Cayetana Guillén Cuervo / Actriz
Los Guillén Cuervo más que una familia son una fábrica de actores nacionales. El padre, Fernando Guillén, realizó incontables películas y obras de teatro, al igual que su esposa Gemma Cuervo quien incluso en su vejez ha continuado trabajando en grandes series de éxito. Los hijos no se quedaron atrás y Fernando Guillén Cuervo se ha convertido en uno de los rostros más reconocibles de nuestro cine.
Hoy hablamos con Cayetana Guillén Cuervo (Madrid, 13-junio-1974), la hija pequeña de la familia. Un auténtico terremoto de mujer que ha conquistado todos los formatos posibles: Cine, series, programas de televisión, radio, teatro… Aprovechamos su visita a nuestra provincia por motivos teatrales para conversar un rato con ella.
Normalmente al entrevistar a un actor empiezo preguntándole por cómo se introdujo en el mundillo, pero dada quién es tu familia… ¿alguna vez te planteaste otro oficio?
La verdad es que no. Pasé mi infancia rodeada de actores, directores y gente de la cultura. Para mí este mundo siempre ha sido lo más normal. Estudié Periodismo porque me gustaba escribir, y a la vez también Arte Dramático. Luego he ido combinando ambas cosas a lo largo de mi trayectoria profesional.
Cuando se es hija de actores tan destacados… supongo que por un lado tienes más puertas abiertas pero por otro también un listón altísimo que superar.
Yo siempre he llevado mis apellidos con mucho orgullo, son mi única ideología. Al final creo que me he convertido en una activista cultural, pues llevo trabajando por y para la cultura desde que tenía 15 años. Ya sea en el cine, la televisión, actos públicos, como presidenta de la Fundación de la Academia de las Artes Escénicas… Siempre trato de aportar mi granito de arena.
Si te pregunto por todas tus películas estaríamos aquí hasta mañana, así que te digo mi preferida: ‘El abuelo’. Para mí una de las más bonitas de la historia del cine español.
Yo también la recuerdo como una preciosidad. Es una película que me cambió la vida, todavía me emociono cuando la veo. Además ahora que estamos otra vez tan en boca con Benito Pérez Galdós por el centenario de su fallecimiento, me encanta recordar este texto suyo.
Explícame una cosa. ¿Cómo una chica de 24 años le aguanta así la mirada a todo un Fernando Fernán Gómez?
(Risas). Por supuesto que Fernán Gómez me impresionaba mucho, pero forma parte de mi trabajo y de las enseñanzas que te da. Recuerdo especialmente la primera escena, rodada en ese lugar tan bonito de Asturias, en la que yo llego en un coche de caballos.
José Luis Garci siempre ha pulido muchísimo sus películas hasta el mínimo detalle, igual que Pedro Almodóvar. Tú que has trabajado con ambos, ¿quién dirías que es más exigente o puntilloso?
Son muy distintos tanto en su personalidad como en su forma de dirigir, a pesar de que entre ellos se admiran mucho. Ambos guardan un gran respeto hacia los actores y tienen siempre clarísimo lo que quieren. Son muy buenos escritores y extremadamente cinéfilos.
Garci tiene una costumbre muy bonita. En vez de dar acción directamente te dice “tómate tú la acción”, es decir que te deja arrancar cuando tu creas conveniente. Ahora que se rueda en digital esto tiene menos consecuencias, pero antes en 35 milímetros cada toma le costaba un dineral (risas).
En aquella época empiezas a presentar ‘Versión Española’… y ya llevas 22 temporadas. Es casi un milagro que un programa de televisión siga funcionando durante tanto tiempo.
Ha sido una auténtica escuela de espectadores. Siempre intentamos contar junto a los invitados por qué nos apasiona tanto el cine y nos dedicamos a hacer películas. Así sale a la luz todo lo que hay detrás de la pantalla, incluso nuestros miedos y vulnerabilidades. Existe cierto desconocimiento entre el público sobre en qué consiste exactamente nuestro trabajo, y el programa trata de explicarlo.
«En estos últimos años el cine español se ha ido acercando hacia el europeo o el americano»
¿Cómo dirías que ha evolucionado el cine español desde aquel de los años 90?
Los nuevos directores han crecido ya con un lenguaje audiovisual y unos referentes distintos. El cine siempre ha sido un termómetro de la sociedad, un espejo de lo que nos pasa, y el español se ha ido acercando más al resto de Europa y Estados Unidos. Yo creo que siempre ha estado al nivel de los mejores del mundo, pero quizás ahora más que nunca. Junto al deporte, es lo que más crea ‘marca España’ en el mundo.
«Nuestro cine y deporte son lo que más crea Marca España en el mundo»
Hablemos ya de ese fenómeno llamado ‘El Ministerio del Tiempo’. Quizás todavía nos faltaba una serie española de ciencia-ficción tan grande como ésta, ¿no?
