L’Albir, como otras muchas zonas costeras del Mediterráneo, es un hervidero de gente que viene y va. Sus calles, incluso en esta época de pandemia, rebosan actividad. Evidentemente cualquier observador apuntará, y con razón, que la vida callejera de la zona más próxima al mar de l’Alfàs del Pi está muy lejos de ser la misma que antes del estallido de la crisis sanitaria, pero las bautizadas como ‘mañanas de l’Albir’ siguen mostrándonos la cara más amable de este núcleo urbano.
Mañanas de l’Albir
Y no, las ‘mañanas de l’Albir’ no son ninguna marca turística oficial o un paraguas bajo el que se engloban iniciativas de ningún tipo. El sintagma, de uso más popular que oficial, se limita a definir a la perfección el ritmo circadiano de una zona residencial en el que sus habitantes, muchos de ellos de origen extranjero y de edad avanzada, han hecho de las primeras horas del día las más activas.
La presencia de zonas residenciales, un gran número de negocios dedicados a la restauración, su situación central en el eje costero que une, a los pies de la Serra Gelada, Altea y Benidorm, una oferta comercial capaz de dar respuesta a cualquier necesidad o la cercanía de alojamientos hoteleros y campings hacen el resto.
La bicicleta, muy presente
Quizás por el ya mencionado origen de muchos de sus habitantes, por el buen tiempo perenne de la zona o por la suave orografía, lo cierto es que la bicicleta es uno de los medios de transporte más comunes en l’Albir. Desde hace pocos años, claro está, también van apareciendo otras soluciones como los patinetes eléctricos; pero la bici sigue siendo la gran alternativa al coche.
Esta convivencia, que no siempre es sencilla, ha provocado que, siguiendo el ejemplo de otros países de nuestro entorno, muchas ciudades y municipios españoles se hayan afanado desde hace ya varios años a crear una extensa red de carriles bici, en los que los usuarios de este transporte puedan desplazarse de forma segura sin el temor a ser víctimas de algún accidente con vehículos motorizados.
L’Alfàs del Pi, un municipio dividido por diversas fronteras naturales (barrancos) o artificiales (AP-7, vías del tren o la N-332) hace ya tiempo que unió sus dos principales núcleos urbanos y muchas de sus urbanizaciones a través de vías exclusivas para bicicletas (que ahora también pueden usar los patinetes), apostando por una movilidad sostenible que, entre otras cosas, le ha hecho formar parte de la Red de Ciudades por la Bicicleta (RCxB).
Se están construyendo tres kilómetros de vías que conectarán l’Albir con el Camí Vell d’Altea y el Paseo de las Estrellas
Nuevas infraestructuras
Pero todavía había una asignatura pendiente: la unión, a través de la costa, con la capital turística de la Costa Blanca por el este y con la Villa Blanca por el oeste. Una anomalía que ahora ya está siendo solventada y que en pocos meses permitirá pedalear, de forma segura, entre los tres municipios.
Para ello, el ayuntamiento de l’Alfàs del Pi ha iniciado recientemente las obras de nuevas infraestructuras que completarán, como explica Toni Such, concejal de urbanismo alfasino, “1,5 kilómetros de ciclovía y dos kilómetros de ciclocalle que conectarán el casco urbano de l’Albir con el Camí Vell d’Altea y el Paseo de las Estrellas”.
«El Bulevard de los Músicos se va a ver transformado en una ciclocalle con estas actuaciones» T. Such
Tal y como ha adelantado Such, una de las principales novedades de este plan “afectará al Bulevard de los Músicos, que va a ser transformado en una ciclocalle”. Esto, en términos prácticos implica que, tal y como recoge la normativa relativa a los distintos tipos de viales, esa arteria de l’Albir pasará a ser una calle unidireccional limitada a una velocidad máxima de 30 km/h, en la que las bicicletas tienen preferencia. Esto, en cualquier caso, no quiere decir que el resto de vehículos de la vía no puedan transitar por la misma.
Las nuevas infraestructuras unirán a l’Alfàs del Pi con todos sus municipios vecinos
Conexión comarcal
Como ya se ha apuntado, la creación de estos viales y la adecuación de los ya existentes, como el Bulevard de los Músicos, permitirá a l’Alfàs del Pi unirse a todos sus municipios vecinos a través de este tipo de alternativas en las que los medios de transporte no contaminantes tienen el protagonismo.
Mientras que hacía ya años que esa conexión existía, por el norte, con La Nucía; parecía del todo incomprensible que los dos vecinos costeros, Benidorm y Altea, siguieran obligando a los usuarios de bicicleta a enfrentarse a tramos en los tenían que compartir la calzada con los vehículos a motor.
Esto es algo que, como explica Such, permitirá “seguir avanzando en el modelo de desarrollo urbano sostenible e integrador del municipio a través de la eliminación de barreras, mejora de la accesibilidad y movilidad en todo el término municipal; y, por supuesto, primando la salud del individuo y el respeto por el medio ambiente. Unos itinerarios de gran atractivo turístico llamados a enlazar el casco urbano de l’Albir con las urbanizaciones y poblaciones limítrofes”.