuantía íntegra del presupuesto participativo, unos 500.000 euros, se destinase a los proyectos de ayudas a familias y autónomos afectados por la crisis de la covid. Renunciaron a una inversión que supone el 5% del presupuesto total de la ciudad”.
A cambio, Pellicer y González de Zárate adelantan que “algunas de esas actuaciones recogidas en sus propuestas las estamos llevando a cabo con cargo al presupuesto municipal. Muchas de ellas, de hecho, ya están realizadas. Lo que ellos han conseguido, en otras palabras, es que hagamos esas actuaciones sacándolas de su presupuesto participativo. Si vemos que son propuestas buenas para toda la ciudad, siempre las haremos”.
En ese sentido y para que los vecinos sepan, en un año en el que no está siendo fácil seguir el ritmo informativo, cómo se están desarrollando todas esas mejoras, “en las próximas semanas vamos a volver a salir a la calle para explicar a todo el mundo los proyectos que estamos ya acometiendo o que vamos a comenzar para hacerlos antes de final de año”, concluye Pellicer.
«Los vecinos no conocen hasta dónde llegan las competencias del Ayuntamiento y las de otras administraciones» A. Pellicer
Choque de competencias
Pese al parón vital que ha sufrido el planeta en los meses más duros de la pandemia durante la pasada primavera, José Ramón González de Zárate recuerda que “en total, antes de que termine el año vamos a realizar actuaciones en los barrios por valor de más de 1,7 millones de euros”.
Pese a todo, la gran asignatura pendiente para poder resolver de forma eficaz y rápida muchas de las demandas vecinales sigue siendo el choque de competencias entre las distintas administraciones. “Nos hemos dado cuenta de que los vecinos no conocen hasta dónde llegan las competencias del Ayuntamiento y las de otras administraciones. En la mayoría de las quejas que tenemos no tenemos competencias y, en muchas ocasiones, no podemos actuar”, explica González de Zárate.
Pellicer apuntilla que “se da también la circunstancia de que la competencia, además de poder ser de otra administración, también puede serlo de un propietario privado. Nosotros explicamos cada caso y los vecinos lo entienden perfectamente. Una vez hecho esto, tratamos siempre de hacer la tramitación correspondiente, pero poco más podemos hacer”.
Peticiones extrañas
Visitar los barrios y tener ese contacto directo con los vecinos de la ciudad regala muchas anécdotas y momentos divertidos. La mayoría de las peticiones son realistas y abordables, pero también llegan a escuchar algunas que, al menos, arrancan una sonrisa.
A Pellicer y González de Zárate, preguntados al respecto, les cuesta recordar la petición más bizarra que se les haya planteado a lo largo de sus visitas ‘A pie de calle’, pero tras pensarlo durante unos minutos recuerdan que “entre las propuestas que se presentaron a los presupuestos participativos de este año hubo una que no sacó la puntuación necesaria para ser llevada a cabo”.
De hecho, aquella propuesta sólo consiguió un voto favorable dentro del propio Consejo Vecinal –el de la persona que la proponía– y consistía “en la creación de un área zoológica en pleno centro de Benidorm”.