Hablar de la Costa Blanca Cup es hablar de fútbol base, verano, fiesta y alegría. El mítico torneo deportivo, tras más de un cuarto de siglo de vida, se ha convertido en un referente deportivo para la provincia de Alicante y la Comunidad Valenciana. Además de ofrecer la oportunidad de ver de primera mano a las estrellas del futuro, la Costa Blanca Cup fue pionera en su apuesta por el fútbol femenino y, más recientemente, por el fútbol adaptado.
Todo el crecimiento exponencial de la competición, que reúne a más de 4.000 jugadores y casi 300 equipos entre fútbol, fútbol sala y fútbol genuine, se vio interrumpido de forma abrupta el pasado año por la pandemia. Tal y como está la situación sanitaria, es aventurado realizar conjeturas sobre la próxima edición, como asegura Fernando Brotons, socio fundador de Tour-Sport y organizador del torneo, quien afirma que, pese la incertidumbre, la página oficial del evento “está abierta y sigue recibiendo solicitudes para participar”.
Esperanza a corto plazo
“Debemos esperar a ver cómo evoluciona la situación sanitaria. Todos esperamos que las vacunas ayuden a relajar las restricciones y que para junio se vean las cosas muy diferentes”, señala el organizador, quien admite, sin embargo, que si la edición de 2021 se realiza será “muy diferente” a la de los últimos años.
“Va a ser casi imposible contar con equipos extranjeros, al menos de determinadas zonas del mundo por el ritmo desigual que está llevando la pandemia. También será complicado mantener el torneo genuine en estas condiciones, ya que los chicos necesitan unas atenciones especiales que en un contexto de pandemia no se pueden tener”, añade.
La Costa Blanca Cup llegó a contar en sus últimas participaciones con un treinta por ciento de participantes extranjeros. Por el torneo han pasado equipos de fútbol base de cinco continentes. Para valorar la magnitud global del evento, en la última edición celebrada en 2019 estuvieron representados equipos masculinos de Brasil, Estados Unidos, Inglaterra, Escocia, Irlanda del Norte, Francia, Islandia, Noruega, Portugal, Bélgica, Marruecos, Japón y China. Y en mujeres Estados Unidos, Islandia, Japón e Inglaterra también tuvieron presencia con varios conjuntos.
«Intuimos un efecto champán. Después de un año tan duro, los clubes tienen ganas de darse una alegría» F. Brotons
Mercado nacional
A pesar del panorama sombrío que está pintando el invierno levantino, Brotons asegura que la organización está “perfectamente preparada” para realizar en tiempo récord un torneo que mantenga el nivel de los últimos años, y confía en que el mercado nacional puede desbordarse si mejora la crisis sanitaria.
“Intuimos un efecto champán en los clubes españoles. Después de un año tan duro, tienen ganas de competir y de darse una alegría. Ya nos han contactado muchas entidades para decirnos que, en el caso de que en junio se pueda jugar, contemos con ellos”, desvela.
“Los clubes que ya han participado saben que esto no es solo un torneo más, sino una fiesta de convivencia en un marco ideal como Benidorm y su comarca”, añade Brotons, a quien no se le ocurre otro escenario mejor que la Costas Blanca Cup para disfrutar, aunque sea aún solo en cuenta gotas, de una dosis de la antigua normalidad.
El torneo fue pionero en dar entrada a las niñas y ahora repite con el fútbol genuine
Pioneros
Pero si por algo se ha caracterizado la Costa Blanca Cup, además de su poder de convocatoria, es por su apuesta valiente por el fútbol femenino o el inclusivo. “El torneo de chicas está con nosotros desde la primera edición. Tuvimos que traer un equipo de Estados Unidos, donde es el deporte rey, porque aquí apenas habían conjuntos”, relata Brotons. “Aquello fue tan raro en su momento como si ahora, más de 25 años después, algún torneo decidiera no apostar por el fútbol femenino”, indica.
“Estamos muy orgullosos de haber realizado aquella apuesta”, asegura Brotons. Y es que los datos no engañan. Las chicas ya suman el quince por ciento del volumen total del torneo. “Y subiendo”, precisa el organizador. La apuesta por el fútbol femenino también se vio reflejada en la pasada edición en estamentos como el arbitral, que estuvo compuesto íntegramente por mujeres en la competición femenina. Otro paso más.
También en el fútbol inclusivo la Costa Blanca Cup ha marcado diferencias desde hace un lustro. “Fuimos pioneros de la mano del Levante y de su fundación. Pensábamos que estos proyectos necesitaban visibilidad”, argumenta Brotons. Esta labor llevó la empresa Tour-Sport a recibir recientemente el premio “Emprén Esport” de la Fundación Trinidad Alfonso, que le reconoce su labor en la promoción del fútbol inclusivo para personas con discapacidad intelectual. Y no se detiene ahí la iniciativa de la organización, ya que también proyecta incluir en el torneo una competición para ciegos.
La competición tiene reintegro económico, ya que dejó 24.000 pernoctaciones en su última edición
Impacto económico
La Costa Blanca Cup no solo presume de haber visto crecer a talentos del fútbol profesional como el ex campeón del Mundo Xabi Alonso, Aritz Aduriz, Mikel Arteta, Marcos Llorente -jugador del Atlético de Madrid-, o Sandra Paños -guardameta del FC Barcelona-. También saca músculo a la hora de reivindicarse como una fuente de promoción e ingresos para Benidorm.
Los últimos datos del Ayuntamiento afirman que el evento tiene un impacto en la ciudad de 24.000 pernoctaciones, a lo que hay que sumar los beneficios derivados para comercios y hostelería durante esos días. En las últimas ediciones, la competición se repartió entre otros municipios de la comarca como l’Alfàs del Pi, Altea, Calpe, La Nucía, Polop y Villajoyosa e, incluso, Alicante, para compartir un evento que ha logrado trascender desde hace tiempo de lo meramente deportivo.