Hace algunos años se debatió en el pleno municipal la posibilidad de dedicar una calle o plaza (e incluso renombrar el Parc Municipal) a la figura de Manuel Menargues, el primer alcalde crevillentí de la Segunda República.
Aquella iniciativa no salió adelante por falta de acuerdo político, y desde entonces el tema quedó parado. Nosotros queremos recordar quien fue este hombre que, más allá de debates políticos, se trata sin duda de uno de los sujetos clave en la historia contemporánea de Crevillent.
De panadero a político
Manuel Menargues Vicens vino al mundo el 18 de septiembre de 1891, en el seno de una familia de panaderos. Durante sus primeros años de juventud se dedicó al negocio familiar, hasta que se casó con Dolores pasando a formar parte de la directiva de la fábrica textil que regentaba su suegro.
Siendo joven se afilió al Partido Socialista Obrero Español que durante aquellos primeros años del siglo XX se hallaba siempre en la oposición, pues el sistema político estaba controlado por los partidos monárquicos (Liberal y Conservador).
Al caer la dictadura militar se convocaron elecciones municipales el 12 de abril 1931, siendo Manuel Menargues el candidato a alcalde en Crevillent por el PSOE. Los socialistas lograron ser los más votados en estos comicios locales, y dos días después veían como en España se proclamaba la Segunda República. Por tanto, nuestro protagonista tomó posesión como el primer alcalde republicano de la localidad crevillentina en el siglo XX.
Organizó los primeros campamentos municipales de verano y desarrolló un sistema de extracción de agua en la Sierra
Sus años como alcalde
Menargues llegó al Ayuntamiento con bastantes propuestas bajo el brazo, pero también con enormes limitaciones presupuestarias. Algunas ideas suyas se quedaron en el limbo como la construcción de un nuevo colegio, una escuela de dibujo y tintorería o una piscina municipal.
Quizás una de las cosas más recordadas de su mandato fue la creación de un campamento de verano municipal, por el cual las familias podían enviar a sus hijos a la playa ilicitana del Pinet. También realizó bastantes plantaciones de higueras en la Sierra de Crevillent y diseñó un nuevo sistema de extracción de agua.
Altercados políticos
Durante aquellos años el ambiente político en España se fue radicalizando cada vez más y más. En abril de 1934 se organizó una manifestación izquierdista en Crevillent como respuesta a una gran convocatoria de las juventudes de la CEDA (principal partido de derechas durante la Segunda República) en El Escorial.
Dado que aquella manifestación no contaba con los permisos legales pertinentes, la Guardia Civil trató de disolverla por la fuerza. Hubo enfrentamientos por las calles del casco antiguo crevillentino, lo cual resultó en que dos manifestantes acabasen falleciendo.
El Gobernador Civil de Alicante determinó que la responsabilidad de estas desgracias ocurridas debía recaer en el alcalde de Crevillent, razón por la que Menargues fue destituido. Lejos de ser sustituido por su vicealcalde o convocar nuevas elecciones municipales, el gobernador le dio el puesto directamente a Joaquín Mas del Partido Republicano Radical (formación política que en aquel momento presidía el Gobierno de la República).
Viajó hasta Brasil para traer materiales industriales que modernizaran las fábricas de Crevillent
Estalla la guerra
Dos años más tarde de su destitución como alcalde se celebraron nuevas elecciones generales en España, que fueron ganadas por el Frente Popular (coalición en la que estaba integrado el PSOE). El nuevo gobierno nacional rápidamente volvió a restituir en sus puestos a los alcaldes izquierdistas electos en 1931 que habían sido cesados, entre ellos Manuel Menargues.
El estallido de la Guerra Civil dejó en una situación precaria a la industria textil crevillentina, razón por la que Menargues trató de conseguir inversiones en el extranjero. En septiembre de 1936 cedió su puesto como alcalde con el fin de desplazarse a Brasil y traer materiales industriales en barco que modernizaran las fábricas.
Durante el resto de la guerra continúo ejerciendo de concejal en el Ayuntamiento, y estuvo a cargo de las expropiaciones que se realizaron por la zona.
Durante el Franquismo fue llevado a la prisión de Alicante, donde coincidió con Miguel Hernández
Huida, detención y ejecución
Con las tropas franquistas a punto de llegar a la provincia, Menargues huyó hacia Alicante para intentar subirse a un barco y escapar de España. Fue uno de los pasajeros del célebre buque británico Stanbrook, que abandonó el puerto alicantino el 28 de marzo de 1939 con unos 2.800 refugiados republicanos a bordo.
Al desembarcar en Orán se reencontró con varios compañeros socialistas, que le prometieron que si se desplazaba a Tánger podría empezar una nueva vida volviendo a sus orígenes de panadero. Sin embargo resultó una trampa, pues en la localidad marroquí le estaba esperando la Gestapo (la policía secreta nazi).
Menargues fue repatriado a España y encarcelado por la Dictadura Franquista. Pasó por varias prisiones, e incluso llegó a coincidir con Miguel Hernández en el Reformatorio de Adultos de Alicante durante los últimos días del poeta.
Un consejo de guerra franquista le condenó a la pena de muerte, siendo fusilado un 28 de octubre de 1941. Dejó a su esposa viuda con seis hijos, algunos de los cuales tuvieron que ser adoptados por diferentes familias al no disponer su madre de recursos suficientes para mantenerlos.
Agradecimiento
No quiero terminar este artículo sin agradecer a Diego Mas Botella, autor del libro ‘El Crevillent oculto 1930-50’, por toda la información biográfica sobre Manuel aportada para este artículo.