La Residencia CAMP Jubalcoy para personas con diversidad funcional, que está ubicada en la partida rural ilicitana del mismo nombre, ha sufrido ya tres brotes colectivos de covid-19 desde que comenzara esta pandemia. Así lo ha denunciado a nuestro periódico una fuente del sindicato Confederación General del Trabajo (CGT).
Según las informaciones que nos facilitan, el primer brote se produjo en la pasada primavera. En noviembre hubo otro más fuerte afectando a 20 personas, de los cuales 14 eran residentes y los otros seis empleados. En enero se ha originado un tercer brote de coronavirus, dejando un saldo de 14 positivos entre los empleados y 9 entre los usuarios. Uno de estos últimos, falleció a causa de esta enfermedad el pasado 12 de enero.
El primer brote se produjo en primavera, el segundo en noviembre y el tercero en enero
Protocolo ineficaz
“La residencia ha separado a los residentes en tres grupos estanco, lo cual tendría sentido si no fuera porque los cuidadores y demás trabajadores son los mismos y por tanto van rotando de un grupo a otro. Es evidente que el virus lo han traído ellos a la residencia, porque los usuarios viven allí y no salen para nada. Es una gestión del todo ineficaz” nos indican desde la CGT.
Dentro del personal se habrían dado casos positivos en prácticamente todos los oficios que trabajan en la residencia. “Ya no son solo aquellos que tienen contacto físico con los usuarios como pueden ser los cuidadores o los fisios. También hay infectados de covid entre los psicólogos, los operarios de limpieza, la dirección de la residencia, etc.” nos asegura nuestra fuente.
También ha sido necesario cerrar el Centro Ocupacional La Tramoia por otro brote de covid
Sin actividad
Por si fuera poco, a finales de enero surgió otro brote en el Centro Ocupacional de La Tramoia dedicado igualmente a personas discapacitadas. En este caso se han detectado cuatro usuarios y otros cuatro trabajadores positivos. “Aquí los grupos estanco directamente se rompieron, por lo que ha sido necesario cerrar el centro y poner a todo el mundo en cuarentena”. Así pues los 82 usuarios con diversidad funcional que acudían diariamente a estas instalaciones para realizar sus ejercicios y terapias, han visto interrumpidas sus rutinas y están todos en casa.
“Estamos hablando de personas con diferentes discapacidades y patologías. Son población de alto riesgo. De hecho, algunos ni siquiera pueden ser conectados a un respiradero cuando los llevan al hospital para tratarles de la covid. Y en la Residencia Jubalcoy no hay ni un médico, solo varios enfermeros de los cuales dos han sido infectados” nos comentan desde el sindicato CGT.
Tanto la Residencia de Jubalcoy como el Centro Ocupacional de La Tramoia están gestionados por el Institut Valencià d’Atenció Social-Sanitària (IVASS), un ente público vinculado a la Conselleria de Políticas inclusivas e Igualdad que dirige la vicepresidenta autonómica Mónica Oltra.
«La gestión con los protocolos sanitarios está siendo muy ineficaz» CGT
PCRs tardías
Nuestra fuente también denuncia que el protocolo con las PCRs es muy deficiente. “Sí que se realizan tests, pero siempre demasiado tarde. Van a pie cambiado, cuando ya se han producido síntomas y el virus lleva varios días dentro” nos asegura.
De hecho, según su testimonio, incluso cuando los trabajadores son detectados como portadores de covid no se certifica correctamente su recuperación antes de reincorporarse a la residencia o al centro de día.
“Hubo una empleada que dio positivo. La mandaron a casa y, tras diez días de cuarentena, un jueves la dicen que tiene que volver a trabajar. Y la PCR no se la hacían hasta el lunes. Es decir, tenía el alta médica sin que la hubiera visto un médico. ¿Qué ocurrió? Pues que el lunes volvió a dar positivo” nos cuentan desde la CGT.
Por otra parte, las plazas de estos trabajadores tampoco se cubren siempre durante estos días de cuarentena. “Normalmente les piden a los empleados sanos que hagan más horas. Ellos acceden porque como llevan tanto tiempo atendiendo a estos chicos con diversidad funcional, ya son como una gran familia. Pero todo esto supone una sobrecarga psicológica demasiado grande para ellos” nos aseguran.
Incertidumbre con las vacunaciones
Nuestro confidente nos asegura que desde la CGT han trasladado todas estas quejas al IVASS en diversas ocasiones. “Siempre nos dicen que están mirando el tema, o que los protocolos no se pueden hacer de otra forma. Llevamos meses así sin observar ningún cambio. Por eso no nos ha quedado otra que denunciar todo esto a la prensa”.
Al sindicalista también le preocupa que todos estos brotes puedan acarrear repercusiones negativas en la vacunación de estas personas. “Se supone que después de vacunar a los residentes de la tercera edad y el personal sanitario, les tocará a los afectados por diversidad funcional. Sin embargo, si los brotes siguen activos se podrían retrasar las vacunaciones. Es muy urgente que reciban sus dosis, porque recordemos que son ciudadanos de muchísimo riesgo” nos indica.
Desde este periódico también nos hemos puesto en contacto con el IVASS para solicitar una entrevista con alguno de los dirigentes de la Residencia Jubalcoy, pero no hemos tenido éxito.
Residencia Altabix
Cabe recordar que durante este invierno también se han producido problemas similares en la Residencia de Altabix para personas de tercera edad. En este centro se han detectado más de un centenar de positivos por covid debido a otro brote descontrolado acaecido durante el pasado enero, dejando un saldo de al menos cinco fallecidos.
Dicha residencia también es pública y perteneciente a la Conselleria de Políticas Inclusivas e Igualdad, si bien su gestión se realiza a través de la empresa concesionaria La Saleta. El propio Sindic de Greuges (el Defensor del Pueblo valenciano) recomendó a la Conselleria en noviembre que está residencia fuera intervenida para despojar a la concesionaria de su gestión, pero por el momento esta decisión política no se ha producido.