Sí, desde luego supuso un antes y un después. Fue pionera en marcar un nivel tan alto en la ciencia-ficción española, pues nunca se había hecho una serie de semejante calidad hasta el punto de ser lanzada por las plataformas a nivel internacional con un éxito rotundo.
Con ‘El Ministerio del Tiempo’ comenzó una nueva época, y actualmente se están haciendo algunas otras ficciones maravillosas en España.
Además Irene Larra se ha convertido en un símbolo de lo mucho que ha avanzado la sociedad española. La misma persona en el Franquismo está a punto de suicidarse y al viajar a la actualidad se convierte en toda una triunfadora.
Irene es una persona que en los años 60 se siente totalmente despreciada por su entorno, pues entonces su orientación sexual es definida como una enfermedad mental. La gran suerte que tiene es que gracias al Ministerio del Tiempo se salta todos los años de lucha por los derechos, llegando a nuestra época con ellos ya conquistados.
Su fuerza radica en ser una mujer inmensamente agradecida a la vida por esta segunda oportunidad, por lo que decide en consecuencia ser feliz a cada minuto. Yo creo que ser tan coherente y consecuente es lo que la convierte en un personaje tan potente.
Por cierto, ¿por qué a los guionistas se les ocurrió que Irene Larra naciera en Alicante?
Pues no tengo ni idea. La verdad es que nunca se lo he preguntado (risas).
¿En la próxima temporada a qué personalidad histórica te gustaría conocer?
No te sabría decir, la verdad es que ya he conocido a muchas personas que admiraba. Me hizo una enorme ilusión poder hablar con Clara Campoamor y con ‘Las Sinsombrero’ que tanto lucharon por los derechos de las mujeres en nuestro país.
También a un gran genio como Federico García Lorca, pues yo siempre he sido muy lorquiana. Es uno de los dramaturgos españoles que ha escrito personajes femeninos con más profundidad y un arco dramático más amplio. Igualmente me entusiasmó conocer a Salvador Dalí. Cuando lo pienso, es una pasada haber podido estar con todos estos grandes genios (risas).
El pasado noviembre estuviste en el Gran Teatro de Elche representando ‘Puertas abiertas’. ¿De qué va esta obra?
Pues mira, te aseguro que no entraba en mis planes hacer teatro con esta pandemia. Sin embargo cuando leí el texto me convencieron rápido, porque es impresionante. Plantea temas muy oportunos ahora mismo, partiendo de los sucesos del atentado de Bataclan en París que hizo que mucha gente ofreciera su propia casa con el hashtag #PuertasAbiertas para ayudar en una situación tan caótica.
La mujer protagonista da cobijo a un chico árabe, y la función se desarrolla en lo que les ocurre durante esa noche. Así se va resolviendo un misterio con muchos giros de guión. Es una pieza que chifla a la gente, pues genera mucho debate y alimenta el espíritu crítico. Además, mi compañero Ayou El Hilali, aparte de ser un actor espléndido, también es de raza árabe así que conoce muy bien la historia que está contando. Esto le da todavía más verosimilitud a la obra.
El yihadismo sigue siendo bastante tabú. E incluso yo te diría que las pocas ficciones que se han hecho sobre el tema suelen abordarlo desde un punto de vista muy americano u occidental.
‘Puertas abiertas’ aborda el tema desde otra óptica muy distinta. Trata de ser un espejo que pone al espectador delante de sus propios prejuicios. Incluso te diría que se sale del teatro siendo un poco mejor persona.
«Una sala de teatro es uno de los sitios más seguros que existen en esta pandemia»
¿Cómo estáis aguantando el sector del teatro con tantas restricciones? ¿Ahora mismo es viable realizar funciones?
Pues en estos momentos solo están sobreviviendo los teatros públicos. Y menos mal que éstos mantienen la maquinaria, porque si no todo esto se iría al carajo. Tú sabes que son muchísimas familias las que comen del teatro, una gira mueve a un montón de profesionales. Por no hablar de los beneficios a la hostelería y otros comercios de la ciudad. Así que no tengo más que agradecer a los teatros que siguen abiertos, y a los muchos espectadores que siguen asistiendo.
Además quiero recalcar que es casi imposible contagiarse en un teatro. El espectador está con la mascarilla puesta, sin hablar con nadie y a varios metros de los demás. Una sala de teatro es uno de los sitios más seguros que existen hoy en día.
Oye, ¿cómo está tu madre? Se la echa mucho de menos en La que se avecina.
La verdad es que sí. Actualmente está sin trabajar, pues los ritmos de rodaje son muy altos y se cansa. De todas formas está súper bien de coco. Y, como tantas personas mayores, pues ahora también un poco temerosa de salir de casa por esta pandemia.