Un extenso informe de más de 200 folios ha dejado patente la gravísima crisis que está atravesando la plantilla de la Policía Local de Altea. La situación, que desvela en profundidad AQUÍ en Altea en este mismo número, es realmente alarmante. Y lo es por diversos motivos. El primero y principal, claro está, porque estamos hablando de uno de los pilares fundamentales sobre los que se sustenta la convivencia social: la seguridad.
Siendo ya de por si gravísimo que un municipio como Altea, que vive del turismo y, por lo tanto, en gran medida de la imagen que los visitantes puedan tener del mismo, haya tenido que colgar el cartel de cerrado en sus instalaciones policiales durante las noches. El trasfondo de todo este asunto es todavía más preocupante.
Tal y como han explicado fuentes policiales en exclusiva a AQUÍ en Altea, a día de hoy la plantilla de la Policía Local está infradotada de agentes, una situación que ha sido previsible durante muchos años y de la que han venido alertando de forma recurrente al equipo de gobierno, que decidió mirar a otro lado y dejar que la bola de nieve se hiciera cada vez más grande.
Indignación en la oposición
Se suele decir que una imagen vale más que mil palabras. Este medio dedica este mes dos páginas a explicar de forma pormenorizada la sucesión de decisiones que han llevado a que el pasado mes de enero Altea fuese triste protagonista de los titulares de la prensa con una foto muy poderosa: la del cartel de cerrado pegado en la entrada de las dependencias policiales.
Aquella imagen tercermundista fue, de alguna manera, la gota que colmó el vaso de la paciencia de la oposición, que habiéndose hecho eco de las reivindicaciones y, sobre todo, avisos de la propia Policía Local en el camino que nos ha llevado hasta aquí, estallaba de indignación ante el despropósito de tener una policía cerrada.
Para los partidos de la oposición municipal, esta situación era completamente evitable si, en su momento, se hubiesen puesto en marcha las herramientas y procesos adecuados para que la merma de la plantilla policial se revirtiera.
Falta de diálogo
Sin embargo, tal y como valoran desde el Partido Popular, “la mala gestión del equipo de Gobierno Compromis-PSOE y su nula voluntad de diálogo ha provocado que en estos días, en el retén de la Policía Local, se cuelgue el cartel de cerrado de 22:00 a 6:00 horas por falta de efectivos”.
Una valoración ampliamente compartida en el arco de la oposición, desde donde se insiste en que ya “hace justo un año la Policía se plantaba en el pleno del Ayuntamiento ante la nula voluntad de dialogar del concejal de recursos humanos, Rafael Mompó, para buscar una solución a la situación que estaban sufriendo por la falta de personal y las promesas incumplidas desde el equipo de gobierno”.
Efectivamente, al igual que sucede con los propios policías, la oposición señala directamente al responsable del área de Recursos Humanos como causante y responsable de la actual situación de extrema tensión entre el gobierno y la Policía Local, que acusa al político de Compromís no sólo de no escuchar sus demandas sino de dirigir su discurso y acciones de forma intencionada en contra del colectivo.
«Las declaraciones de Rafael Mompó, totalmente sesgadas y mal intencionadas, no son dignas de un cargo público» R. Gómez
Conflicto enquistado
Por todo ello, la oposición alteana se muestra muy preocupada por el hecho de que “un año después de ese pleno, y tras casi seis años de gobierno de Jaume Llinares, el conflicto lejos de solucionarse se ha agravado, llegando a permitir Compromís y PSOE que en Altea el retén de policía quede desatendido en horario nocturno y sin dar soluciones”.
La foto del cartel de cerrado corrió como la pólvora por las redes sociales y los servicios de mensajería instantánea de los alteanos; un ámbito, el digital, en el que Mompó también quiso despacharse sobre la situación, encendiendo todavía más los ánimos del resto de partes implicadas.
Una buena muestra de todo ello, a juicio de la oposición municipal, son “las declaraciones en redes sociales y medios de comunicación del concejal de Recursos Humanos, Rafael Mompó, totalmente sesgadas y mal intencionadas, nada digno de un cargo público, que lejos de acercar posturas, persiguen la confrontación con el colectivo de la policía local”.
«Los alteanos se encuentran hoy más desprotegidos debido a la nula voluntad de diálogo del equipo de gobierno» R. Gómez
Ciudadanía desprotegida
Especialmente dura ha sido la portavoz del Partido Popular, Rocío Gómez, que lleva meses avisando de que esto podía suceder y que ahora asegura que “los alteanos se encuentran hoy más desprotegidos debido a esta nula voluntad de diálogo. Es incomprensible que los responsables de esta situación, con el alcalde Jaume Llinares a la cabeza, puedan estar tranquilos sabiendo que el pueblo no tiene garantizado el servicio de Policía Local las 24 horas del día o que en algunos turnos sólo hay patrullando un efectivo policial para todo el municipio”.
Desde el Partido Popular han exigido al alcalde, Jaume Llinares, que se ponga al frente de esta crisis
Una situación que, como también ha venido denunciando en el último año, se produce “en plena pandemia”. Por ello, la oposición ha exigido al alcalde, “como máximo responsable del Ayuntamiento, que no demore más la solución al problema y tome las medidas que sean necesarias para mantener el servicio indispensable de la Policía Local en el municipio y en condiciones laborales justas”.